[1380] • JUAN PABLO II (1978-2005) • IMPORTANCIA DE LA FAMILIA PARA LA SANTIDAD Y COMO FUNDAMENTO DE LA ESTRUCTURA SOCIAL
Del Discurso Es para mí, a un grupo de Obispos de Colombia, en la visita ad limina, 15 diciembre 1989
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4. También la familia tiene una particular importancia en orden a la santidad y como fundamento de toda la estructura social. En efecto, en ella convergen muchas de las cuestiones cruciales de la vida de una nación; entre otras, la formación y educación de la juventud, la estabilidad del orden moral, la continuidad de las tradiciones y el mismo progreso del hombre en cuanto tal.
En el ámbito de la nueva evangelización, la familia ha de ser una escuela de virtudes, cimentada en la santidad misma del matrimonio, y que se proyecte en todas las dimensiones de la comunidad. Ella ha de ser siempre el ambiente natural en el cual el cristiano se forme, madure su fe, descubra su vocación y se santifique (11).
La educación cristiana de la juventud en el seno de las familias juega un papel de primer orden para que surjan vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa. En efecto, es normalmente necesaria una formación cristiana básica, que manifestándose en la vida de piedad y en la práctica constante de las virtudes, constituya el terreno apropiado para que la llamada divina al sacerdocio pueda ser acogida, germine y se desarrolle. En este sentido, el Concilio Vaticano II califica la familia como el primer seminario, del cual procede la máxima contribución para el incremento de las vocaciones sacerdotales (12).
Dios ha querido bendecir vuestras comunidades suscitando vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa para edificación de la Iglesia. Esto ha de ser motivo de acción de gracias al Señor por tantos dones recibidos y, al mismo tiempo, un estímulo para que, con espíritu de universalidad, sepáis compartir con las Iglesias más necesitadas. Así lo quise poner de relieve en mi Mensaje al III Congreso Misionero Latinoamericano, celebrado en Bogotá en 1987, bajo el lema: América Latina, llegó tu hora de ser evangelizadora, al decir que “América Latina está llamada a ser ‘el continente de la esperanza misionera’... enviando, desde su pobreza, mensajeros que anuncien a todas las gentes el ‘Evangelio, que es una fuerza de Dios para la salvación de todo el que cree’13” (14).
[AAS 82 (1989), 774-775]
11. Cfr. Gravissimum educationis, 3 [1965 10 28b/ 3]; Christifideles laici, 62 [1988 12 30/ 62].
12. Cfr. Optatam totius, 2 [1965 10 28ª/ 2].
13. Rm 1,16.
14. Nuntius scripto datus occasione oblata III Coetus Missionarii Americae Latinae, 5 die 6 iul. 1987: Insegnamenti di Giovanni Paolo II, X, 3 [1987] 37.