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[0030] • SAN GELASIO I, 492-496 • SANTIFICACIÓN DEL GENTIL POR LA UNIÓN CONYUGAL CON EL FIEL

De la Carta De pelagianis quidem –contra la herejía pelagiana–, hacia el año 493

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5.–[...] Se ha de tener en cuenta también lo que hemos advertido que hacen algunos, recordando lo que dice el Apóstol, hablando a los cónyuges y a los fieles, es decir: que el varón y la mujer gentil se santifican por la unión carnal con un fiel. Esto se aplica acertadamente a la unión conyugal: serán dos en una sola carne (1 Cor 7)[1]. Esto cabría entenderlo en este sentido: como el cuerpo del cónyuge fiel es templo de Dios, y ha sido purgado por la regeneración, y está santificado por la purificación de los misterios divinos, de alguna manera el cuerpo del cónyuge gentil se santificaría a través de la unión conyugal. Consiguientemente esta unión diferiría totalmente de la que ha sido consagrada por ambos cónyuges a los ídolos y está manchada, en tanto morada del espíritu inmundo; en aquélla, en efecto –por la ley y alianza conyugal–, la bendición divina llega hasta la parte gentil –aunque no lo sepa o no lo quiera– por medio de la carne con la que se ha unido.

[1]. [Gén 2, 24; 1 Cor 6,16].