[0073] • NICOLÁS I, 858-867 • DÉBITO CONYUGAL
De la Carta Sciscitatur a nobis, al Obispo de Salona (Yugoslavia), entre los años 858 y 867
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Cap. 2.–Deseas saber si la mujer que ha sido madrina de bautismo del hijo que su marido ha tenido con otra mujer, después puede unirse conyugalmente otra vez con su marido. Que pueden unirse lo decimos, porque, a tenor de los sagrados cánones [1], jamás un cónyuge puede separarse del otro bajo pretexto alguno de religión, a no ser por mutuo consentimiento. En efecto, es una gran maldad de la mujer si, teniendo aversión a su marido o no considerando su debilidad, obra mal bajo pretexto de religiosidad; sobre todo porque el apóstol ordena: “No os defraudéis –dice– el uno al otro, a no ser de común acuerdo por algún tiempo, para daros a la oración; y de nuevo volved a lo mismo a fin de que no os tiente Satanás de incontinencia” [2]. Por ello, si se prueba que eso [lo que se consulta] ha sido hecho no por acuerdo de los dos cónyuges, que no se defrauden el uno al otro, sino que vuelvan a lo mismo, no vayan a ser tentados por Satanás de incontinencia; sobre todo porque en otro lugar dice el apóstol, “la mujer no es dueña de su cuerpo sino el marido, e igualmente el marido no es dueño de su cuerpo, sino la mujer” [3].
[1]. Cf. conc. Roman. a. 826 c. 36, MG. Concil II, 582 [0826 0? 0?/36].
[2]. I Cor. 7, 5.
[3]. Ibid. 7, 4.
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Cap. II.–Nosse desideras, utrum mulier, quae viri filium ex alia femina genitum de sacro fonte levaverit, postmodum possit cum eodem viro iterum copulari. Quos ideo iungi posse decernimus, quia secundum sacros canones (3)[1] nisi ex amborum consensu nullius religionis obtentu debet coniunx dimittere coniugem. Pertinet autem ad ingens uxoris exitium, quae habens odio virum vel infirmitatem ipsius non considerans quasi causa pietatis operatur impietatem; maxime cum praecipiat apostolus: ‘Nolite’, inquiens, ‘fraudare invicem, nisi ex consensu ad tempus, ut vacetis orationi: et iterum revertimini in id ipsum, ne temptet vos satanas propter incontinentiam vestram’[2]. Ergo si non ex consensu utriusque coniugis hoc factum fuisse probatur, non fraudentur invicem, sed revertantur in id ipsum, ne temptentur a satana propter incontinentiam, praesertim cum, iuxta quod alias idem testatur apostolus, ‘uxor sui corporis potestatem non habet, sed vir, sicut nec vir potestatem sui corporis habet, sed mulier’[3].
[MGH Epist 6, 657]
[1]. Cf. conc. Roman. a. 826 c. 36, MG. Concil II, 582 [0826 0? 0?/36].
[2]. I Cor. 7, 5.
[3]. Ibid. 7, 4.