[0187] • PÍO VI, 1775-1799 • EXTRACCIÓN DEL FETO DE LA MADRE MUERTA
De la Respuesta del Santo Oficio al Vicario Apostólico de Sut-Chuen (China), 15 febrero 1780
1780 02 15b 0001
[1.–] El caso de que habla el Ritual Romano cuando al tratar del bautismo de párvulos dice: Si muriera una madre encinta, el feto sea extraído cuanto antes[1], también aquí ocurre entre cristianos, pero la regla predicha nunca ha sido observada ni divulgada. Las razones son: suma repugnancia entre los chinos a tal operación, absoluta ignorancia del arte anatómica, gravísimo peligro de que se levanten atroces calumnias contra la religión y tener que sostener graves persecuciones con peligro de salud y vida los que se atreven a ejecutar tal operación, si el hecho llegara a conocimiento de los infieles, lo cual es muy fácil que suceda. Las dichas causas, ¿podrán excusar el silencio?
1. Tit. II, c. I, de sacramento baptismi rite administrando, n. 17.
1780 02 15b 0002
[2.–]Respuesta: Aunque cauta y prudentemente se ha de obrar, a fin de que cuando vamos en busca de pocos, no perdamos a muchos, sin embargo se ha de hacer porque se divulgue la operación prescrita por el Ritual, no sea que parezca que echamos en olvido a aquellos que manifiestamente necesitan de caridad más abundante. Es, por tanto, oficio de los misioneros de que poco a poco y oportunamente hagan conocer a los de Sut-Chuen la pérdida lamentable de los niños que se encuentran en el seno de las madres muertas, a las que, sin embargo, pide la caridad y la solicitud eclesiástica remediar, en cuanto se puede. No les debe parecer mal a los de Sut-Chuen ni a otros fieles el abrir a la madre muerta, cuando el costado del Señor fue abierto por nuestra redención. Antes bien: es contrario a la razón y despiadado condenar al niño vivo a la eterna muerte por el pretexto de conservar una vana integridad y por el pudor de la madre difunta. Ciertamente que no es la modestia ni la virtud de donde se origina tanto mal. Pero aunque la extracción del feto del seno de la madre encinta y difunta se ha de hacer, como hemos dicho, y persuadir, sin embargo, Su Santidad expresamente previenen y prohibe que los misioneros se metan a pedir en casos concretos la cesárea, y mucho menos a ejecutarla ellos mismos. A los misioneros les basta el haber divulgado su conocimiento y procurar que aprendan a hacerla los cirujanos, hombres seglares, de suerte que, llegado el caso, quede a su cargo y oficio llevarla a la práctica.
[MEM, 63-64]
1780 02 15b 0001
[1.–] Ubi de baptizandis parvulis Rituale Romanum hoc praescribit scilicet: Si mater praegnans mortua fuerit, foetus quamprimum caute extrahatur1, huc usque inter christianos casus occurrit, sed regula prae scripta nunquam observata est, neque unquam promulgata. Rationes sunt: summa repugnantia quam sinenses habent ad eiusmodi sectionem, absoluta apud ipsos artis anatomicae imperitia, gravissimum periculum atroces calumnias contra religionem excitandi, gravesque persecutiones sustinendi cum discrimine salutis et vitae saltem pro iis qui sectionem tentare auderent, si factum ad notitiam gentilium perveniret, quod admodum facile est. Causae praedictae possuntne silentium excusare?
1. Tit. II, c. I, de sacramento baptismi rite administrando, n. 17.
1780 02 15b 0002
[2.–] R. Etsi caute prudenterque agendum sit, ne, cum paucos quae rimus, multos amittamus, agendum esse tamen, et sectionis a Rituali praescriptae notitia ingerenda, ne oblivisci videamur eos, quos abundantiori caritate manifestum est indigere. Erit proinde e missionariorum debito, paulatim et opportune commonere sutchuenses de miserrima parvulorum perditione in uteris matrum decedentium, quibus opitulari nihilominus, quoad humanae possunt vires, postulat christiana charitas, postulat ecclesiastica sollicitudo. Neque improbum videri debere sutchuensibus, aut ullis fidelibus, secare matrem mortuam, cum et Dominicum latus dissectum sit pro nostra redemptione. Illud potius rationi absonum atque ab omni pietate remotum pro inani quadam integritate pudoreque servando defunctae genitrici, viventem natum aeternae morti addicere. Certe non modestia, non virtus, unde tantum profluit malum. Haec autem foetus extractio de praegnantis defunctaeque alvo matris, quamvis patefacienda, ut dicimus, ac persuadenda sit, expresse tamen cavet, prohibetque Sanctitas Sua, ne missionarii in casibus particularibus se ingerant in demandanda sectione, multoque minus in ea peragenda. Sat proinde missionariis fuerit illius notitiam edidisse, curasseque ut eius perficiendae rationem perdiscant, qui chirurgicis intendunt, laici homines, tum vero, cum casus tulerit, eiusdem praxim ipsorum oneri ac muneri reliquisse.
[CICF 4, 116]