[0204] • PÍO VII, 1800-1823 • PRIVILEGIO PAULINO
De la Respuesta de la Sagrada Congregación para la Propagación de la Fe (Congregación Particular para China), 5 marzo 1816
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1.–Si a efectos de disolver el matrimonio en virtud del privilegio en favor de la fe concedido por Cristo el Señor y promulgado por el Apóstol [1], debe, por derecho divino, interpelarse a la parte que queda en la infidelidad; cosa, que por tanto, es de tal manera necesaria que, cuando no se hace, no puede en manera alguna procederse a la disolución del matrimonio. O si, en cambio, afecta sólo a la forma judicial, de manera que se requiere tan sólo para que la disolución se haga lícitamente, especialmente en el caso de que conste por otro lado, con indicios moralmente ciertos, que el otro cónyuge ni está dispuesto a abrazar la fe, ni a cohabitar sin ofensa del Creador.
[1]. [Cf. 1 Cor. 7, 12-15].
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Resp.: A 1.–En el caso de que se trata, no ha lugar a la disolución del matrimonio contraído en la infidelidad, a no ser que previamente se haga la interpelación o a no ser que se obtenga, por causas legítimas, la dispensa Apostólica de la interpelación.
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2.–En el supuesto de que se responda afirmativamente a la primera parte, se pregunta si es suficiente con averiguar tan sólo si va a convertirse a la Religión, es decir, si la parte que permanece en la infidelidad desea convertirse, o no, tal como piensan algunos misioneros, apoyados en la autoridad de Tomás Sánchez [2]. O si más bien se requiere además –y esto de manera esencial y absoluta– la interpelación de si la parte que queda en la infidelidad consiente al menos en cohabitar sin ofensa del Creador, hasta tal punto que –de omitirse– el matrimonio no puede disolverse ni lícita, ni válidamente.
[2]. [Cf. De Matrimonii Sacramento, lib. 7, disp. 74, ed. L. Anisson (Lugduni 1739), tomo 2, 46-47].
[3]. [1199 05 01/1].
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A 2.–Debe interpelarse al cónyuge infiel no sólo sobre si está dispuesto a convertirse, sino también, en el caso de que no quiera convertirse, si está dispuesto a cohabitar con el cónyuge fiel sin ofensa del Creador, según la disposición de Inocencio III, en el Cap. Quanto, De divortiis[3].
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3.–Si cuando el marido se separa solemnemente de la mujer, es decir, presentando el libelo de repudio ante los principales del lugar a tenor de las leyes del Reino, equivale y debe tenerse como una interpelación, dado que de ese modo se conoce con toda certeza la voluntad del marido, que de ninguna manera quiere tener ya más como esposa a la citada mujer; o si por el contrario, sin tener en cuenta para nada el repudio, también en este caso se requiere la doble interpelación prescrita por el derecho, para disolver válidamente el matrimonio.
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A 3.–Se debe hacer la interpelación, también en el caso de que se trata, en cuanto sea posible; si no, hay que recurrir a la Sede Apostólica para obtener la dispensa.
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4.–Se pregunta cuál es el comportamiento a seguir por el misionero con la mujer infiel, que sin motivo alguno relacionado con el adulterio, ha sido repudiada por su marido, que es también infiel y que se ha casado con otra, en el caso de que aquélla (la primera) pida bautizarse y exista la sospecha de que volvería con su marido, si éste se lo pidiera, y consintiera en cohabitar sin ofensa del Creador. ¿Debe interrogarla primero sobre esta cuestión, y mientras tanto diferir el bautismo, hasta que esté mejor dispuesta, aún con peligro de que muera sin el bautismo? ¿Qué hacer cuando dé su conformidad, pero únicamente con esta condición: cuando haya abandonado a la concubina?
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A 4.–No hay dificultad ninguna en administrar el Bautismo a la mujer –del caso que se trata–, con tal de que, por otra parte, tenga una instrucción suficiente.
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5.–Se pregunta si el adulterio es causa para que los cónyuges infieles –lo mismo que los cristianos– puedan separarse de por vida, de tal manera que la parte inocente –cuando se haya bautizado– tenga libertad plena para repudiar a la otra parte o pasar la vida en estado de viudez, aun cuando (la parte culpable) quiera reconciliarse y cohabitar sin ofensa del Creador.
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A 5.–El cónyuge convertido a la fe y bautizado puede –en el caso de adulterio del cónyuge no convertido– pedir y vivir separación de hecho, aunque el infiel pida perdón y quiera cohabitar sin ofensa del Creador.
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6.–Cuando el marido infiel a su mujer, que ha recibido el Sagrado Bautismo, le permite observar la Religión, y por otro lado nada le manda formalmente que sea pecado mortal, aunque, sin embargo, en el uso del matrimonio de tal manera intenta arrastrarla a acciones gravemente contrarias a la castidad matrimonial, que la mujer está siempre en grave peligro de pecar mortalmente: Se pregunta, en este caso, si la mujer referida puede dejarle y volverse a casar. Y qué hacer cuando el peligro no viene del otro cónyuge, sino de los demás que viven en la casa, p. ej., del suegro que solicita a incesto a su nuera, o de la suegra, mujer muy pendenciosa y muy adicta a supersticiones.
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A 6.–La mujer convertida puede separarse del marido infiel y volverse a casar, en caso de que éste la induzca a pecar gravemente contra la castidad matrimonial (cap. Quanto[4] y cap. Gaudemus[5] de Inocencio III, De divortiis). Pero si esta inducción a pecar gravemente a la mujer convertida proviene no de su marido infiel, sino de otros que viven también en su casa, como por ejemplo, el suegro o la suegra, la mujer fiel puede entonces, si no cuenta con otros medios, dejar esa casa en la que se le induce a pecar gravemente; pero no tiene potestad para disolver el matrimonio y celebrar otro.
[4]. [Ibidem].
[5]. [1201 0? 0?/1].
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1.–Utrum ad effectum matrimonii dissolvendi iuxta privilegium in favorem fidei a Christo Domino concessum, el ab Apostolo promulgatum [1], interpellatio partis in infidelitate perseverantis sit de iure divino, atque adeo necessaria ut, ea neglecta, nullus plane habeatur matrimonii dissolvendi locus: An solum pertineat ad formam iudicialem, nec requiratur nisi ut dissolutio licite fiat, praesertim cum aliunde constat, indiciis moraliter certis, alterum coniugum nec fidem amplecti, nec sine contumelia Creatoris velle cohabitare.
[1]. [Cf. 1 Cor. 7, 12-15].
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R. Ad 1.–Non esse locum dissolutioni matrimonii in infidelitate contracti, in casu de quo agitur, nisi interpellatione praemissa, aut nisi obtenta, legitimis ex causis, super interpellatione Apostolica dispensatione.
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2.–Posito quod ad primam partem respondeatur affirmative, quaeritur num sola de Religione amplectenda sufficiat interrogatio, utrum scilicet pars in infidelitate remanens velit converti necne, quod, Thomae Sanchez [2] auctoritate freti, existimant aliqui ex missionariis; an potius interpellatio, utrum saltem pars in infidelitate perseverans absque Creatoris contumelia cohabitare consentiat, sit quoque essentialis et absolute requisita, ita ut, illa praetermissa, non solum non licite, sed etiam non valide matrimonium dissolvi queat.
[2]. [Cf. De Matrimonii Sacramento, lib. 7, disp. 74, ed. L. Anisson (Lugduni 1739), tomo 2, 46-47].
[3]. [1199 05 01/1].
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Ad 2.–Interpellandum esse coniugem infidelem, non solum an converti velit, sed etiam casu quo nolit converti, an velit cum coniuge fideli cohabitare sine contumelia Creatoris, iuxta dispositionem Innocentii III, Cap. Quanto, De divortiis[3].
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3.–Utrum solemnis uxoris expulsio a marito facta, videlicet dando libellum repudii coram pagi primoribus iuxta leges Regni, possit interpellationis locum tenere et pro ea reputari, cum certissime constet de istius mariti voluntate, illum nempe praefatam mulierem nullo modo in posterum uxorem velle habere; an potius, nulla repudii habita ratione, in iis etiam circumstantiis, duplex in iure praescripta ad validitatem dissolutionis matrimonii requiratur interpellatio.
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Ad 3.–Faciendam esse interpellationem, etiam in casu de quo agitur, si fieri possit, aut recurrendum esse ad Sedem Apostolicam pro obtinenda dispensatione.
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4.–Quaeritur quomodo se debeat gerere missionarius erga mulierem infidelem, absque ulla adulterii causa a suo marito etiam infideli repudiatam, qui aliam duxit, cum illa postulat baptizari, et est suspicio an sit animo patata ad revertendum ad suum maritum, si forte postea revocet, et sine contumelia Creatoris cohabitare consentiat. Debetne illam de hac re prius interrogare, atque interea baptismum differre, donec melius sit disposita, etiam cum periculo moriendi absque baptismate? Quid autem si consentit, sed dumtaxat cum hac conditione, quando nimirum expulsa fuerit concubina.
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Ad 4.–Nihil obstare quominus mulieri, de qua in casu, modo aliunde sit sufficienter instructa, Baptisma conferatur.
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5.–Quaeritur an adulterium ansam praebeat coniugibus infidelibus, sicut et christianis, divortium perpetuum celebrandi, ita ut parti innocenti omnino sit integrum, cum sacro fonte abluta fuerit, aut saeculo nuntium remittere, aut in statu viduitatis vitam transigere, licet pars altera reconciliari velit, et sine contumelia Creatoris cohabitare.
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Ad 5.–Coniugem ad fidem conversum et baptizatum posse facere divortium quoad torum, a coniuge infideli, ob adulterium ab eo commissum, quamvis iste veniam petat et velit cohabitare sine contumelia Creatoris.
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6.–Cum maritus infidelis suae uxori iam sacri Baptismi aquis tinctae, Religionem quidem servare permittit, nec aliquid peccati mortalis formaliter iubet; at illam in usu matrimonii ad multa gravia contra coniugalem castimoniam adeo importune pellicit ut mulier semper sit in gravi periculo peccandi mortaliter. Quaeritur, in hoc casu, an praefata mulier possit eum relinquere et ad alia vota transire. Quid autem si periculum non veniat ex altero coniuge, sed ab aliis qui in eadem domo sunt v. g. a socero qui suam nurum ad incestum sollicitat, vel a socru, muliere iurgiosissima et superstitionibus addictissima.
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Ad 6.–Mulierem conversam posse a viro infideli discedere, et ad alia vota transire, in casu quod ille eam pertrahat id gravia peccata contra coniugalem castimoniam (cap. Quanto[4] et cap. Gaudemus[5] Innocentii III, De divortiis). Quod si pertractio mulieris conversae id peccatum mortale non proveniat ab eius viro infideli, sed ab aliis qui in eius domo habitant, socero, exempli gratia, vel socru, posse mulierem fidelem, ubi alia media non suppetant, se subducere ab ea domo, ubi ad graviter peccandum pertrahitur; non vero posse matrimonium dissolvere et ad aliud transire.
[CICF 7, 225-227]
[4]. [Ibidem].
[5]. [1201 0? 0?/1].