[0499] • PÍO XII, 1939-1958 • GENÉTICA Y EUGENESIA EN LA TRANSMISIÓN DE LA VIDA
Del Discurso Pendant ces dernières a los participantes en el “I Simposio Internacional de Genética Médica”, 7 septiembre 1953
1953 09 07 0016
[16.–] Por limitada que pueda ser la influencia directa sobre el patrimonio hereditario, la genética práctica no está reducida del todo al papel de espectador pasivo. La vida cotidiana muestra, desde luego, los efectos extremadamente perjudiciales de ciertas formas de obrar de los padres en la transmisión natural de la vida. Tales procedimientos, con las intoxicaciones y las infecciones que provocan, deben prohibirse en la medida de lo posible, y la genética busca e indica los medios de conseguir este fin. Sus conclusiones llegan en particular a las combinaciones de patrimonios de diversas líneas; señala las que es preciso favorecer, aquéllas que se pueden tolerar y las que se deben desaconsejar desde el punto de vista de la genética y de la eugenesia.
1953 09 07 0017
[17.–] La tendencia fundamental de la genética y de la eugenesia es influir en la transmisión de factores hereditarios para promover aquello que es bueno y eliminar lo nocivo; esta tendencia fundamental es irreprochable desde el punto de vista moral. Pero ciertos métodos para alcanzar el fin perseguido y ciertas medidas de protección, son moralmente discutibles, al igual que una estimación excesiva por los fines de la genética y de la eugenesia. Permitidnos citar las declaraciones de uno de los más importantes genetistas actuales; en una carta que acaba de dirigimos, lamenta, que, a pesar de sus enormes progresos, la genética, “desde el punto de vista técnico y analítico, se haya sumergido en múltiples errores doctrinales, tales como el racismo, el mutacionismo aplicado a la filogénesis para explicar en términos modernos el evolucionismo darwiniano, el control de los nacimientos de todos los tarados o presuntos tarados por medios preventivos o prácticas abortivas, la obligación del certificado prenupcial, etc.”.
1953 09 07 0018
[18.–] En efecto, existen ciertas medidas de defensa genéticas y eugenésicas que el buen sentido moral y la moral cristiana sobre todo, deben rechazar en los principios como en la práctica.
1953 09 07 0019
[19.–] Entre el número de medidas que lesionan la moralidad se cuenta el “racismo” ya aludido, la esterilización eugenésica. Nuestro Predecesor Pío XI y Nos mismo nos hemos visto obligados a declarar contraria a la ley natural, no solamente la esterilización eugenésica, sino toda esterilización de un inocente, definitiva o temporal del hombre o de la mujer. Nuestra oposición a la esterilización era y permanece firme, porque a pesar del fin del racismo, no se ha cesado de desear y de intentar suprimir, por medio de la esterilización, una descendencia cargada de enfermedades hereditarias.
1953 09 07 0020
[20.–] Otro camino conduce al mismo fin: la prohibición del matrimonio o su imposibilidad física por el internamiento de aquéllos cuya herencia está tarada, son igualmente rechazables. El objetivo perseguido es bueno en sí, pero el medio de conseguirlo lesiona el derecho personal a contraer y a usar del matrimonio. Cuando el portador de una tara hereditaria no es apto para conducirse humanamente ni, por consiguiente, para contraer matrimonio, o cuando más tarde se ha hecho incapaz de reivindicar por un acto libre el derecho adquirido por un matrimonio válido, se le puede impedir de una manera lícita el procrear un nuevo ser. Fuera de estos casos, la prohibición del matrimonio y de las relaciones matrimoniales por motivos biológicos, genéticos y eugenésicos es una injusticia, cualquiera que sea aquél que imponga tal prohibición, es decir, ya sea un particular o los poderes públicos.
1953 09 07 0021
[21.–] Existe ciertamente el derecho y, en la mayor parte de los casos, el deber de advertir a aquéllos que son realmente portadores de una herencia muy tarada, de la carga que pueden hacer gravitar sobre sí mismos, sobre su cónyuge y sobre su descendencia; esta carga puede llegar a ser intolerable. Pero desaconsejar no es prohibir. Pueden existir otros motivos, sobre todo morales y de orden personal, de tal clase que autoricen a contraer y a usar del matrimonio incluso en las indicadas circunstancias.
1953 09 07 0022
[22.–] Para justificar la esterilización eugenésica directa o la alternativa del internamiento se pretende que el derecho al matrimonio y a los actos que el mismo implica no se viole por la esterilización, incluso prenupcial, total y ciertamente definitiva. Este intento de justificación está condenado al fracaso. Si para un espíritu sensato el hecho en cuestión es dudoso, la incapacidad para el matrimonio es igualmente dudosa, y es entonces el momento de aplicar el principio de que el derecho de casarse persiste mientras lo contrario no se pruebe con certeza. Así pues, en este caso, el matrimonio debe ser permitido; pero la cuestión de su validez objetiva queda abierta. Si, por el contrario, no subsiste ninguna duda sobre el hecho mencionado de la esterilización, es prematuro afirmar que el derecho al matrimonio no queda, a pesar de ello, puesto en cuestión y, en todo caso, esta aserción permite las más fundadas dudas.
1953 09 07 0023
[23.–] Réstanos hablar de otras tentativas erróneas para evitar las taras hereditarias y que el texto citado llama “medios preventivos y prácticas abortivas”. Éstas no han de entrar en el problema de las indicaciones eugenésicas porque son en sí mismas rechazables.
1953 09 07 0024
[24.–] He aquí, señores, lo que queríamos decir. Los principios prácticos que persigue la genética son nobles, dignos de ser reconocidos y alentados. Para la apreciación de los medios destinados a obtener estos fines es imprescindible el conocimiento, siempre consciente, de la diferencia fundamental entre el mundo vegetal y el animal de una parte y el hombre de otra. En aquél los medios de mejorar las especies y las razas están a su entera disposición. Aquí, por el contrario, en el mundo del hombre nos hallamos siempre ante seres personales, ante derechos intangibles, ante individuos que, por su parte, están obligados por normas morales inflexibles cuando ejercen su aptitud para procrear. Así, el Creador mismo ha establecido en el terreno moral barreras que ningún poder humano puede sobrepasar.
1953 09 07 0025
[25.–] Ojalá pueda vuestra ciencia encontrar en la moralidad pública y en el orden social un apoyo firme cuando se trata del matrimonio de hombres sanos y normales y de la vida matrimonial para poder en general desarrollarse fácil y libremente de acuerdo con las leyes que el Creador mismo ha escrito en el corazón del hombre y que Él ha confirmado por su Revelación. Sin duda encontraréis en ella los más preciosos socorros para vuestros esfuerzos, en pro de los cuales y sobre los cuales Nos deseamos e invocamos las más abundantes bendiciones de Dios.
[EM, 684-689]
1953 09 07 0016
[16.–] Aussi limitée que puisse être l’influence directe sur le patrimonie héréditaire, la génétique pratique n’est pas du tout réduite au rôle de spectateur passif. La vie quotidienne déjà montre les effets extrêmement nuisibles de certaines façons d’agir des parents dans la transmission naturelle de la vie. De tels procédés avec les intoxications et les infections qu’ils provoquent sont à prohiber autant que possible et la génétique cherche et indique les moyens d’atteindre ce but. Ses conclusions portent en particulier sur les combinaisons de patrimoines de diverses lignées: elle signale celles qu’il faut favoriser, celles que l’on peut tolérer et celles que l’on doit déconseiller au point de vue de la génétique et de l’eugénique.
1953 09 07 0017
[17.–] La tendance fondamentale de la génétique et de l’eugénique est d’influencer la transmission des facteurs héréditaires pour promouvoir ce qui est bon et éliminer ce qui est nocif; cette tendance fondamentale est irréprochable au point de vue moral. Mais certaines méthodes pour atteindre le but donné et certaines mesures de protection sont moralement contestables, de même par ailleurs qu’une estime déplacée pour les fins de la génétique et de l’eugénique. Permettez-Nous de citer les déclarations ddes plus importants généticiens actuels: dans une lettre qu’il vient de Nous adresser, il regrette que, malgré ses progrès énormes, la génétique “au point de vue technique et analytique se soit empêtrée dans de multiples erreurs doctrinales, telles que le racisme, le mutationnisme appliqué a la phylogénèse pour expliquer en termes modemes l’évolutionnisme darwinien, le contrôle des naissances de tous les tarés ou présumés tels par des moyens préventifs ou des pratiques abortives, l’obligation du certificat prénuptial, etc.”.
1953 09 07 0018
[18.–] En fait, il est certaines mesures de défense génétiques et eugéniques que le bon sens moral, et la morale chrétienne surtout, doivent rejeter en principe comme en pratique.
1953 09 07 0019
[19.–] Au nombre des mesures qui lèsent la moralité, on compte le “racisme” déjà cité, la stérilisation eugénique. Notre prédécesseur Pie XI et Nous-même avons été amenés à déclarer contraire à la loi naturelle non seulement la stérilisation eugénique, mais toute stérilisation directe d’un innocent, définitive ou temporaire, de l’homme ou de la femme. Notre opposition à la stérilisation était et reste ferme, car, malgré la fin du “racisme”, on n’a cessé de désirer et de chercher à supprimer par la stérilisation une descendance chargée de maladies héréditaires.
1953 09 07 0020
[20.–] Un autre chemin conduit au même but: l’interdiction du mariage ou son impossibilité physique par l’internement de ceux dont l’hérédité est tarée sont également à rejeter. L’objectif poursuivi est bon en soi, mais le moyen de l’obtenir lèse le droit personnel à contracter et à user du mariage. Quand le porteur d’une tare héréditaire n’est pas apte à se conduire humainement, ni par conséquent à contracter mariage, ou lorsque plus tard il est devenu incapable de revendiquer par un acte libre le droit acquis par un mariage valide, on peut l’empêcher d’une manière licite de procréer une nouvelle vie. Hors de ces cas, l’interdiction du mariage et des rapports matrimoniaux pour des motifs biologiques, génétiques et eugéniques est une injustice, quel que soit celui qui porte cette interdiction, un particulier ou les pouvoirs publics.
1953 09 07 0021
[21.–] Certainement, on a raison, et dans la plupart des cas le devoir, de faire remarquer à ceux qui sont certainement porteurs d’une hérédité très chargée, quel fardeau ils sont sur le point de s’imposer à eux-mêmes, au conjoint et à leur descendance; ce fardeau deviendra peut-être intolérable. Mais déconseiller n’est pas interdire. Il peut y avoir d’autres motifs, surtout moraux et d’ordre personnel, qui l’emportent tellement qu’ils autorisent à contracter et à user du mariage même dans les circonstances indiquées.
1953 09 07 0022
[22.–] Pour justifier la stérilisation eugénique directe ou l’alternative de l’internement, on prétend que le droit au mariage et aux actes qu’il implique n’est pas atteint par la stérilisation, même prénuptiale, totale et certainement définitive. Cet essai de justification est condamné a l’échec. Si, pour un esprit sensé, le fait en question est douteux, l’inaptitude au mariage est elle aussi douteuse et c’est le moment d’appliquer le principe que le droit de se marier persiste aussi longtemps que le contraire n’est pas prouvé avec certitude. Aussi dans ce cas le mariage doit être permis; mais la question de sa validité objective reste ouverte. Si par contre il ne subsiste aucun doute sur le fait susdit de la stérilisation, il est prématuré d’affirmer que le droit au mariage n’est malgré cela pas mis en question et, en tout cas, cette assertion permet les doutes les plus fondés.
1953 09 07 0023
[23.–] Il reste à parler des autres tentatives aberrantes pour éviter les tares héréditaires et que le texte cité appelle “moyens préventifs et pratiques abortives”. Elles n’entrent même pas en question pour l’indication eugénique, parce qu’elles sont en soi à rejeter.
1953 09 07 0024
[24.–] Voilà, Messieurs, ce que Nous avions à vous dire. Les buts pratiques que poursuit la génétique sont nobles, dignes d’être reconnus et encouragés. Puisse-t-elle seulement dans l’appréciation des moyens destinés à réaliser ces buts rester toujours consciente de la différence fondamentale entre le monde végétal et animal, d’une part, et l’homme d’autre part. Là, les moyens d’améliorer les espèces et les races sont à son entière disposition. Ici par contre, dans le monde de l’homme, elle a toujours devant elle des êtres personnels, aux droits intangibles, des individus qui de leur côté sont tenus par des normes morales inflexibles, quand ils exercent leur aptitude à susciter une nouvelle vie. Ainsi, le Créateur lui-même a établi dans le domaine moral des barrières, qu’il n’appartient à aucun pouvoir humain de lever.
1953 09 07 0025
[25.–] Puisse votre science trouver dans la moralité publique et l’ordre social un appui ferme quand il s’agit pour la vie matrimoniale des hommes sains et normaux, et pour la vie matrimoniale en général, de pouvoir se développer facilement et librement d’après les lois que le Créateur lui-même a écrites dans le coeur de l’homme, et qu’Il a confirmées par sa Révélation.
[AAS 45 (1953), 605-607]