[0621] • PAULO VI, 1963-1978 • HONOR DE TENER UN HIJO SACERDOTE
Del Saludo a un grupo de padres de sacerdotes, en la Audiencia General, 4 mayo 1966
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[4.–] ¡Cuánto respeto profesa la Iglesia a los padres de sus sacerdotes! ¡Con cuánta estima los rodea! Quisiéramos, queridos hijos e hijas, que el recibimiento que se os ha dispensado aquí en este día sea para vosotros un vivo testimonio de ello.
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[5.–] A continuación de un Concilio, que se ha ocupado en dos importantes documentos “de la vida y del ministerio de los sacerdotes” y “de la formación sacerdotal”, la Iglesia se vuelve hacia vosotros con más confianza aún que en el pasado. Ella siente la necesidad de que le ayudéis a asegurar al sacerdocio una fecundidad cada vez mayor: la de vuestros hijos, en primer término, pero también dando a vuestros horizontes la extensión del mundo, la de todos los ministros de Dios, que en todas partes necesitan vuestra intercesión y vuestros ejemplos.
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[6.–] Si formáis una asociación es para adquirir en conjunto una conciencia más viva del inmenso honor que Dios os ha hecho depositando los tesoros del sacerdocio en las manos de vuestros hijos; para asumir con una mayor alegría la obligación de una especial santidad de vida, para exhortaros mutuamente y ayudaros por medio de retiros, conferencias, publicaciones, iniciativas todas que aprobamos y alentamos de corazón.
[E 26 (1966), 746]
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[4.–] Quel respect l’Église professe envers les parents de ses ministres! De quelle estime elle les entoure! Nous voudrions, chers Fils et Filles, que l’accueil qui vous est réservé ici en ce jour en soit pour vous le vivant témoignage.
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[5.–] Au lendemain d’un Concile qui s’est occupé, dans deux importants documents, “de la vie et du ministère des prêtres”, et “de la formation sacerdotale”, l’Église se tourne vers vous avec plus de confiance encore que par le passé. Elle a besoin que vous l’aidiez à assurer une toujours plus grande fécondité au sacerdoce: celui de vos enfants d’abord, bien sûr; mais aussi, élargissant votre horizon aux dimensions du monde, celui de tous les ministres de Dieu, qui ont partout besoin de vos intercessions et de vos exemples.
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[6.–] Si vous êtes associés, c’est bien pour prendre ensemble une plus vive conscience de l’immense honneur que Dieu vous a fait en déposant les trésors de son sacerdoce entre les mains de vos enfants; c’est donc pour assumer avec une plus grande joie ld’une particulière sainteté de vie, pour vous y exhorter mutuellement et vous y entr’aider par des retraites, des conférences, des publications: toutes initiatives que Nous approuvons et encourageons de tout coeur.
[Insegnamenti P VI, 4, 766-767]