[1196] • JUAN PABLO II (1978-2005) • LA FAMILIA, PRIMERA ESCUELA PARA LA FORMACIÓN MORAL Y RELIGIOSA
De la Homilía en la Misa de la fiesta del Bautismo de Jesús, 13 enero 1985
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3. [...] Y vosotros, queridos padres, que habéis engendrado físicamente a estos hijos vuestros, sed siempre conscientes, juntamente con los padrinos y madrinas, de esta generación espiritual y sobrenatural de vuestras criaturas. El nacimiento físico es de carácter temporal: el nacimiento a la vida de la gracia se efectúa durante todo el curso de la existencia terrena, y se cumple solamente en la vida eterna.
Así, pues, acordaos siempre, queridos padres, queridos padrinos y madrinas, de esta responsabilidad vuestra: “engendrar” a estas criaturas a la vida de los hijos de Dios. Lo deberéis, lo podréis hacer como miembros de la comunidad eclesial. La maternidad de la Iglesia debe pasar a través de vosotros. Ciertamente, esta maternidad se manifestará también, hasta cierto punto, por medio de la presencia del sacerdote, del religioso y de la religiosa. Pero jamás olvidéis la función insustituible, ejercida por un sano ambiente familiar, que justa y repetidamente es llamado la “Iglesia doméstica”. La familia es la primera escuela para la formación moral y religiosa y para la transmisión de los valores más queridos.
Esto, queridos hermanos y hermanas, es mi deseo: éste es mi anhelo. Que la luz y la fuerza del Espíritu, la asistencia de la Bienaventurada Madre de Dios y de la Iglesia os ayuden a llevar a vuestros hijos –a estos nuevos cristianos– a la plenitud de la gracia bautismal y a la santidad.
[DP (1985), 8]
1985 01 13 0003
3. [...] E voi, cari genitori, che avete generato fisicamente questi vostri figlioli, siate sempre consapevoli, insieme con i padrini e le madrine, di questa generazione spirituale e soprannaturale delle vostre creature. Il nascere fisico è di carattere temporale: il nascere alla vita della grazia si avvera per tutto il corso dell’esistenza terrena, e si compie solo nella vita eterna.
Ricordatevi dunque sempre, cari genitori, cari padrini e madrine, di questa vostra responsabilità: “generare” queste creature alla vita dei figli di Dio. Lo dovrete, lo potrete fare come membri della Comunità ecclesiale. La maternità della Chiesa deve passare attraverso di voi. Certamente, tale maternità si esprimerà anche, ad un certo punto, per il tramite della presenza del Sacerdote, del Religioso e della Religiosa. Ma non dimenticate mai la funzione insostituibile, esercitata da un sano ambiente familiare, quella che giustamente e ripetutamente è chiamata la “Chiesa domestica”. La famiglia è la prima scuola per la formazione morale e religiosa e per la trasmissione dei valori più cari.
Questo, cari fratelli e sorelle è il mio voto; questo, il mio auspicio. La luce e la forza dello Spirito, l’assistenza della Beata Vergine Madre di Dio e della Chiesa vi aiutino nel condurre i vostri figli –questi nuovi cristiani– alla pienezza della grazia battesimale ed alla santità.
[Insegnamenti GP II, 8/1, 76-77]