[1295] • JUAN PABLO II (1978-2005) • EL CUIDADO PASTORAL DE LA FAMILIA
Del Discurso The moment, a los Obispos de Australia, en Sidney (Australia), 26 noviembre 1986
1986 11 26 0010
10. Un área de nuestra solicitud por el Pueblo de Dios que nos preocupa profundamente, como Pastores, es la que se refiere a la vida familiar, y a los asuntos de la vida humana. No es necesario repetir aquí lo que vosotros ya sabéis muy bien como Pastores experimentados de vuestro pueblo: que la familia, en cuanto institución, necesita el cuidado pastoral adecuado de la Iglesia. Me he animado al saber el alcance de vuestro interés en esta cuestión y al informarme de los muchos programas pastorales prácticos y eficaces que se utilizan en Australia. El concepto cristiano del matrimonio y de la familia están encontrando oposición en una nueva perspectiva secular, pragmática e individualista, que ha ganado terreno en el área de la legislación y que tiene una cierta “aprobación” en la esfera de la opinión pública. La visión eclesial del matrimonio, la vida familiar y los asuntos de la vida en general, lejos de ser una doctrina del “hombre-práctico” o una posición de partido, es portadora de una verdad salvadora para la sociedad y para los individuos. Es necesario dar a conocer la posición de la Iglesia en toda su verdad y valor, en diálogo honrado con las fuerzas presentes en vuestro mundo cultural. En el diálogo entre fe y cultura, el papel legítimo de miembros competentes del laicado necesita ser estimulado y respetado, y ellos mismos necesitan sentir la guía y el apoyo de sus Pastores.
En la defensa de la vida y en la promoción del Plan Natural de la Familia, sabréis cómo realizar la colaboración mutua y cordial de los diversos grupos y organizaciones implicados en estas áreas. Con respeto a la multiplicidad de aproximaciones y métodos naturales, es vuestra tarea promover una colaboración que ayude a contrarrestar tanta confusión y duda respecto a los desafíos que tenéis por delante.
En el área particular de los avances en biogenética, la Santa Sede, como vosotros sabéis, está preparando un documento oficial, tras una amplia consulta, en primer lugar con las Conferencias Episcopales del mundo. Tengo la esperanza de que dentro de poco este documento será ya accesible y que constituirá un punto seguro de referencia para toda la comunidad eclesial, y por tanto para todos aquellos que en Australia y en cualquier parte están implicados en esta delicada tarea de la ciencia y sus implicaciones éticas. Ésta es también un área en que es importante para los obispos no descuidar la específica autoridad para enseñar que les corresponde, de acuerdo con su consagración y misión, siempre en el vínculo de la unidad, caridad y paz con el Obispo de Roma (cfr. Lumen gentium, 22).
[DP (1986), 222]
1986 11 26 0010
10. One area of our solicitude for God’s people which concerns us deeply as pastors is that which refers to family life, and human life issues. There is no need to repeat here what you well know as experienced pastors of your people: that the family as an institution needs the concerted pastoral and loving care of the Church. I have been encouraged on learning the extent of your interest in this matter and on being informed of the many practical and effective pastoral programmes which are in use here in Australia. The Christian concept of marriage and the family is being opposed by a new secular, pragmatic and individualistic outlook which has gained standing in the area of legislation and which has a certain “approval” in the realm of public opinion. The Church’s views on marriage, family life, and life issues in general, far from being a man-made doctrine or a partisan position, are bearers of a saving truth for society and for individuals. It is necessary to make the Church’s position known in all its truth and value, in honest dialogue with the forces present in your cultural world. In the dialogue between faith and culture the rightful role of competent members of the laity needs to be encouraged and respected, and they themselves need to feel the guidance and support of their pastors.
In the defence of life and in promoting Natural Family Planning you will know how to elicit the cordial and mutual collaboration of the various groups and organizations involved in these areas. With respect for the legitimate multiplicity of approaches and natural methods, it is your task to promote a collaboration that will help to offset any confusion or hesitation regarding the challenges to be faced.
In the particular area of advances in bio-genetics, the Holy See, as you know, is preparing an official document, after extensive consultation, in the first place with the world’s Bishops’ Conferences. It is my hope that before long this document will be available and that it will constitute a sure point of reference for the entire ecclesial community, and indeed for all those who in Australia and elsewhere are involved in this delicate area of science and its ethical implications. This too is an area in which it is important for Bishops not to neglect the specific teaching authority which is theirs according to their consecration and mission, always in the bonds of unity, charity and peace with the Bishop of Rome (15).
[AAS 79 (1987), 960-961]
15. Cfr. Lumen gentium, n. 22.