[1409] • JUAN PABLO II (1978-2005) • DEL MATRIMONIO
Del Título XVI –Del culto divino y, sobre todo, de los sacramentos–, Capítulo I –Del matrimonio–, del Código de Cánones de las Iglesias Orientales, 18 octubre 1990
1990 10 18 0776
776. § 1. La alianza matrimonial, establecida por el Creador y regulada por sus leyes, por la que el varón y la mujer constituyen entre sí un consorcio de toda la vida por el consentimiento personal irrevocable, se ordena por su índole natural al bien de los cónyuges y a la generación y educación de los hijos.
§ 2. Por institución de Cristo, el matrimonio válido entre bautizados es por eso mismo sacramento, por el que los cónyuges son unidos por Dios a imagen de la unión indefectible de Cristo con la Iglesia y son como consagrados y robustecidos por la gracia sacramental.
§ 3. Las propiedades esenciales del matrimonio son la unidad y la indisolubilidad, que en el matrimonio entre bautizados alcanzan una especial firmeza por razón del sacramento.
1990 10 18 0777
777. Del matrimonio surgen entre los cónyuges iguales derechos y obligaciones sobre lo que pertenece al consorcio de vida conyugal.
1990 10 18 0778
778. Pueden contraer matrimonio todos aquellos a quienes el derecho no se lo prohíbe.
1990 10 18 0779
779. El matrimonio goza del favor del derecho; por lo que, en la duda, se ha de estar por la validez del matrimonio, mientras no se pruebe lo contrario.
1990 10 18 0780
780. § 1. El matrimonio de los católicos, aunque sea católico uno solo de los contrayentes, se rige no sólo por el derecho divino, sino también por el canónico, sin perjuicio de la competencia de la autoridad civil sobre los efectos meramente civiles del matrimonio.
§ 2. El matrimonio entre un católico y un bautizado acatólico, salvo el derecho divino, se rige también:
1.º por el derecho propio de la Iglesia o Comunidad eclesial a la que pertenece el acatólico, si esta Comunidad tiene el derecho matrimonial propio;
2.º por el derecho al que está obligado el acatólico, si la Comunidad eclesial a la que pertenece carece de derecho matrimonial propio.
1990 10 18 0781
781. Si alguna vez la Iglesia debe juzgar sobre la validez del matrimonio de acatólicos bautizados:
1.º en lo que atañe al derecho al que las partes estaban obligadas en el tiempo de la celebración del matrimonio, guárdese el can. 780, § 2.;
2.º en lo que atañe a la forma de celebración del matrimonio, la Iglesia reconoce cualquier forma prescrita o admitida en el derecho al que las partes están sujetas en el tiempo de la celebración del matrimonio, con tal de que el consentimiento se haya expresado en forma pública y, si al menos una parte es un fiel de alguna Iglesia oriental acatólica, se haya celebrado el matrimonio con el rito sagrado.
1990 10 18 0782
782. § 1. Los esponsales, que laudablemente preceden al matrimonio según antiquísima tradición de las Iglesias orientales, se rigen por el derecho particular de la propia Iglesia sui iuris.
§ 2. La promesa de matrimonio no da origen a una acción para pedir la celebración del mismo; pero sí para el resarcimiento de daños, si en algún modo es debido.
Art. I. De la atención pastoral y de lo que deber preceder a la celebración del matrimonio
1990 10 18 0783
783. § 1. Los pastores de almas están obligados a procurar que los fieles cristianos se preparen para el estado matrimonial:
1.º por la predicación y la catequesis adaptada a los jóvenes y a los adultos, por las que los fieles cristianos se instruyan sobre la significación del matrimonio cristiano, las obligaciones de los cónyuges entre sí y el derecho primario y la obligación que tienen los padres de cuidar, en la medida de sus fuerzas, de la educación física, religiosa, moral, social y cultural de sus hijos;
2.º por la instrucción personal de los esposos al matrimonio, por la que éstos se disponen al nuevo estado.
§ 2. Se recomienda encarecidamente a los esposos católicos que, al celebrar el matrimonio, reciban la divina Eucaristía.
§ 3. Celebrado el matrimonio, los pastores de almas presten ayuda a los casados, para que, manteniendo y defendiendo fielmente la alianza conyugal, lleguen a una vida cada vez más santa y más plena en el ámbito de la propia familia.
1990 10 18 0784
784. Por el derecho particular de cada iglesia sui iuris, consultado el parecer con los obispos eparquiales de otras iglesias sui iuris que ejercen su potestad en el mismo territorio, establézcanse normas sobre el examen de los esposos y sobre los otros medios para realizar las investigaciones que se deben hacer antes del matrimonio, principalmente en lo que se refiere al bautismo y al estado libre, de manera que, diligentemente observadas, pueda procederse a la celebración del matrimonio.
1990 10 18 0785
785. § 1. Los pastores de almas tienen la obligación, según las necesidades de los lugares y de los tiempos, de rechazar con los remedios oportunos todos los peligros de una celebración del matrimonio inválida e ilícita; por consiguiente, antes de que se celebre el matrimonio, debe constar que nada se opone a su celebración válida y lícita.
§ 2. En peligro de muerte, si no pueden conseguirse otras pruebas, basta, a no ser que haya indicios en contra, la declaración de los esposos, bajo juramentos según los casos, de que están bautizados y libres de todo impedimento.
1990 10 18 0786
786. Todos los fieles cristianos están obligados a manifestar al párroco o al Jerarca del lugar, antes de la celebración del matrimonio, los impedimentos que conozcan.
1990 10 18 0787
787. El párroco que realiza las investigaciones comunicará cuanto antes su resultado al párroco a quien le pertenece bendecir el matrimonio, mediante documento auténtico.
1990 10 18 0788
788. Si después de diligentes investigaciones aún quedara alguna duda sobre la existencia de impedimento, el párroco lleve el asunto al Jerarca del lugar.
1990 10 18 0789
789. Aunque, por lo demás, el matrimonio puede celebrarse válidamente, el sacerdote, además de los otros casos determinados en el derecho, no bendiga sin la licencia del Jerarca del lugar:
1.º el matrimonio de los vagos;
2.º el matrimonio que no puede ser reconocido o celebrado según la ley civil;
3º el matrimonio de quien esté sujeto a obligaciones naturales, nacidas de una unión precedente, hacia una tercera parte o hacia los hijos nacidos de esa unión con aquella parte;
4º el matrimonio de un menor de edad, si sus padres lo ignoran o se oponen;
5º el matrimonio de aquel a quien por sentencia eclesiástica, se le prohibe pasar a un nuevo matrimonio, a no ser que cumpla unas condiciones;
6º el matrimonio de quien públicamente abandonó la fe católica, aunque no se haya pasado a una Iglesia o comunidad eclesial acatólica; el Jerarca del lugar no conceda la licencia en este caso, si no es observado el can. 814 con las debidas adaptaciones.
1990 10 18 0790
Art. II. De los impedimentos dirimentes en general
790. § 1. El impedimento dirimente inhabilita a la persona para contraer matrimonio válidamente.
§ 2. El impedimento invalida el matrimonio, aunque sólo lo tenga una de las partes.
1990 10 18 0791
791. Se considera público el impedimento que puede probarse en el fuero externo, en caso contrario, es oculto.
1990 10 18 0792
792. No se establezcan impedimentos dirimentes por el derecho particular de una Iglesia sui iuris si no es por causa gravísima, contrastado el parecer con los Obispos eparquiales de las otras Iglesias sui iuris, a quienes interese, y consultada la Sede Apostólica; ninguna autoridad inferior puede establecer nuevos impedimentos dirimentes.
1990 10 18 0793
793. Queda reprobada cualquier costumbre que introduzca un impedimento nuevo o sea contraria a los impedimentos existentes.
1990 10 18 0794
794. § 1. Puede el Jerarca del lugar prohibir en un caso especial el matrimonio a los fieles súbditos suyos, dondequiera que residan, y a los demás fieles adscritos a la propia Iglesia sui iuris y que de hecho moren dentro de los límites del territorio de la eparquía, pero sólo temporalmente, por causa grave y mientras ésta dure.
§ 2. Si se trata de un Jerarca del lugar que ejerce su potestad dentro de los límites del territorio de una Iglesia patriarcal, el Patriarca puede añadir una cláusula dirimente a tal prohibición; en los restantes casos, solamente la Sede Apostólica.
1990 10 18 0795
795. § 1. El jerarca del lugar puede dispensar a los fieles súbditos suyos, dondequiera que residan, y a los demás fieles adscritos a la propia Iglesia sui iuris y que de hecho moren dentro de los límites del territorio de la eparquía, de los impedimentos de derecho eclesiástico, exceptuados los siguientes:
1.º del orden sagrado;
2.º del voto público perpetuo de castidad emitido en un instituto religioso, a no ser que se trate de congregaciones de derecho eparquial,
3º del conyugicidio.
§ 2. La dispensa de estos impedimentos se reserva a la Sede apostólica; pero el patriarca puede dispensar de los impedimentos de conyugicidio y de voto público perpetuo de castidad emitido en las congregaciones de cualquier condición jurídica.
§ 3. Nunca se concede dispensa del impedimento de consanguinidad en línea recta o en segundo grado de línea colateral.
1990 10 18 0796
796. § 1. En peligro de muerte, el Jerarca del lugar puede dispensar a los fieles súbditos suyos, dondequiera que residan, y a los demás fieles que de hecho moren dentro de los límites del territorio de la eparquía, de la forma de celebración del matrimonio establecida por el derecho y de todos y cada uno de los impedimentos de derecho eclesiástico, ya sean públicos, ya ocultos, excepto el impedimento del orden sagrado del sacerdocio.
§ 2. En las mismas circunstancias y sólo en los casos en los que ni siquiera sea posible acudir al Jerarca del lugar, tienen la misma potestad de dispensar el párroco, el sacerdote que está dotado de la facultad de bendecir el matrimonio y el sacerdote católico de que se trata el can. 832, § 2; el confesor, sin embargo, tiene esta potestad, si se trata de un impedimento oculto, en el fuero interno, tanto en la confesión sacramental como fuera de ella.
§ 3. Se considera que no es posible acudir al Jerarca del lugar si esto sólo puede hacerse por otro modo que no sea la carta o el acceso personal.
1990 10 18 0797
797. § 1. Si el impedimento se descubre cuando ya está todo preparado para celebrar el matrimonio y éste no puede retrasarse sin peligro probable de daño grave hasta que se obtenga la dispensa de la autoridad competente, tienen la potestad de dispensar de todos los impedimentos, exceptuados los enumerados en el can. 795. § § 1, n.1 y 2, el Jerarca del lugar y, siempre que el caso sea oculto, todos los que se mencionan en el can. 796, § 2, observando las condiciones que allí se prescriben.
§ 2. Esta potestad vale también para convalidar un matrimonio, si existe el mismo peligro en la demora y no hay tiempo para recurrir a la autoridad competente.
1990 10 18 0798
798. Los sacerdotes a los que se refieren los can. 796 § 2 y 797, § 1, han de comunicar inmediatamente al jerarca del lugar la dispensa o la convalidación concedida para el fuero externo y ésta debe anotarse en el libro de matrimonios.
1990 10 18 0799
799. A no ser que determinen otra cosa el rescripto de la Sede Apostólica o, dentro de los límites de su competencia, los del Patriarca o del Jerarca del lugar, la dispensa de un impedimento oculto concedida en el fuero interno no sacramental se anotará en el archivo secreto de la curia eparquial y no es necesaria ulterior dispensa para el fuero externo, si el impedimento oculto llegase más tarde a hacerse público.
1990 10 18 0800
Art. III. De los impedimentos en particular
800. § 1. No pueden celebrar válidamente matrimonio el varón antes de los dieciséis años cumplidos ni la mujer antes de los catorce años también cumplidos.
§ 2. Puede el derecho particular de la Iglesia sui iuris establecer una edad superior para la celebración lícita del matrimonio.
1990 10 18 0801
801. § 1 La impotencia antecedente y perpetua para realizar el acto conyugal, tanto por parte del varón como de la mujer, ya absoluta, ya relativa, hace nulo el matrimonio por su misma naturaleza.
§ 2. Si el impedimento de impotencia es dudoso, con duda de derecho o de hecho, no se debe impedir el matrimonio ni, mientras persista la duda, declararlo nulo.
§ 3. La esterilidad ni prohibe ni dirime el matrimonio, sin perjuicio del can. 821.
1990 10 18 0802
802. § 1. Atenta inválidamente el matrimonio quien está ligado por el vínculo de un matrimonio anterior.
§ 2. Aunque el matrimonio anterior sea inválido o disuelto por cualquier causa, no es lícito celebrar otro matrimonio antes de que conste legítimamente y con certeza la invalidez o disolución del precedente.
1990 10 18 0803
803. § 1. No puede celebrarse válidamente matrimonio con los no bautizados.
§ 2. Si al celebrar el matrimonio una parte era comúnmente tenida por bautizada o su bautismo era dudoso, se ha de presumir, conforme al can. 779, la validez del matrimonio, hasta que se pruebe con certeza que uno de los contrayentes estaba bautizado y el otro no.
§ 3. Respecto a las condiciones de la dispensa se aplicará el can. 814.
1990 10 18 0804
804. Atenta inválidamente el matrimonio quien ha recibido el orden sagrado.
1990 10 18 0805
805. Atenta inválidamente el matrimonio quien emitió voto público perpetuo de castidad en un instituto religioso.
1990 10 18 0806
806. No puede celebrarse válidamente el matrimonio con la persona raptada o al menos retenida, con miras a celebrar matrimonio con ella, a no ser que después ésta, separada del raptor o del retentor y hallándose en lugar seguro y libre, elija el matrimonio voluntariamente.
1990 10 18 0807
807. § 1 Quien, con el fin de celebrar matrimonio con una determinada persona, causa la muerte del cónyuge de ésta o de su propio cónyuge, atenta inválidamente ese matrimonio.
§ 2. También atentan inválidamente el matrimonio entre sí quienes con una cooperación mutua, física o moral, causaron la muerte del cónyuge.
1990 10 18 0808
808. § 1. En línea recta de consanguinidad, es inválido el matrimonio entre todos los ascendientes y descendientes.
§ 2. En línea colateral, es inválido hasta el cuarto grado inclusive.
§ 3. Nunca debe permitirse el matrimonio cuando subsiste alguna duda sobre si las partes son consanguíneas en algún grado de línea recta o en segundo grado de línea colateral.
§ 4. El impedimento de consanguinidad no se multiplica.
1990 10 18 0809
809. § 1. La afinidad dirime el matrimonio en cualquier grado de la línea recta y en segundo grado de la línea colateral.
§ 2. El impedimento de afinidad no se multiplica.
1990 10 18 0810
810. § 1. El impedimento de pública honestidad surge:
1.º del matrimonio inválido después de instaurada la vida común;
2.º del concubinato notorio o público,
3º del establecimiento de la vida en común de aquellos que, obligados a la forma de celebración del matrimonio prescrita por el derecho, atentaron el matrimonio ante un funcionario civil o un ministro acatólico.
§ 2. Este impedimento dirime el matrimonio en el primer grado de la línea recta entre el varón y las consanguíneas de la mujer, así como entre la mujer y los consanguíneos del varón.
1990 10 18 0811
811. § 1. El parentesco espiritual que surge del bautismo entre el padrino y el bautizado y sus padres dirime el matrimonio.
§ 2. Si el bautismo se reitera bajo condición, no surge parentesco espiritual a no ser que nuevamente se admita al mismo padrino.
1990 10 18 0812
812. No pueden celebrar válidamente matrimonio entre sí quienes están unidos por parentesco legal proveniente de la adopción, en línea recta o en segundo grado de línea colateral.
1990 10 18 0813
Art. IV. De los matrimonios mixtos
813. Está prohibido, sin licencia previa de la autoridad competente, el matrimonio entre dos personas bautizadas, una de las cuales es católica y la otra acatólica.
1990 10 18 0814
814. El Jerarca del lugar puede conceder la licencia por causa justa; pero no debe otorgarla si no se cumplen las condiciones que siguen:
1.º que la parte católica declare que está dispuesta a evitar cualquier peligro de apartarse de la fe, y prometa sinceramente que hará cuanto le sea posible para que todos los hijos se bauticen y eduquen en la Iglesia católica;
2.º que se informe en su momento al otro contrayente sobre las promesas que debe hacer la parte católica, de modo que conste que es verdaderamente consciente de la promesa y de la obligación de la parte católica;
3.º que ambas partes sean instruidas sobre los fines y propiedades esenciales del matrimonio, que no pueden ser excluidas por ninguno de los dos.
1990 10 18 0815
815. Por el derecho particular de cada Iglesia sui iuris se establecerá el modo según el cual han de hacerse estas declaraciones y promesas, que son siempre necesarias, y se determinará la manera de que quede constancia de las mismas en el fuero externo y de que se informe a la parte acatólica.
1990 10 18 0816
816. Los Jerarcas del lugar y los demás pastores de almas deben cuidar de que no falte al cónyuge católico y a los hijos nacidos de matrimonio mixto la asistencia espiritual para cumplir sus obligaciones de conciencia, y han de ayudar a los cónyuges a fomentar la unidad del consorcio de vida conyugal y familiar.
1990 10 18 0817
Art. V. Del consentimiento matrimonial
817. § 1. El consentimiento matrimonial es el acto de la voluntad por el cual el varón y la mujer se entregan y aceptan mutuamente en alianza irrevocable para constituir el matrimonio.
§ 2. El consentimiento matrimonial no puede ser suplido por ningún poder humano.
1990 10 18 0818
818. Son incapaces de celebrar matrimonio:
1.º quienes carecen de suficiente uso de razón;
2.º quienes tienen un grave defecto de discreción de juicio acerca de los derechos y obligaciones esenciales del matrimonio que mutuamente se han de dar y aceptar;
3.º quienes no pueden asumir las obligaciones esenciales del matrimonio por causas de naturaleza psíquica.
1990 10 18 0819
819. Para que pueda haber consentimiento matrimonial, es necesario que los que celebran el matrimonio no ignoren al menos que el matrimonio es un consorcio permanente entre un varón y una mujer, ordenado a la procreación de los hijos mediante una cierta cooperación sexual.
1990 10 18 0820
820. § 1. El error acerca de la persona hace inválido el matrimonio.
§ 2. El error acerca de una cualidad de la persona, aunque sea causa del matrimonio, no dirime el matrimonio, a no ser que se pretenda esta cualidad directa y principalmente.
1990 10 18 0821
821. Quien celebra el matrimonio engañado por dolo provocado para obtener su consentimiento, acerca de una cualidad del otro contrayente, que por su naturaleza puede perturbar gravemente el consorcio de vida conyugal, celebra inválidamente.
1990 10 18 0822
822. El error acerca de la unidad, de la indisolubilidad o de la dignidad sacramental del matrimonio, con tal de que no determine la voluntad, no vicia el consentimiento matrimonial.
1990 10 18 0823
823. La certeza o la opinión acerca de la nulidad del matrimonio no excluye necesariamente el consentimiento matrimonial.
1990 10 18 0824
824. § 1. El consentimiento interno de la voluntad se presume que está conforme con las palabras o signos empleados al celebrar el matrimonio.
§ 2. Pero si uno de los contrayentes, o ambos, excluye con un acto positivo de la voluntad el matrimonio mismo o un elemento esencial del matrimonio o una propiedad esencial, celebra inválidamente el matrimonio.
1990 10 18 0825
825. Es inválido el matrimonio celebrado por violencia o por miedo grave proveniente de una causa externa, incluso el no inferido con miras al matrimonio, para librarse del cual alguien se vea obligado a casarse.
1990 10 18 0826
826. No puede celebrarse válidamente el matrimonio bajo condición.
1990 10 18 0827
827. Aunque el matrimonio se hubiera celebrado inválidamente por razón de un impedimento o defecto de la forma de celebración del matrimonio prescrita por el derecho, se presume que el consentimiento persevera, mientras no conste su revocación.
1990 10 18 0828
Art. VI. De la forma de celebrar el matrimonio
828. § 1. Solamente son válidos aquellos matrimonios que se celebran con el rito sagrado ante el Jerarca del lugar o el párroco del lugar o un sacerdote, a quien uno u otro hayan otorgado la facultad de bendecir el matrimonio, y ante dos testigos, al menos, de acuerdo con las prescripciones de los cánones que siguen, y quedando a salvo las excepciones de que se trata en los cán. 832 y 834, § 2.
§ 2. Se entiende aquí como rito sagrado la propia intervención del sacerdote que asiste y bendice.
1990 10 18 0829
829. § 1. El Jerarca del lugar y el párroco del lugar, una vez tomada posesión canónica del oficio y mientras desempeñan legítimamente su oficio, bendicen válidamente el matrimonio en cualquier parte dentro de los límites de su territorio, ya sean súbditos los esposos, ya no lo sean, con tal de que al menos una de las partes esté adscrita a su propia Iglesia sui iuris.
§ 2. El Jerarca y el párroco personal, en razón de su oficio, sólo bendicen válidamente el matrimonio de aquellos de los que uno al menos es súbdito suyo, dentro de los límites de su jurisdicción.
§ 3. El Patriarca goza por propio derecho de la facultad de bendecir por sí mismo los matrimonios en cualquier parte del orbe, guardadas las otras normas jurídicas que se deben observar, con tal de que al menos una de las partes esté adscrita a la Iglesia que él preside.
1990 10 18 0830
830. § 1. El Jerarca del lugar y el párroco del lugar, mientras desempeñan legítimamente su oficio, pueden conferir a los sacerdotes de cualquier Iglesia sui iuris, incluso de la Iglesia latina, la facultad de bendecir un matrimonio determinado dentro de los límites de su territorio.
§ 2. Sólo el Jerarca del lugar puede conferir la facultad general de bendecir los matrimonios, quedando firme el can. 302, § 2.
§ 3. Para que sea válida la concesión de la facultad de bendecir los matrimonios debe otorgarse expresamente a sacerdotes determinados, y, si se trata de facultad general, debe concederse por escrito.
1990 10 18 0831
831. § 1. El Jerarca del lugar o el párroco del lugar bendicen lícitamente el matrimonio:
1.º después de que les conste el domicilio o cuasidomicilio o residencia mensual o, si se trata de un vago, la actual residencia de uno de los esposos en el lugar del matrimonio;
2.º si faltan estas condiciones, una vez que hayan obtenido la licencia del Jerarca o del párroco del domicilio o del cuasidomicilio de una de las partes, a no ser que lo excuse una justa causa;
3.º también en el lugar exclusivo de otra Iglesia sui iuris, a no ser que lo prohíba expresamente el Jerarca que ejerce su potestad en este lugar.
§ 2. Celébrese el matrimonio ante el párroco del esposo, a no ser que el derecho particular indique otra cosa o que una causa justa lo excuse.
1990 10 18 0832
832. § 1. Si no hay sacerdote que sea competente conforme al derecho para celebrar el matrimonio, o no se puede acudir a él sin grave dificultad, quienes pretenden celebrar verdadero matrimonio pueden hacerlo válida y lícitamente estando presentes sólo los testigos:
1.º en peligro de muerte;
2.º fuera de peligro de muerte, con tal de que se prevea prudentemente que esa situación va a prolongarse durante un mes.
§ 2. En ambos casos, si hay otro sacerdote que pueda estar presente, ah de ser llamado, si se puede, para que bendiga el matrimonio, salvada la validez del matrimonio ante sólo los testigos; en las mismas circunstancias también puede llamarse a un sacerdote acatólico.
§ 3. Si el matrimonio se ha celebrado ante sólo los testigos, los cónyuges no olviden recibir cuanto antes de un sacerdote la bendición del matrimonio.
1990 10 18 0833
833. § 1. El Jerarca del lugar puede conceder a cualquier sacerdote católico la facultad de bendecir el matrimonio de los fieles de una Iglesia oriental acatólica, cuando no pueden acudir a un sacerdote de la propia Iglesia sin grave incomodo, si lo piden de propia voluntad y con tal de que nada se oponga a la válida y lícita celebración del matrimonio.
§ 2. El sacerdote católico, si es posible, antes de bendecir el matrimonio, lo comunicará a la autoridad competente de aquellos fieles.
1990 10 18 0834
834. § 1. La forma de celebración del matrimonio prescrita por el derecho ha de ser observada si, al menos, una parte de los que celebran el matrimonio está bautizada en la Iglesia católica o ha sido recibida en ella.
§ 2. Pero si la parte católica adscrita a alguna Iglesia oriental sui iuris celebra el matrimonio con otra parte que pertenece a la Iglesia oriental acatólica, la forma de celebración del matrimonio establecida por el derecho se requiere únicamente para la licitud; pero se requiere para la validez la bendición de un sacerdote, observadas las demás prescripciones del derecho.
1990 10 18 0835
835. La dispensa de la forma de celebración del matrimonio establecida por el derecho se reserva a la Sede Apostólica o al Patriarca, que no la concederán si no es por causa gravísima.
1990 10 18 0836
836. Fuera del caso de necesidad, en la celebración del matrimonio se deben observar las prescripciones de los libros litúrgicos y las legítimas costumbres.
1990 10 18 0837
837. § 1. Para celebrar válidamente el matrimonio es necesario que ambas partes se hallen presentes en un mismo lugar y expresen mutuamente el consentimiento matrimonial.
§ 2. No puede celebrarse válidamente matrimonio por procurador, a no ser que por el derecho particular de la propia Iglesia sui iuris se establezca otra cosa, en cuyo caso se han de proveer las condiciones bajo las cuales puede celebrarse el ma trimonio.
1990 10 18 0838
838. § 1. Celébrese el matrimonio en la iglesia parroquial o, con licencia del Jerarca del lugar o del párroco del lugar, en otro lugar sagrado; en otros lugares no puede celebrarse, a no ser con licencia del Jerarca del lugar.
§ 2. Acerca del tiempo de la celebración del matrimonio deben observarse las normas establecidas por el derecho particular de la propia Iglesia sui iuris.
1990 10 18 0839
839. Se prohíbe que, antes o después de la celebración canónica, haya otra celebración religiosa del mismo matrimonio para prestar o renovar el consentimiento matrimonial; asimismo, se prohíbe la celebración religiosa en la cual tanto el sacerdote católico como el ministro acatólico pidan el consentimiento de las partes.
1990 10 18 0840
840. § 1. Por causa grave y urgente puede el Jerarca del lugar conceder permiso de celebrar el matrimonio secreto, el cual conlleva la grave obligación de guardar secreto por parte del Jerarca del lugar, del párroco, del sacerdote dotado de la facultad de bendecir el matrimonio, de los testigos y de cualquiera de los cónyuges no consintiendo el otro en la divulgación.
§ 2. Cesa para el Jerarca del lugar la obligación de guardar secreto si, por la observancia del mismo, hay peligro inminente de escándalo grave o de grave injuria a la santidad del matrimonio.
§ 3. El matrimonio celebrado en secreto se anotará sólo en el libro especial, que se guardará en el archivo secreto de la curia eparquial, a no ser que lo impida una causa gravísima.
1990 10 18 0841
841. § 1. Después de celebrarse el matrimonio, el párroco del lugar donde se celebró o quien hace sus veces, aunque ninguno de ellos hubiera bendecido el matrimonio, debe anotar cuanto antes en el libro de matrimonios los nombres de los cónyuges, del sacerdote que los bendijo y de los testigos, y el lugar y día de la celebración del matrimonio y, si es el caso, la dispensa de la forma de celebración del matrimonio o de los impedimentos y su autor, juntamente con el impedimento y su grado, la facultad otorgada de bendecir el matrimonio y otras circunstancias, según la forma prescrita por el propio Obispo eparquial.
§ 2. Además, el párroco del lugar anote en el libro de bautizados que el cónyuge celebró matrimonio tal día en su parroquia; pero si el cónyuge fue bautizado en otra parte, envíe el párroco del lugar notificación del matrimonio, por sí mismo o por la curia eparquial, al párroco donde fue anotado el bautismo del cónyuge, y no descanse hasta que hubiera recibido noticia de la anotación del matrimonio en el libro de bautizados.
§ 3. Si el matrimonio se ha celebrado conforme al can. 832, el sacerdote, si lo bendijo, o en caso contrario los testigos y los cónyuges, deben procurar que la celebración del matrimonio se anote cuanto antes en los libros prescritos.
1990 10 18 0842
842. Si el matrimonio se convalida para el fuero externo o se declara nulo o se disuelve legítimamente por una causa distinta de la muerte, debe comunicarse esta circunstancia al párroco del lugar donde se celebró el matrimonio, para que se haga la anotación en los libros de matrimonios y de bautizados.
1990 10 18 0843
Art. VII. De la convalidación del matrimonio
1.º De la convalidación simple
843. § 1. Para convalidar el matrimonio que es nulo por causa de un impedimento dirimente, es necesario que cese el impedimento o se obtenga dispensa del mismo, y que renueve el consentimiento por lo menos el cónyuge que conocía la existencia del impedimento.
§ 2. Esta renovación se requiere para la validez de la convalidación, aunque ya desde el primer momento ambos contrayentes hubieran dado su consentimiento y no lo hubiesen revocado posteriormente.
1990 10 18 0844
844. La renovación del consentimiento debe ser un nuevo acto de voluntad sobre el matrimonio por parte de quien sabe u opina que fue nulo desde el comienzo.
1990 10 18 0845
845. § 1. Si el impedimento es público, ambos contrayentes han de renovar el consentimiento en la forma de celebración del matrimonio establecida por el derecho.
§ 2. Si el impedimento es oculto, basta que el consentimiento se renueve privadamnte y en secreto por el contrayente que conoce la existencia del impedimento, con tal de que el otro persevere en el consentimiento que dio; o por ambos contrayentes, si los dos conocen la existencia del impedimento.
1990 10 18 0846
846. § 1. El matrimonio inválido por defecto de consentimiento se convalida si consiente quien antes no había consentido, con tal de que persevere el consentimiento dado por la otra parte.
§ 2. Si no puede probarse el defecto de consentimiento, basta que privadamente y en secreto preste su consentimiento quien no lo había dado.
§ 3. Si el defecto de consentimiento puede probarse, es necesario que el consentimiento se renueve en la forma de celebración del matrimonio establecida por el derecho.
1990 10 18 0847
847. Para que se haga válido un matrimonio inválido por defecto de la forma de celebración del matrimonio establecida por el derecho, debe celebrarse de nuevo según esta forma.
1990 10 18 0848
2.º De la sanación en la raíz
848. § 1. La sanación en la raíz de un matrimonio inválido es la convalidación del mismo, sin que haya de renovarse el consentimiento, concedida por la autoridad competente; y lleva consigo la dispensa del impedimento, si lo hay, y de la forma de celebración del matrimonio establecida por el derecho, si no se observó, así como la retroacción al pasado de los efectos canónicos.
§ 2. La convalidación tiene lugar desde el momento en el que se concede la gracia; y se entiende que la retroacción alcanza hasta el momento en el que se celebró el matrimonio, a no ser que se diga expresamente otra cosa en la concesión.
1990 10 18 0849
849. § 1. La sanación del matrimonio en la raíz puede también concederse ignorándolo una de las partes o las dos.
§ 2. Sólo debe concederse la sanación en la raíz por una causa grave y cuando sea probable que las partes quieren perseverar en el consorcio de la vida conyugal.
1990 10 18 0850
850. § 1. Puede sanarse el matrimonio inválido con tal de que persevere el consentimiento de ambas partes.
§ 2. El matrimonio inválido por impedimento de derecho divino sólo puede sanarse válidamente después de haber cesado el impedimento.
1990 10 18 0851
851. § 1. Si falta el consentimiento en las dos partes o en una de ellas, el matrimonio no puede sanarse válidamente en la raíz, tanto si el consentimiento faltó desde el comienzo como si fue dado en el primer momento y luego fue revocado.
§ 2. Pero si faltó el consentimiento en el comienzo y posteriormente fue dado, puede concederse la sanación a partir del momento en el que se prestó el consentimiento.
1990 10 18 0852
852. El Patriarca y el Obispo eparquial pueden conceder en cada caso la sanación en la raíz si se opone a la validez del matrimonio el defecto de la forma de celebración del matrimonio establecida por el derecho o algún impedimento, del que ellos mismos pueden dispensar, y en los casos establecidos por el derecho a los que se hace referencia en el can. 814, siempre que se cumplan las condiciones; en los demás casos y cuando se trata de impedimento de derecho divino, que ya cesó, la sanación en la raíz sólo puede concederse por la Sede Apostólica.
1990 10 18 0853
Art. VIII. De la separación de los cónyuges
1.º De la disolución del vínculo
853. El vínculo sacramental del matrimonio, consumado el matrimonio, no puede ser disuelto por ningún poder humano, ni por ninguna causa fuera de la muerte.
1990 10 18 0854
854. § 1. El matrimonio contraído por dos personas no bautizadas se disuelve por el privilegio paulino en favor de la fe de la parte que ha recibido el bautismo, por el mismo derecho al celebrar esta parte un nuevo matrimonio, con tal de que la parte no bautizada se separe.
§ 2. Se considera que la parte no bautizada se separa, si no quiere cohabitar pacíficamente con la parte bautizada sin ofensa del Creador, a no ser que ésta, después de recibir el bautismo, le hubiera dado un motivo justo para separarse.
1990 10 18 0855
855. § 1. Para que la parte bautizada celebre válidamente un nuevo matrimonio se debe interpelar a la parte no bautizada:
1.º si quiere también ella recibir el bautismo;
2.º si quiere al menos cohabitar pacíficamente con la parte bautizada, sin ofensa del Creador.
§ 2. Esta interpelación debe hacerse después del bautismo; sin embargo, con causa grave, el Jerarca del lugar puede permitir que se haga antes, e incluso dispensar de ella, tanto antes como después del bautismo, si consta, al menos por un procedimiento sumario y extrajudicial, que no pudo hacerse o que hubiera sido inútil.
1990 10 18 0856
856. § 1 La interpelación se hará normalmente por la autoridad del Jerarca del lugar de la parte convertida, que ha de conceder al otro cónyuge, si lo pidió, un plazo de tiempo para responder, advirtiéndole, sin embargo, que, pasado inútilmente este plazo de tiempo, su silencio se entenderá como respuesta negativa.
§ 2. Si la forma arriba indicada no puede observarse, es válida y también lícita la interpelación hecha, incluso de modo privado, por la parte convertida.
§ 3. En los dos casos anteriores, debe constar legítimamente en el fuero externo que se ha hecho la interpelación y cuál ha sido su resultado.
1990 10 18 0857
857. La parte bautizada tiene derecho a celebrar nuevo matrimonio con persona católica:
1.º si la otra parte responde negativamente a la interpelación;
2.º si la interpelación fue legítimamente omitida;
3º si la parte no bautizada, interpelada o no, habiendo continuado en pacifica cohabitación, se separó después sin causa justa, en cuyo caso se hará previamente la interpelación a tenor de los can. 855 y 856.
1990 10 18 0858
858. Sin embargo, por causa grave, el Jerarca del lugar puede conceder que la parte bautizada, usando el privilegio paulino, celebre matrimonio con parte acatólica, bautizada o no, observando también las prescripciones de los cánones sobre los matrimonio mixtos.
1990 10 18 0859
859. § 1 Al recibir el bautismo en la Iglesia católica un no bautizado que tenga simultáneamente varias mujeres tampoco bautizadas, si le resulta duro permanecer con la primera de ellas, puede quedarse con una de las otras, apartando de sí a las demás; lo mismo vale para la mujer bautizada que tenga simultáneamente varios maridos no bautizados.
§ 2. En este caso, el matrimonio se ha de celebrar según la forma de celebración del matrimonio establecida por el derecho, observando también las demás prescripciones del derecho.
§ 3. Teniendo en cuenta la condición moral, social y económica de los lugares y de las personas, el Jerarca del lugar ha de cuidar de que, según las normas de la justicia, caridad y equidad, se provea suficientemente a las necesidades de aquellos que hayan sido abandonados.
1990 10 18 0860
860. El no bautizado a quien, una vez recibido el bautismo en la Iglesia católica, no le es posible restablecer la cohabitación con el otro cónyuge no bautizado por razón de cautividad o de persecución, puede celebrar otro matrimonio, aunque la otra parte hubiera recibido entretanto el bautismo, quedando en vigor el can. 853.
1990 10 18 0861
861. En caso de duda, el privilegio de la fe goza del favor del derecho.
1990 10 18 0862
862. El matrimonio no consumado puede ser disuelto con causa justa por el romano Pontífice, a petición de ambas partes o de una de ellas, aunque la otra se oponga.
1990 10 18 0863
2.º De la separación permaneciendo el vínculo
863. § 1 Se recomienda encarecidamente que el cónyuge, movido por la caridad y teniendo presente el bien de la familia, no niegue el perdón a la comparte adúltera ni interrumpa el consorcio de vida conyugal; si, a pesar de todo, no perdonase expresa o tácitamente esa culpa, tiene derecho a romper el consorcio de vida conyugal, a no ser que hubiera consentido en el adulterio, o hubiera sido causa del mismo, o él también hubiera cometido adulterio.
§ 2. Hay condonación tácita si el cónyuge inocente, después de haberse cerciorado del adulterio, prosigue espontáneamente en el trato marital con el otro cónyuge; la condonación se presume si durante seis meses continúa el consorcio de vida conyugal sin haber recurrido a la autoridad eclesiástica o civil.
§ 3. Si el cónyuge inocente rompe por su propia voluntad el consorcio de vida conyugal, debe proponer en el plazo de seis meses causa de separación ante la autoridad competente, la cual, ponderando todas las circunstancias, ha de considerar si es posible mover al cónyuge inocente a que perdone la culpa y no prolongue la separación.
1990 10 18 0864
864. § 1 Si uno de los cónyuges hace peligrosa o demasiado dura la vida común al otro cónyuge o a los hijos, proporciona al otro un motivo legítimo para separarse, con autorización del Jerarca del lugar y, si la demora implica un peligro, también por autoridad propia.
§ 2. Pueden establecerse por el derecho particular de una Iglesia sui iuris otras causa según las costumbres de los pueblos y las circunstancias de los lugares.
§ 3. Al cesar la causa de la separación, se ha de restablecer el consorcio de vida conyugal, a no ser que la autoridad competente determine otra cosa.
1990 10 18 0865
865. Realizada la separación de los cónyuges, hay que proveer siempre de modo oportuno a la debida sustentación y educación de los hijos.
1990 10 18 0866
866. El cónyuge inocente puede admitir de nuevo al otro al consorcio de vida conyugal, y es de alabar que así lo haga; y, en ese caso, renuncia al derecho de separarse.
[CCIO, 317-353]
1990 10 18 0776
776. § 1. Matrimoniale foedus a Creatore conditum eiusque legibus instructum, quo vir et mulier irrevocabili consensu personali totius vitae consortium inter se constituunt, indole sua naturali ad bonum coniugum ac ad filiorum generationem et educationem ordinatur.
§ 2. Ex Christi institutione matrimonium validum inter baptizatos eo ipso est sacramentum, quo coniuges ad imaginem indefectibilis unionis Christi cum Ecclesia a Deo uniuntur gratiaque sacramentali veluti consecrantur et roborantur.
§ 3. Essentiales matrimonii proprietates sunt unitas et indissolubilitas, quae in matrimonio inter baptizatos specialem obtinent firmitatem ratione sacramenti.
1990 10 18 0777
777. Ex matrimonio oriuntur inter coniuges aequa iura et obligationes circa ea, quae ad consortium vitae coniugalis pertinent.
1990 10 18 0778
778. Omnes possunt matrimonium inire, qui iure non prohibentur.
1990 10 18 0779
779. Matrimonium gaudet favore iuris; quare in dubio standum est pro validitate matrimonii, donec contrarium probetur.
1990 10 18 0780
780. § 1. Matrimonium catholicorum, etsi una tantum pars est catholica, regitur iure non solum divino, sed etiam canonico salva competentia auctoritatis civilis circa effectus mere civiles matrimonii.
§ 2. Matrimonium inter partem catholicam et partem baptizatam acatholicam salvo iure divino regitur etiam:
1.º iure proprio Ecclesiae vel Communitatis ecclesialis, ad quam pars acatholica pertinet, si haec Communitas ius matrimoniale proprium habet;
2.º iure, quo pars acatholica tenetur, si Communitas ecclesialis, ad quam pertinet, iure matrimoniali proprio caret.
1990 10 18 0781
781. Si quando Ecclesia iudicare debet de validitate matrimonii acatholicorum baptizatorum:
1.º quod attinet ad ius, quo partes tempore celebrationis matrimonii tenebantur servetur can. 780, § 2;
2.º quod attinet ad formam celebrationis matrimonii, Ecclesia agnoscit quamlibet formam iure praescriptam vel admissam, cui partes tempore celebrationis matrimonii subiectae erant, dummodo consensus expressus sit forma publica et, si una saltem pars est christifidelis alicuius Ecclesiae orientalis acatholicae, matrimonium ritu sacro celebratum sit.
1990 10 18 0782
782. § 1. Sponsalia, quae laudabiliter matrimonio praemittuntur ex antiquissima Ecclesiarum orientalium traditione, reguntur iure particulari propriae Ecclesiae sui iuris.
§ 2. Ex matrimonii promissione non datur actio ad petendam matrimonii celebrationem; datur tamen ad reparationem damnorum, si qua debetur.
1990 10 18 0783
783. § 1. Pastores animarum obligatione tenentur curandi, ut chri stifideles ad statum matrimonialem praeparentur:
1.º praedicatione et catechesi iuvenibus et adultis aptata, quibus christifideles instituantur de significatione matrimonii christiani, de obligationibus coniugum inter se necnon de iure primario et obligatione, quae parentes habent, filiorum educationem physicam, religiosam, moralem, socialem et culturalem pro viribus curandi;
2.º instructione sponsorum personali ad matrimonium, qua sponsi ad novum statum disponantur.
§ 2. Enixe commendatur sponsis catholicis, ut in matrimonio celebrando Divinam Eucharistiam suscipiant.
§ 3. Celebrato vero matrimonio pastores animarum auxilium coniugibus praebeant, ut matrimoniale foedus fideliter servantes atque tuentes ad sanctiorem in dies plenioremque in familia vitam ducendam perveniant.
1990 10 18 0784
784. Iure particulari uniuscuiusque Ecclesiae sui iuris, collatis consiliis cum Episcopis eparchialibus aliarum Ecclesiarum sui iuris in eodem territorio potestatem suam exercentibus, statuantur normae de examine sponsorum et de aliis mediis ad investigationes, praecipue quod ad baptismum et ad statum liberum spectat, quae ante matrimonium peragendae sunt, quibus diligenter observatis procedi potest ad matrimonii celebrationem.
1990 10 18 0785
785. § 1. Pastores animarum obligatione tenentur pro necessitatibus locorum et temporum omnia pericula a matrimonio invalide ac illicite celebrando remediis opportunis arcendi; ideo, antequam matrimonium celebratur, constare debet nihil eius validae ac licitae celebrationi obstare.
§ 2. In periculo mortis, si aliae probationes haberi non possunt, sufficit, nisi contraria assunt indicia, affirmatio sponsorum, si casus fert, etiam iurata, se baptizatos esse et nullo detineri impedimento.
1990 10 18 0786
786. Omnes christifideles obligatione tenentur impedimenta, si qua noverunt, parocho aut Hierarchae loci ante matrimonii celebrationem revelandi.
1990 10 18 0787
787. Parochus, qui investigationes peregit, de harum exitu statim per authenticum documentum certiorem faciat parochum, cuius est matrimonium benedicere.
1990 10 18 0788
788. Si quod dubium post accuratas investigationes adhuc superest de exsistentia impedimenti, parochus rem ad Hierarcham loci deferat.
1990 10 18 0789
789. Etsi matrimonium de cetero valide celebrari potest, sacerdos praeter alios casus iure determinatos sine licentia Hierarchae loci ne benedicat:
1.º matrimonium vagorum;
2.º matrimonium, quod ad normam iuris civilis agnosci vel iniri non potest;
3.º matrimonium eius, qui obligationibus naturalibus tenetur erga tertiam partem filiosve ex praecedenti unione cum illa parte ortos;
4.º matrimonium filii familias minoris insciis aut invitis parentibus;
5.º matrimonium eius, qui sententia ecclesiastica vetatur transire ad novum matrimonium, nisi quasdam condiciones implet;
6.º matrimonium eius, qui publice fidem catholicam abiecit, etsi ad Ecclesiam vel Communitatem ecclesialem acatholicam non transiit; Hierarcha loci vero hoc in casu licentiam ne concedat nisi servato can. 814 congrua congruis referendo.
1990 10 18 0790
790. § 1. Impedimentum dirimens personam inhabilem reddit ad matrimonium valide celebrandum.
§ 2. Impedimentum, etsi ex alterutra tantum parte se habet, matrimonium tamen reddit invalidum.
1990 10 18 0791
791. Publicum censetur impedimentum, quod probari in foro externo potest; secus est occultum.
1990 10 18 0792
792. Iure particulari Ecclesiae sui iuris impedimenta dirimentia ne statuantur nisi gravissima de causa, collatis consiliis cum Episcopis eparchialibus aliarum Ecclesiarum sui iuris, quorum interest, et consulta Sede Apostolica; nulla auctoritas inferior autem nova impedimenta dirimentia statuere potest.
1990 10 18 0793
793. Consuetudo novum impedimentum inducens aut impedimentis exsistentibus contraria reprobatur.
1990 10 18 0794
794. § 1. Hierarcha loci christifidelibus sibi subditis ubicumque commorantibus necnon ceteris christifidelibus propriae Ecclesiae sui iuris intra fines territorii eparchiae actu degentibus vetare potest matrimonium in casu speciali, sed ad tempus tantum, gravi de causa eaque perdurante.
§ 2. Si de Hierarcha loci agitur, qui intra fines territorii Ecclesiae patriarchalis potestatem suam exercet, Patriarcha tali vetito clausulam dirimentem addere potest; ceteris in casibus vero sola Sedes Apostolica.
1990 10 18 0795
795. § 1. Hierarcha loci christifideles sibi subditos ubicumque commorantes necnon ceteros christifideles propriae Ecclesiae sui iuris ascriptos et intra fines territorii eparchiae actu degentes dispensare potest ab impedimentis iuris ecclesiastici sequentibus exceptis:
1.º ordinis sacri;
2.º voti publici perpetui castitatis in instituto religioso emissi, nisi agitur de congregationibus iuris eparchialis;
3.º coniugicidii.
§ 2. Dispensatio ab his impedimentis reservatur Sedi Apostolicae; Patriarcha vero dispensare potest ab impedimentis coniugicidii et voti publici perpetui castitatis in congregationibus cuiusvis condicionis iuridicae emissi.
§ 3. Numquam datur dispensatio ab impedimento consanguinitatis in linea recta aut in secundo gradu lineae collateralis.
1990 10 18 0796
796. § 1. Urgente periculo mortis Hierarcha loci christifideles sibi subditos ubicumque commorantes necnon ceteros christifideles intra fines territorii eparchiae actu degentes dispensare potest a forma celebrationis matrimonii iure praescripta et ab omnibus et singulis impedimentis iuris ecclesiastici sive publicis sive occultis excepto impedimento ordinis sacri sacerdotii.
§ 2. In eisdem rerum adiunctis et solum in casibus, in quibus ne Hierarcha loci quidem adiri potest, eandem potestatem dispensandi habent parochus, alius sacerdos facultate matrimonium benedicendi praeditus et sacerdos catholicus, de quo in can. 832, § 2; confessarius vero eandem potestatem habet, si agitur de impedimento occulto, pro foro interno sive intra sive extra actum sacramentalis confessionis.
§ 3. Hierarcha loci censetur adiri non posse, si tantum alio modo quam per epistulam vel personalem accessum id fieri potest.
1990 10 18 0797
797. § 1. Si impedimentum detegitur, dum iam omnia parata sunt ad matrimonium celebrandum nec matrimonium sine probabili gravis mali periculo deferri potest, donec ab auctoritate competenti dispensatio obtenta erit, potestatem dispensandi ab omnibus impedimentis, eis exceptis, de quibus in can. 795, § 1, nn. 1 et 2, habent Hierarcha loci et, dummodo casus sit occultus, omnes, de quibus in can. 796, § 2, servatis condicionibus ibidem praescriptis.
§ 2. Haec potestas valet etiam ad matrimonium convalidandum, si idem periculum est in mora nec tempus suppetit adeundi auctoritatem competentem.
1990 10 18 0798
798. Sacerdotes, de quibus in cann. 796, § 2 et 797, § 1, de concessa dispensatione vel convalidatione pro foro externo Hierarcham loci statim certiorem faciant eaque adnotetur in libro matrimoniorum.
1990 10 18 0799
799. Nisi aliud fert rescriptum Sedis Apostolicae aut intra limites eorum competentiae Patriarchae vel Hierarchae loci, dispensatio in foro interno non sacramentali concessa ab impedimento occulto adnotetur in archivo secreto curiae eparchialis nec alia dispensatio pro foro externo est necessaria, etsi postea occultum impedimentum publicum evasit.
1990 10 18 0800
800. § 1. Vir ante decimum sextum aetatis annum expletum, mulier ante decimum quartum aetatis annum expletum matrimonium valide celebrare non possunt.
§ 2. Integrum est iuri particulari Ecclesiae sui iuris aetatis annum superiorem ad licitam matrimonii celebrationem statuere.
1990 10 18 0801
801. § 1. Impotentia coeundi antecedens et perpetua sive ex parte viri sive ex parte mulieris sive absoluta sive relativa matrimonium ex ipsa eius natura dirimit.
§ 2. Si impedimentum impotentiae dubium est sive dubio iuris sive dubio facti, matrimonium non est impediendum nec stante dubio nullum declarandum.
§ 3. Sterilitas matrimonium nec prohibet nec dirimit firmo can. 821.
1990 10 18 0802
802. § 1. Invalide matrimonium attentat, qui vinculo tenetur prioris matrimonii.
§ 2. Etsi prius matrimoniam invalidum aut solutum est qualibet ex causa, non licet aliud matrimonium celebrare, antequam de prioris invaliditate aut solutione legitime et certo constat.
1990 10 18 0803
803. § 1. Matrimonium cum non baptizatis valide celebrari non potest.
§ 2. Si pars tempore celebrati matrimonii tamquam baptizata communiter habebatur aut eius baptismus erat dubius, praesumenda est ad normam can. 779 validitas matrimonii, donec certo probetur alteram partem baptizatam esse, alteram vero non baptizatam.
§ 3. Circa condiciones dispensandi applicetur can. 814.
1990 10 18 0804
804. Invalide matrimonium attentat, qui in ordine sacro est constitutus.
1990 10 18 0805
805. Invalide matrimonium attentat, qui votum publicum perpetuum castitatis in instituto religioso emisit.
1990 10 18 0806
806. Cum persona abducta vel saltem retenta intuitu matrimonii cum ea celebrandi matrimonium valide celebrari non potest, nisi postea illa ab abducente vel retinente separata et in loco tuto ac libero constituta matrimonium sua sponte eligit.
1990 10 18 0807
807. § 1. Qui intuitu matrimonii cum certa persona celebrandi eius coniugi vel proprio coniugi mortem intulit, invalide hoc matrimonium attentat.
§ 2. Invalide quoque matrimonium inter se attentant, qui mutua opera physica vel morali mortem coniugi intulerunt.
1990 10 18 0808
808. § 1. In linea recta consanguinitatis matrimonium invalidum est inter omnes ascendentes et descendentes.
§ 2. In linea collaterali invalidum est usque ad quartum gradum inclusive.
§ 3. Numquam matrimonium permittatur, si quod subest dubium, num partes sint consanguineae in aliquo gradu lineae rectae aut in secundo gradu lineae collateralis.
§ 4. Impedimentum consanguinitatis non multiplicatur.
1990 10 18 0809
809. § 1. Affinitas matrimonium dirimit in quolibet gradu lineae rectae et in secundo gradu lineae collateralis.
§ 2. Impedimentum affinitatis non multiplicatur.
1990 10 18 0810
810. § 1. Impedimentum publicae honestatis oritur:
1.º ex matrimonio invalido post instauratam vitam communem;
2.º ex notorio vel publico concubinatu;
3.º ex instauratione vitae communis eorum, qui ad formam celebrationis matrimonii iure praescriptam astricti matrimonium attentaverunt coram officiali civili aut ministro acatholico.
§ 2. Hoc impedimentum matrimonium dirimit in primo gradu lineae rectae inter virum et consanguineas mulieris itemque inter mulierem et viri consanguineos.
1990 10 18 0811
811. § 1. Ex baptismo oritur inter patrinum et baptizatum eiusque parentes cognatio spiritualis, quae matrimonium dirimit.
§ 2. Si iteratur baptismus sub condicione, cognatio spiritualis non oritur, nisi iterum idem patrinus adhibitus est.
1990 10 18 0812
812. Matrimonium inter se valide celebrare non possunt, qui cognatione legali ex adoptione orta in linea recta aut in secundo gradu lineae collateralis coniuncti sunt.
1990 10 18 0813
813. Matrimonium inter duas personas baptizatas, quarum altera est catholica, altera vero acatholica, sine praevia auctoritatis competentis licentia prohibitum est.
1990 10 18 0814
814. Licentiam iusta de causa concedere potest Hierarcha loci; eam vero ne concedat nisi impletis condicionibus, quae sequuntur:
1.º pars catholica declaret se paratam esse pericula a fide deficiendi removere atque sinceram promissionem praestet se omnia pro viribus facturam esse, ut omnes filii in Ecclesia catholica baptizentur et educentur;
2.º de his promissionibus a parte catholica faciendis altera pars tempestive certior fiat ita, ut constet ipsam vere consciam esse promissionis et obligationis partis catholicae;
3.º ambae partes edoceantur de finibus et proprietatibus essentialibus matrimonii a neutro sponso excludendis.
1990 10 18 0815
815. Iure particulari uniuscuiusque Ecclesiae sui iuris statuatur modus, quo hae declarationes et promissiones, quae semper requiruntur, faciendae sint, et modus determinetur, quo de eisdem et in foro externo constet et pars acatholica certior fiat.
1990 10 18 0816
816. Hierarchae loci aliique pastores animarum curent, ne coniugi catholico et filiis ex matrimonio mixto natis auxilium spirituale desit ad eorum obligationes conscientiae implendas, atque coniuges adiuvent ad consortii vitae coniugalis et familiaris unitatem fovendam.
1990 10 18 0817
817. § 1. Consensus matrimonialis est actus voluntatis, quo vir et mulier foedere irrevocabili se mutuo tradunt et accipiunt ad constituendum matrimonium.
§ 2. Consensus matrimonialis nulla humana potestate suppleri potest.
1990 10 18 0818
818. Sunt incapaces matrimonii celebrandi:
1.º qui sufficienti usu rationis carent;
2.º qui laborant gravi defectu discretionis iudicii circa iura et obligationes matrimoniales essentiales mutuo tradenda et acceptanda;
3.º qui ob causas naturae psychicae obligationes matrimonii essentiales assumere non possunt.
1990 10 18 0819
819. Ut consensus matrimonialis haberi possit, necesse est, ut matrimonium celebrantes saltem non ignorent matrimonium esse consortium permanens inter virum et mulierem ordinatum ad filios cooperatione aliqua sexuali procreandos.
1990 10 18 0820
820. § 1. Error in persona invalidum reddit matrimonium.
§ 2. Error in qualitate personae, etsi dat causam matrimonio, matrimonium non dirimit, nisi haec qualitas directe et principaliter intenditur.
1990 10 18 0821
821. Qui matrimonium celebrat deceptus dolo ad obtinendum consensum patrato circa aliquam alterius partis qualitatem, quae sua natura consortium vitae coniugalis graviter perturbare potest, invalide celebrat.
1990 10 18 0822
822. Error circa matrimonii unitatem vel indissolubilitatem aut sacramentalem dignitatem, dummodo non determinet voluntatem, non vitiat consensum matrimonialem.
1990 10 18 0823
823. Scientia aut opinio nullitatis matrimonii consensum matrimonialem non necessario excludit.
1990 10 18 0824
824. § 1. Internus animi consensus praesumitur conformis verbis vel signis in celebrando matrimonio adhibitis.
§ 2. Sed si alterutra vel utraque pars positivo voluntatis actu excludit matrimonium ipsum vel matrimonii essentiale aliquod elementum vel essentialem aliquam proprietatem, invalide matrimonium celebrat.
1990 10 18 0825
825. Invalidum est matrimonium celebratum ob vim vel metum gravem ab extrinseco etiam inconsulto incussum, a quo ut quis se liberet, eligere cogatur matrimonium.
1990 10 18 0826
826. Matrimonium sub condicione valide celebrari non potest.
1990 10 18 0827
827. Etsi matrimonium invalide ratione impedimenti vel defectus formae celebrationis matrimonii iure praescriptae celebratum est, consensus praestitus praesumitur perseverare, donec de eius revocatione constiterit.
1990 10 18 0828
828. § 1. Ea tantum matrimonia valida sunt, quae celebrantur ritu sacro coram Hierarcha loci vel parocho loci vel sacerdote, cui ab alterutro collata est facultas matrimonium benedicendi, et duobus saltem testibus secundum tamen praescripta canonum, qui sequuntur, et salvis exceptionibus, de quibus in cann. 832 et 834, § 2.
§ 2. Sacer hic censetur ritus ipso interventu sacerdotis assistentis et benedicentis.
1990 10 18 0829
829. § 1. Hierarcha loci et parochus loci capta possessione canonica officii, dum legitime officio funguntur, intra fines sui territorii ubique valide benedicunt matrimonium, sive sponsi sunt subditi sive, dummodo alterutra saltem pars sit ascripta propriae Ecclesiae sui iuris, non subditi.
§ 2. Hierarcha et parochus personalis vi officii matrimonium solummodo eorum, quorum saltem alteruter sibi subditus est, intra fines suae dicionis valide benedicunt.
§ 3. Patriarcha ipso iure facultate praeditus est servatis aliis de iure servandis matrimonia per se ipsum benedicendi ubique terrarum, dummodo alterutra saltem pars ascripta sit Ecclesiae, cui prae est.
1990 10 18 0830
830. § 1. Hierarcha loci et parochus loci, dum legitime officio funguntur, possunt sacerdotibus cuiusvis Ecclesiae sui iuris, etiam Ecclesiae latinae, facultatem conferre, intra fines sui territorii determinatum matrimonium benedicendi.
§ 2. Facultatem generalem vero matrimonia benedicendi conferre potest solus Hierarcha loci firmo can. 302, § 2.
§ 3. Collatio facultatis matrimonia benedicendi, ut valida sit, determinatis sacerdotibus expresse immo, si de facultate generali agitur, scripto conferri debet.
1990 10 18 0831
831. § 1. Hierarcha loci vel parochus loci matrimonium licite benedicunt:
1.º postquam sibi constitit de domicilio vel quasi-domicilio vel menstrua commoratione aut, si de vago agitur, actuali commoratione alterutrius sponsi in loco matrimonii;
2.º habita, si hae condiciones desunt, licentia Hierarchae vel parochi domicilii vel quasi-domicilii alterutrius partis, nisi iusta causa excusat;
3.º in loco quoque exclusivo alterius Ecclesiae sui iuris, nisi Hierarcha, qui in hoc loco potestatem suam exercet, expresse renuit.
§ 2. Matrimonium coram sponsi parocho celebretur, nisi vel ius particulare aliud fert vel iusta causa excusat.
1990 10 18 0832
832. § 1. Si haberi vel adiri non potest sine gravi incommodo sacerdos ad normam iuris competens, celebrare intendentes verum matrimonium illud valide ac licite coram solis testibus celebrare possunt:
1.º in periculo mortis;
2.º extra periculum mortis, dummodo prudenter praevideatur earum rerum condicionem esse per mensem duraturam.
§ 2. In utroque casu, si praesto est alius sacerdos, ille, si fieri potest, vocetur, ut matrimonium benedicat salva matrimonii validitate coram solis testibus; eisdem in casibus etiam sacerdos acatholicus vocari potest.
§ 3. Si matrimonium celebratum est coram solis testibus, coniuges a sacerdote quam primum benedictionem matrimonii suscipere ne neglegant.
1990 10 18 0833
833. § 1. Hierarcha loci cuilibet sacerdoti catholico facultatem conferre potest matrimonium christifidelium alicuius Ecclesiae orientalis acatholicae, qui sacerdotem propriae Ecclesiae sine gravi incommodo adire non possunt, benedicendi, si sua sponte id petunt et dummodo nihil validae vel licitae celebrationi matrimonii obstet.
§ 2. Sacerdos catholicus, si fieri potest, antequam matrimonium benedicit, auctoritatem competentem illorum christifidelium de hac re certiorem faciat.
1990 10 18 0834
834. § 1. Forma celebrationis matrimonii iure praescripta servanda est, si saltem alterutra pars matrimonium celebrantium in Ecclesia catholica baptizata vel in eandem recepta est.
§ 2. Si vero pars catholica alicui Ecclesiae orientali sui iuris ascripta matrimonium celebrat cum parte, quae ad Ecclesiam orientalem acatholicam pertinet, forma celebrationis matrimonii iure praescripta servanda est tantum ad liceitatem; ad validitatem autem requiritur benedictio sacerdotis servatis aliis de iure servandis.
1990 10 18 0835
835. Dispensatio a forma celebrationis matrimonii iure praescripta reservatur Sedi Apostolicae vel Patriarchae, qui eam ne concedat nisi gravissima de causa.
1990 10 18 0836
836. Extra casum necessitatis in matrimonii celebratione serventur praescripta librorum liturgicorum et legitimae consuetudines.
1990 10 18 0837
837. § 1. Ad matrimonium valide celebrandum necesse est, ut partes sint praesentes una simul et consensum matrimonialem mutuo exprimant.
§ 2. Matrimonium per procuratorem valide celebrari non potest, nisi iure particulari propriae Ecclesiae sui iuris aliud statuitur, quo in casu etiam de condicionibus, sub quibus tale matrimonium celebrari potest, providendum est.
1990 10 18 0838
838. § 1. Matrimonium celebretur in ecclesia paroeciali aut de licentia Hierarchae loci vel parochi loci in alio loco sacro; in aliis autem locis celebrari non potest nisi de licentia Hierarchae loci.
§ 2. Circa tempus celebrationis matrimonii servandae sunt normae iure particulari propriae Ecclesiae sui iuris statutae.
1990 10 18 0839
839. Vetita est ante vel post canonicam celebrationem alia eiusdem matrimonii celebratio religiosa ad matrimonialem consensum praestandum vel renovandum; item vetita est celebratio religiosa, in qua et sacerdos catholicus et minister acatholicus partium consensum exquirunt.
1990 10 18 0840
840. § 1. Permissio matrimonii secreti ab Hierarcha loci gravi et urgenti de causa concedi potest et secumfert gravem obligationem secretum servandi ex parte Hierarchae loci, parochi, sacerdotis facultate matrimonium benedicendi praediti, testium et alterius coniugis, altero non consentiente divulgationi.
§ 2. Obligatio secretum servandi ex parte Hierarchae loci cessat, si grave scandalum aut gravis erga matrimonii sanctitatem iniuria ex secreti observantia imminet.
§ 3. Matrimonium secreto celebratum in speciali tantummodo libro in archivo secreto curiae eparchialis asservando adnotetur, nisi gravissima causa obstat.
1990 10 18 0841
841. § 1. Celebrato matrimonio parochus loci celebrationis vel is, qui eius vices gerit, etsi neuter matrimonium benedixit, quam primum adnotet in libro matrimoniorum nomina coniugum, sacerdotis benedicentis ac testium, locum et diem celebrati matrimonii, dispensationem, si casus fert, a forma celebrationis matrimonii vel ab impedimentis eiusque auctorem una cum impedimento eiusque gradu, facultatem matrimonium benedicendi collatam atque alia secundum modum a proprio Episcopo eparchiali praescriptum.
§ 2. Praeterea parochus loci in libro baptizatorum adnotet coniugem tali die in sua paroecia matrimonium celebravisse; si vero coniux alibi baptizatus est, parochus loci testimonium matrimonii mittat per se vel per curiam eparchialem ad parochum, apud quem coniugis baptismus adnotatus est, nec acquiescat, donec notitiam de adnotatione matrimonii in libro baptizatorum receperit.
§ 3. Si matrimonium ad normam can. 832 celebratum est, sacerdos, si illud benedixit, secus testes et coniuges curare debent, ut celebratio matrimonii in praescriptis libris quam primum adnotetur.
1990 10 18 0842
842. Si matrimonium vel convalidatur pro foro externo vel nullum declaratur vel legitime praeterquam morte solvitur, parochus loci celebrationis matrimonii certior fieri debet, ut adnotatio in libris matrimoniorum et baptizatorum fiat.
1990 10 18 0843
843. § 1. Ad convalidandum matrimonium invalidum ob impedimentum dirimens requiritur, ut cesset impedimentum vel ab eodem dispensetur et consensum renovet saltem pars impedimenti conscia.
§ 2. Haec renovatio requiritur ad validitatem convalidationis, etsi initio utraque pars consensum praestitit nec postea revocavit.
1990 10 18 0844
844. Renovatio consensus debet esse novus voluntatis actus in matrimonium, quod pars renovans scit aut opinatur ab initio invalidum fuisse.
1990 10 18 0845
845. § 1. Si impedimentum est publicum, consensus ab utraque parte renovandus est forma celebrationis matrimonii iure praescripta.
§ 2. Si impedimentum est occultum, satis est, ut consensus renovetur privatim et secreto; a parte quidem impedimenti conscia, dummodo altera in consensu praestito perseveret, aut ab utraque parte, si impedimentum est utrique parti notum.
1990 10 18 0846
846. § 1. Matrimonium invalidum ob defectum consensus convalidatur, si pars, quae non consensit, iam consentit, dummodo consensus ab altera parte praestitus perseveret.
§ 2. Si defectus consensus probari non potest, satis est, ut pars, quae non consensit, privatim et secreto consensum praestet.
§ 3. Si defectus consensus probari potest, necesse est, ut consensus renovetur forma celebrationis matrimonii iure praescripta.
1990 10 18 0847
847. Matrimonium invalidum ob defectum formae celebrationis matrimonii iure praescriptae, ut validum fiat, denuo hac forma celebrari debet.
1990 10 18 0848
848. § 1. Matrimonii invalidi sanatio in radice est eiusdem sine renovatione consensus convalidatio ab auctoritate competenti concessa secumferens dispensationem ab impedimento, si adest, atque a forma celebrationis matrimonii iure praescripta, si servata non est, necnon retrotractionem effectuum canonicorum ad praeteritum.
§ 2. Convalidatio fit a momento concessionis gratiae; retrotractio vero intellegitur facta ad momentum celebrationis matrimonii, nisi aliter in concessione expresse cavetur.
1990 10 18 0849
849. § 1. Sanatio matrimonii in radice valide concedi potest etiam alterutra vel utraque parte inscia.
§ 2. Sanatio in radice ne concedatur nisi gravi de causa et nisi probabile est partes in consortio vitae coniugalis perseverare velle.
1990 10 18 0850
850. § 1. Matrimonium invalidum sanari potest, dummodo consensus utriusque partis perseveret.
§ 2. Matrimonium invalidum ob impedimentum iuris divini valide sanari non potest, nisi postquam impedimentum cessavit.
1990 10 18 0851
851. § 1. Si in utraque vel alterutra parte deest consensus, matrimonium non potest valide sanari in radice, sive consensus ab initio defuit, sive ab initio praestitus postea revocatus est.
§ 2. Si vero consensus ab initio quidem defuit, sed postea praestitus est, sanatio concedi potest a momento praestiti consensus.
1990 10 18 0852
852. Patriarcha et Episcopus eparchialis concedere possunt sanationem in radice in singulis casibus, si validitati matrimonii obstat defectus formae celebrationis matrimonii iure praescriptae vel aliquod impedimentum, a quo ipsi dispensare possunt, et in casibus iure praescriptis, si impletae sunt condiciones, de quibus in can. 814; in ceteris casibus et si de impedimento iuris divini agitur, quod iam cessavit, sanatio in radice concedi potest a sola Sede Apostolica.
1990 10 18 0853
853. Matrimonii vinculum sacramentale matrimonio consummato nulla humana potestate nullaque causa praeterquam morte dissolvi potest.
1990 10 18 0854
854. § 1. Matrimonium initum a duobus non baptizatis solvitur ex privilegio paulino in favorem fidei partis, quae baptismum suscepit, ipso iure, si novum matrimonium ab eadem parte celebratur, dummodo pars non baptizata discedat.
§ 2. Discedere censetur pars non baptizata, si non vult pacifice cohabitare cum parte baptizata sine contumelia Creatoris, nisi haec post baptismum susceptum iustam illi dedit discedendi causam.
1990 10 18 0855
855. § 1. Ut pars baptizata novum matrimonium valide celebret, pars non baptizata interpellari debet, num:
1° velit et ipsa baptismum suscipere;
2° saltem velit cum parte baptizata pacifice cohabitare sine contumelia Creatoris.
§ 2. Haec interpellatio post baptismum fieri debet; sed Hierarcha loci gravi de causa potest permittere, ut interpellatio ante baptismum fiat, immo potest ab interpellatione dispensare sive ante sive post baptismum, si modo procedendi saltem summario et extraiudiciali constat eam fieri non posse aut fore inutilem.
1990 10 18 0856
856. § 1. Interpellatio fit regulariter de auctoritate Hierarchae loci partis conversae, a quo concedendum est alteri coniugi spatium temporis ad respondendum, si id petivit, eo tamen monito, ut hoc spatio temporis inutiliter elapso eius silentium pro responsione negativa habeatur.
§ 2. Interpellatio etiam privatim facta ab ipsa parte conversa valet, immo est licita, si forma superius praescripta servari non potest.
§ 3. In utroque casu de interpellatione facta deque eiusdem exitu in foro externo legitime constare debet.
1990 10 18 0857
857. Pars baptizata ius habet novum matrimonium celebrandi cum parte catholica, si:
2° interpellatio legitime omissa est;
3° pars non baptizata, sive iam interpellata sive non, antea perseverans in pacifica cohabitatione postea sine iusta causa discessit; quo in casu vero interpellatio ad normam cann. 855 et 856 praemittenda est.
1990 10 18 0858
858. Hierarcha loci tamen gravi de causa concedere potest, ut pars baptizata, utens privilegio paulino, celebret matrimonium cum parte acatholica sive baptizata sive non baptizata servatis etiam praescriptis canonum de matrimoniis mixtis.
1990 10 18 0859
859. § 1. Non baptizatus, qui plures uxores non baptizatas simul habet, suscepto in Ecclesia catholica baptismo, si ei durum est cum earum prima permanere, unam ex illis ceteris dimissis retinere potest; idem valet de muliere baptizata, quae plures maritos non baptizatos simul habet.
§ 2. In hoc casu matrimonium forma celebrationis matrimonii iure praescripta celebrandum est servatis etiam aliis de iure servandis.
§ 3. Hierarcha loci condicione morali, sociali, oeconomica locorum et personarum prae oculis habita curet, ut eorum, qui dimissi sunt, necessitatibus satis provisum sit secundum normas iustitiae, caritatis et aequitatis.
1990 10 18 0860
860. Non baptizato, qui suscepto in Ecclesia catholica baptismo cum coniuge non baptizato ratione captivitatis vel persecutionis cohabitationem restaurare non potest, aliud matrimonium celebrare licet, etsi altera pars baptismum interea suscepit, firmo can. 853.
1990 10 18 0861
861. In re dubia privilegium fidei gaudet favore iuris.
1990 10 18 0862
862. Matrimonium non consummatum solvi potest iusta de causa a Romano Pontifice utraque parte rogante vel alterutra, etsi altera est invita.
1990 10 18 0863
863. § 1. Enixe commendatur, ut coniux caritate motus et boni familiae sollicitus veniam non abnuat comparti adulterae atque consortium vitae coniugalis non disrumpat; si vero eiusdem culpam expresse aut tacite non condonavit, ius ei est solvendi consortium vitae coniugalis, nisi in adulterium consensit aut eidem causam dedit vel ipse quoque adulterium commisit.
§ 2. Tacita condonatio habetur, si coniux innocens, postquam de adulterio certior factus est, sua sponte cum altero coniuge maritali affectu conversatus est; praesumitur vero, si per sex menses consortium vitae coniugalis servavit neque auctoritatem ecclesiasticam vel civilem de re adiit.
§ 3. Si coniux innocens sua sponte consortium vitae coniugalis solvit, debet intra sex menses causam separationis deferre ad auctoritatem competentem, quae omnibus inspectis adiunctis perpendat, num coniux innocens adduci possit, ut culpam condonet et separationem non protrahat.
1990 10 18 0864
864. § 1. Si alteruter coniugum vitam communem coniugi vel filiis periculosam aut nimis duram reddit, alteri legitimam praebet causam discedendi decreto Hierarchae loci et etiam propria auctoritate, si periculum est in mora.
§ 2. Iure particulari Ecclesiae sui iuris aliae causae pro moribus populorum et locorum circumstantiis statui possunt.
§ 3. In omnibus casibus causa separationis cessante consortium vitae coniugalis restaurandum est, nisi ab auctoritate competenti aliud statuitur.
1990 10 18 0865
865. Facta separatione coniugum opportune semper cavendum est de debita filiorum sustentatione et educatione.
1990 10 18 0866
866. Coniux innocens laudabiliter alterum coniugem ad consortium vitae coniugalis rursus admittere potest, quo in casu iuri separationis renuntiat.
[AAS 82 (1990/II) 1217-1232]