[1511] • JUAN PABLO II (1978-2005) • LA REGULACIÓN NATURAL DE LA FERTILIDAD
Discurso I am pleased, a los participantes en un Curso sobre “La regulación de la fertilidad”, organizado por la Universidad Católica del Sacro Cuore, Roma (Italia), 4 noviembre 1993
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1. Me siento feliz de recibir a los participantes en el curso organizado por el Centro para los Estudios y para la Investigación sobre la Regulación Natural de la Fertilidad que se está desarrollando en el Policlínico Gemelli. Dirijo un saludo especial a vuestra directora, doctora Anna Cappella.
Conozco bien y aprecio las contribuciones del Centro. Desde 1976 su trabajo ha sido constante y valioso, en particular en lo relacionado con la formación de educadores expertos, en el sector de la procreación responsable, para el trabajo pastoral a nivel diocesano. Después de haber reunido profesores procedentes de toda Italia para un curso de actualización, el Centro se ha dedicado recientemente a la formación de nuevos educadores para África y Europa. Esta labor educativa es una de las mejores formas de conmemorar el XXV Aniversario de la Carta Encíclica Humanae vitae y de prepararse para el Año Internacional de la Familia.
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2. Desde la publicación de aquella Encíclica, la Iglesia ha comprobado con satisfacción el creciente éxito de los métodos de regulación natural de la familia que respetan “una honesta regulación de la procreación humana” (Humanae vitae, n. 24). El Papa Pablo VI expresó la esperanza de que hombres y mujeres de ciencia consiguieran descubrir una base segura y moral para la regulación de los nacimientos. Apoyada por la ciencia, la experiencia ha confirmado el valor educativo de la planificación natural de la familia, lo que contribuye a una visión integrada de la sexualidad, del matrimonio y de la procreación responsable.
Siguiendo fiel y confiadamente la enseñanza de la Iglesia, el Centro ha formado personas para instruir a otras no sólo en las técnicas sino también en el espíritu –las motivaciones antropológicas y morales– apoyando los “métodos naturales”, es decir, una apertura hacia la vida y la promoción de la dignidad del matrimonio y de la familia. La importancia de los profesores en todas las tareas educativas y apostólicas es decisiva, pero en este campo es aun mayor por la delicadeza de la labor y por los valores en juego.
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3. Os deseo pleno éxito entre la población de la que provenís, ayudados por las Iglesias locales que os han enviado. Deseo que los responsables de la vida civil y de la salud, así como todos los que se ocupan del bienestar de la familia presten más atención a vuestra enseñanza.
Además, es para mí una gran satisfacción observar que entre vosotros hay médicos y agentes sanitarios que se ponen al servicio de las familias. A vosotros y a vuestros colegas deseo subrayar la importancia de lo que habéis aprendido en estos días y que ahora podéis transmitir a los demás: la justa comprensión de los métodos naturales de procreación responsable.
[E 53 (1993), 1801]
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1. I am pleased to welcome participants in the course sponsored by the Centre for Studies and Research on the Natural Regulation of Fertility currently underway at the Policlinico Gemelli. My special greeting goes to your Director, Doctor Anna Cappella.
I know well and esteem the contributions of the Centre. Since 1976 its work has been constant and valuable, especially in training teachers, knowledgeable in the area of responsible procreation, for pastoral work at the diocesan level. Having previously brought together instructors from Italy for a renewal course, the Centre has recently devoted itself to training new teachers for Africa and Europe. This educational work is among the best ways of commemorating the twenty-fifth anniversary of the Encyclical Letter “Humanae Vitae” and preparing for the International “Year of the Family”.
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2. Since the publication of that Encyclical, the Church has noted with satisfaction the increasing success of methods of natural family planning which respect “the lawful regulation of procreation” (1). Pope Paul VI expressed the hope that men and women of science would succeed in identifying a secure as well as a moral basis for the regulation of birth. Supported by science, experience has confirmed the educational value of natural family planning in contributing to an integrated vision of sexuality, marriage and responsible procreation.
By faithfully and confidently following the teaching of the Church, the Centre has trained people to instruct others not only in techniques but also in the spirit –the anthropological and moral reasons– underlying “natural methods”, namely, an openness to life and the promotion of the dignity of marriage and the family. The importance of teachers in all educational and apostolic works is decisive. In this area it is even more so because of the sensitivity of the task and the values that are involved.
1. Pauli VI Humanae vitae, 24 [1968 07 25/ 24].
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3. I wish you every success among the people from whom you come, helped by the local Churches which have sent you. It is my desire that leaders in civil life and health care and all who are concerned about the well-being of the family will give ever more attention to your teaching.
It is also a great pleasure for me to note that among you are physicians and health-care workers who are at the service of families. To you and to your colleagues I wish to underline the importance of what you have learned in these days and are now in a position to propose to others: the appropriate understanding of natural methods of responsible procreation.
[Insegnamenti GP II, 16/2, 1217-1218]