[1548] • JUAN PABLO II (1978-2005) • LA FAMILIA, OBJETIVO PRIMORDIAL DE LA NUEVA EVANGELIZACIÓN
Del Discurso En este encuentro, a los Obispos de Uruguay, en la visita ad limina, 12 febrero 1994
1994 02 12 0004
4. La nueva evangelización, con sus nuevos métodos y sus nuevas expresiones y, especialmente, con el renovado fervor de los evangelizadores, tiene en la familia un objetivo primordial.
A este respecto, se afirma en las Conclusiones de la Conferencia de Santo Domingo: “La Iglesia anuncia con alegría y convicción la Buena Nueva sobre la familia en la cual se fragua el futuro de la humanidad” (1). Y, en el documento colectivo citado más arriba, vosotros os comprometéis a “promover la familia como ámbito donde nace, crece y se educa para la vida” (2).
Cuanto más se fomente la acción evangelizadora en la familia, tanto más prometedora será la promoción de vocaciones al ministerio sacerdotal y a la vida consagrada, así como el surgir de laicos verdaderamente entregados a la misión. La familia ha de ser lugar de encuentro con Dios, centro de irradiación de la fe, escuela de vida cristiana. Es verdad que, a veces, hemos de enfrentarnos con ciertas mentalidades cuyos “criterios de juicio y de elección” son “extraños e incluso contrapuestos a los del Evangelio” (3). Pero precisamente ahí hay que demostrar la “audacia” apostólica, con la convicción de que los valores evangélicos, sembrados con autenticidad de anuncio y de testimonio, son una semilla que no muere jamás.
En la misma Constitución de vuestra Nación se dice: “La familia es la base de nuestra sociedad”; “el Estado velará por su estabilidad moral y material para la mejor formación de los hijos dentro de la sociedad” (4). Por ello, hago votos para que las Autoridades de vuestro amado país puedan cumplir cada vez más adecuadamente con sus apremiantes obligaciones en favor de la familia uruguaya. A este propósito, como señalaba en mi reciente mensaje para la “Jornada Mundial de la Paz” “Por ser núcleo originario de la sociedad, la familia tiene derecho a todo el apoyo del Estado para realizar plenamente su peculiar misión” (5).
No desconozco las dificultades en que se encuentra la familia uruguaya, especialmente por lo que se refiere a la plaga del divorcio y del aborto. Además, sólo un tercio aproximadamente son los matrimonios celebrados con el rito sacramental. Esta realidad es un desafío que ha de estimular el celo apostólico de los Pastores y de cuantos colaboran en este campo. “En la medida en que la familia cristiana acoge el Evangelio y madura en la fe, se hace comunidad evangelizadora... La familia, al igual que la Iglesia, debe ser un espacio donde el Evangelio es transmitido y desde donde éste se irradia” (6).
[Insegnamenti GP II, 17/1, 456-457]
1. IV Confer. Gen. Episcoporum Americae Latinae Conclusiones, 210.
2. Episcoporum Uruquariae Documentum collectivum: “Orientaciones Pastorales”, Triennio 1993-1995.
3. Ioannis Pauli PP. II Veritatis Splendor, 88.
4. Rei Publicae Uruquariae Constitutio, art. 40.
5. Ioannis Pauli PP. II Nuntius ob diem ad pacem fovendam dicatum pro a. D. 1994, 5, die 8 dec. 1993: Insegnamenti di Giovanni Paolo II, XVI, 2 (1993) 1418. [1993 12 08/5]
6. Ioannis Pauli PP. II Familiaris Consortio, 52. [1981 11 22/52]