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[0466] • PÍO XII, 1939-1958 • CONSECUENCIAS DE LA GUERRA EN LAS FAMILIAS

De la Alocución Ancora una volta, al Sacro Colegio Cardenalicio, 2 junio 1947

1947 06 02 0016

[16.–] En semejante estado de inestabilidad y de incertidumbre, que tiende a perpetuarse, ¿cuál puede ser también la suerte de la familia, vivero natural, escuela donde crece y se prepara el hombre del mañana? Nos llegan noticias desgarradoras, de los territorios más castigados, acerca de la miseria de la familia, de la juventud y de la mujer. Es particularmente trágica la situación de aquellos hogares, si así se pueden llamar todavía esos grupos errantes, sobre los cuales la fidelidad de los esposos a la ley de Dios había atraído la bendición de una abundante descendencia. Después de haber pagado su tributo de sangre durante la guerra, muchas veces más que otros, han de padecer hoy día, de modo especial, las consecuencias de la falta general de viviendas y alimentos. Ahora bien, no es ciertamente Dios quien falta a su palabra, como insinúa la sonrisa maligna de los egoístas, de los que gozan del mundo; sino que la incomprensión, la dureza y la malquerencia es lo que hace la vida pesada y casi insoportable a los héroes del deber conyugal. Efectivamente, sólo un verdadero heroísmo, sostenido por la gracia divina, puede mantener en el corazón de los jóvenes esposos el deseo y la alegría de una prole numerosa. Pero ¡qué humillación para el mundo haber caído tan bajo, en un estado social tan contrario a la Naturaleza!

1947 06 02 0017

[17.–] Ante Dios y ante tan dolorosa verdad, pedimos con todas nuestras fuerzas un rápido remedio, y confiamos en que nuestro grito de angustia resuene hasta en los confines del mundo y encuentre eco en el alma de aquéllos que, teniendo en sus manos el gobierno de los pueblos, no pueden ignorar que, sin familia sana y vigorosa, un pueblo y una nación están perdidos. No hay quizá nada que tan urgentemente exija la pacificación del mundo como la indecible miseria de la familia y de la mujer.

[EM, 537]