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[0479] • PÍO XII, 1939-1958 • LEY MORAL, MATRIMONIO Y FAMILIA

Del Discurso Con vivo compiacimento, a la Rota Romana, en la Inauguración del Año Jurídico, 13 noviembre 1949

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[2.–] La obra de la Sagrada Rota Romana, que en el curso del último decenio hemos podido seguir más de cerca, Nos ha puesto en condiciones de apreciar debidamente su incondicional respeto a la verdad de los hechos y a las disposiciones del derecho divino, especialmente en lo que concierne a la santidad del matrimonio y a la constitución de la familia, y Nos inspira al mismo tiempo la firme esperanza de que todos sus miembros observarán siempre fielmente las normas antes dadas por Nos, en cumplimiento de los deberes de Nuestro Magisterio Apostólico, particularmente en los discursos del 3 de octubre de 1941[1], 1 de octubre de 1942[2] y 2 de octubre de 1944[3].

[1]. [1941 10 03/1-15].

[2]. [AAS 34 (1942), 338-343].

[3]. [1944 01 22/9-30].

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[9.–] En este campo de la consciente acción humana, del bien y del mal, del precepto, del permiso y de la prohibición, la voluntad ordenadora del Creador se manifiesta así mediante el mandato moral de Dios, grabado en la naturaleza y en la revelación, como, mediante el precepto o la ley de la legítima autoridad humana, en la familia, en el Estado y en la Iglesia. Si la actividad humana se regula y se dirige según aquellas normas, se mantiene por sí misma en armonía con el orden universal querido por el Creador.

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[12.–] ¿Precisa, acaso, retroceder mucho en la historia para encontrar un llamado “derecho legal”, que quita al hombre toda dignidad personal, que le niega el derecho fundamental a la vida y a la integridad de sus miembros, poniendo una y otra al arbitrio del partido y del Estado, que no reconoce al individuo el derecho al honor y al buen nombre; que discute a los padres el derecho sobre sus hijos y el deber de su educación; que, sobre todo, considera el reconocimiento de Dios, supremo Señor, y la dependencia del hombre de Él como sin interés para el Estado y para la comunidad humana? Este “derecho legal”, en el sentido que se acaba de exponer, ha trastornado el orden establecido por el Creador; ha llamado orden al desorden, autoridad a la tiranía, libertad a la esclavitud y virtud patriótica al delito.

[EyD, 1289-1291]