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[0632] • PAULO VI, 1963-1978 • TESTIMONIO APOSTÓLICO DE LAS VIUDAS

Del Mensaje Nous sommes, a la Asamblea Internacional de Viudas, reunidas en Lourdes (Francia), 24 abril 1967

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[4.–] La prueba que soportáis, y que no puede dominarse sino con un abandono total en las manos de Aquél que es Nuestro Padre Celestial, constituye en efecto, una invitación a profundizar y a purificar nuestra fe.

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[5.–] Si todo cristiano, sea cual fuere su estado de vida, ha de vivir esta fe y tratar de hacer progresos continuos en ella (Cfr. “Oss. Romano” de 23 de febrero de 1967), se encuentran, sin embargo, en el seno de la Iglesia algunos fieles que por condiciones y particulares circunstancias son llamados a dar un testimonio más eminente y manifiesto de su fe. Vosotras, amadas hijas, os encontráis en la primera fila de estas “almas privilegiadas” a las que el Señor pide este suplemento, este aumento de fe.

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[6.–] Os es necesario, en efecto, superar las dudas, la confusión que se habrán apoderado de vuestras almas y de vuestro corazón después de la desaparición, frecuentemente brutal y trágica, de un ser querido que casi siempre “...fue el centro de vuestro afecto, el ideal de vuestra vida, la fuerza dulce y tranquila sobre la cual era tan seguro contar...” (Cfr. Pío XII, discurso citado). Se os pide que proclaméis el verdadero rostro de la fe, con toda la fuerza de su esplendor, a cuantos y a cuantas os rodean o están en relación con vosotras.

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[7.–] Más aún, ¿acaso no sois como el símbolo de la Iglesia misma que “como un centinela aguarda la aurora” y se siente estrechamente unida a su Esposo celestial, a su Jefe y Señor, con la esperanza firme y serena del día en que le verá venir para estar para siempre con Él?

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[8.–] Este testimonio de fe lo debéis dar, en primer lugar, a quienes experimentan la misma pena vuestra. Seréis, pues, los apóstoles de otras viudas, especialmente de aquellas que no creen o que han perdido la fe, de aquéllos que su desventura ha alejado de Dios y de su Iglesia. Además, sabréis ser –según el espíritu del reciente Concilio– las mensajeras de Cristo entre aquéllos y aquéllas que encontraréis en el camino de vuestra vida.

[E 27 (1967), 873]