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[0717] • PAULO VI, 1963-1978 • DEFENDER LA INDISOLUBILIDAD MATRIMONIAL, TAREA DE TODOS LOS CRISTIANOS

De la Alocución Eccoci ancora, en la Clausura de la Asamblea General de la Conferencia Episcopal Italiana, 8 junio 1974

1974 06 08 0009

[9.–] Este tema nos obliga a aludir, incluso en este lugar tan espiritual y sereno, al resultado del reciente referéndum, el cual nos ha proporcionado la dolorosa confirmación de ver demostrado el hecho de que muchos ciudadanos de este siempre amadísimo país no han sido solidarios en un experimento relativo a un tema, la indisolubilidad del matrimonio, que habría debido, por indiscutibles razones cívicas y religiosas, encontrarlos bastante más concordes y más comprensivos.

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[10.–] Por ello no haremos de esto un argumento de polémicas ya superadas.

1974 06 08 0011

[11.–] Dirigiremos más bien un llamamiento paternal a los eclesiásticos y religiosos, a los hombres de cultura y de acción y a tantos queridísimos fieles y laicos con educación católica, los cuales no han tenido en cuenta en dicha ocasión la fidelidad debida a un explícito mandamiento evangélico, a un claro principio de derecho natural, a una respetuosa invitación de disci plina y comunión eclesial, tan sabiamente cursada por esta Conferencia Episcopal y revalidada por Nos mismo: exhortaremos a todos a dar testimonio de su manifiesto amor a la Iglesia y de su retorno a la plena comunión eclesial, comprometiéndose con todos los hermanos en la fe para el verdadero servicio del hombre y de sus instituciones, a fin de que éstas estén siempre internamente más animadas por auténtico espíritu cristiano.

1974 06 08 0012

[12.–] Nos expresamos el augurio de que un vigilante sentido de responsabilidad personal y comunitaria se fomente en los espíritus de todos, especialmente de los cónyuges, es decir, de aquéllos que han elegido el estado conyugal para dar a su existencia, felicidad y valor, y después, particularmente de todos los que tienen misión pastoral, educativa o social en el pueblo, y pediremos a Dios que este sentido vital permanezca como defensa inviolable y orgullo humanísimo de la familia italiana. Y, por ello, exhortamos a todos los que tienen el deber y la posibilidad a que intensifiquen su labor para prestar una asistencia cada vez más solícita y adecuada a los valores y a las necesidades familiares.

[E 34 (1974), 852]