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[0741] • PAULO VI, 1963-1978 • PAPEL ESENCIAL DE LA MUJER EN EL HOGAR

De la Alocución Après plus, a la Comisión de estudios sobre la mujer en la sociedad y en la Iglesia, del Comité para el Año Internacional de la Mujer, 31 enero 1976

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[6.–] Deseamos también que las mujeres sean alentadas y ayudadas en el papel primordial que asumen para su familia. ¡Oh! Sabemos perfectamente que algunos movimientos feministas nos atribuyen el querer encerrar a la mujer en tareas familiares austeras y limitadas, impidiéndole, por ello, desplegar sus facultades en otros campos sociales. Por ello, dichos movimientos reaccionan contra todo recuerdo del papel de la mujer en el hogar. ¿Es realista, es sabio, caer de un exceso en otro?

Pensamos que sobre este punto capital los cristianos deben dar pruebas de sabiduría y coraje en sus convicciones y en su compromiso. Es deseable, precisamente, que el hecho de educar a los hijos sea labor conjunta del padre y de la madre, y existen ciertamente progresos por realizar para que los hombres tomen en ella una parte mayor; pero el papel de la mujer –es demasiado evidente– sigue siendo esencial. ¿Será, pues, una labor mezquina contribuir a la formación de personalidades humanas; preparar a las generaciones de mañana, las que constituirán la sociedad? La sociedad de mañana exigirá cuentas a los hogares de hoy sobre la cualidad determinante del amor y la educación dados a los niños y a los adolescentes.

1976 01 31 0010

[10.–] La Iglesia espera mucho de las mujeres para el cumplimiento de su misión evangelizadora. En medio de la crisis que padecemos, su papel puede ser decisivo tanto para la humanización de la sociedad civil como para la profundización de la fe en la familia y en la comunidad eclesial y para una mayor irradiación del mensaje cristiano.

[E 36 (1976), 220-221]