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[0815] • JUAN PABLO II (1978-2005) • LA UNIDAD DE LA FAMILIA Y DE LA NACIÓN

De la Homilía durante la Misa para los peregrinos de la Baja Silesia de Opole, en el Santuario de Jasna Góra (Polonia), 5 junio 1979

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3. Con este recuerdo, añado especiales y cordiales augurios para todos los que intervienen en esta sacra Eucaristía que hoy celebro en Jasna Góra. Los santos que hoy conmemoramos aquí ante Nuestra Señora de Jasna Góra nos ofrecen, a través de los siglos, un testimonio de unidad entre los connacionales y de reconciliación entre las naciones. Deseo hacer votos también por esta unión y esta reconciliación. Y ruego por ello ardientemente.

La unidad ahonda sus raíces en la vida de la nación, igual que las ahondó en el difícil período histórico para Polonia por medio de San Estanislao, precisamente cuando la vida humana, en sus diversos niveles, responde a las exigencias de la justicia y del amor. El primero de esos niveles está constituido por la familia. Y yo, queridos connacionales, deseo rogar hoy con todos vosotros por la unidad de todas las familias polacas. Esa unidad tiene su origen en el sacramento del matrimonio, en aquella promesa solemne con que el hombre y la mujer se unen entre sí para toda la vida, repitiendo el sacramental “no te abandonaré hasta la muerte”. Esa unidad surge del amor y de la mutua confianza, y son su fruto y premio el amor y la confianza de los hijos hacia sus padres. ¡Ay si ese amor entre los esposos, entre padres e hijos, se viera debilitado o resquebrajado! Conscientes del mal que lleva consigo la disgregación de la familia, roguemos hoy para que no suceda nada que pueda destruir la unidad, para que la familia siga siendo la verdadera sede de la justicia y del amor.

[Enseñanzas 3, 228-229]