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[0885] • JUAN PABLO II (1978-2005) • LOS LAICOS, LA FAMILIA Y EL DESARROLLO
Del Discurso Quelle joie, a la Conferencia Episcopal de Zaire, en Kinshasa (Zaire), 3 mayo 1980
1980 05 03b 0010
10. Me alegra también todo lo que se ha hecho en este país para dotar a la Iglesia de catequistas laicos y de responsables de pequeñas comunidades, que son los enlaces activos de la evangelización, en vinculo constante y directo con las familias, los niños, las distintas categorías del Pueblo de Dios. Conviene efectivamente favorecer todo este despliegue de la acción indispensable del laicado en comunión estrecha con los Pastores. Tendré ocasión de abordar más ampliamente este tema durante mi viaje.
Sobre la vida familiar, ya he hablado extensamente esta mañana[1]. Hay que hacer caminar a los jóvenes y a los hogares hacia la plena realización del proyecto de Dios sobre los esposos y padres de familia, a pesar de ciertas dificultades, pero apoyándose al mismo tiempo en los recursos del alma africana, en la experiencia secular de la Iglesia y en la gracia; he ahí un objetivo pastoral primordial. Ello será para la Iglesia una bendición y para el país un progreso de primer orden.
Una cosa que deben tener muy en cuenta los padres de familia, los Pastores y todos los operarios de la evangelización es la educación religiosa de los niños –sea cualquiera el estatuto de las escuelas y, sobre todo, a causa del estatuto actual–: la iniciación al Evangelio dentro de la familia, continuada con una catequesis sistemática, como ya expuse, siguiendo el Sínodo de los Obispos, en la Exhortación Catechesi tradendae[2].
[Enseñanzas 6, 651-652]
[1] [1980 05 03a/1-10].
[2] [1979 10 16/36, 68, 69].
1980 05 03b 0010
10. Je me réjouis aussi de tout ce qui a été fait dans ce pays pour doter l’Église de catéchistes laïcs et de responsables de petites communautés, qui sont les chevilles ouvrières de l’évangélisation, en lien constant et direct avec les familles, les enfants, les différentes catégories du peuple de Dieu. Il faut sûrement favoriser tout ce déploiement de lindispensable du laïcat, en communion étroite avec les pasteurs. J’aurai l’occasion d’aborder plus longuement ce sujet au cours de mon voyage.
Pour la vie familiale, j’en ai longuement parlé ce matin[1]. Comment faire cheminer les jeunes et les foyers vers la pleine réalisation du projet de Dieu sur les époux et les parents, malgré des difficultés certaines, mais en s’appuyant en même temps sur des ressources de l’âme africaine, sur l’expérience séculaire de l’Église et sur la grâce, voilà un objectif pastoral primordial. Ce sera pour l’Église una bénédiction et pour le pays un progrès de premier ordre.
Una chose qui doit tenir à coeur aux parents, aux pasteurs et à tous les ouvriers de l’évangélisation c’est l’éducation religieuse des enfants, quel que soit le statut des écoles et surtout à cause du statut actuel: initiation familiale à l’Évangile, poursuivie par une catéchèse systématique, comme je l’ai exposé, à la suite du Synode des évêques, dans l’exhortation “Catechesi Tradendae”[2].
[Insegnamenti GP II, 3/1, 1090-1091]
[1] [1980 05 03a/1-10].
[2] [1979 10 16/36, 68, 69].