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[0937] • JUAN PABLO II (1978-2005) • LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA EN EL ÁMBITO DE LA BIOLOGÍA AL SERVICIO DE LA VIDA

Del Discurso Con viva soddisfazione, al LXXXI Congreso de la Sociedad Italiana de Medicina Interna y al LXXXII Congreso de la Sociedad Italiana de Cirugía General, 27 octubre 1980

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3. La verdad es que el desarrollo tecnológico, característico de nuestro tiempo, sufre una ambivalencia de fondo: mientras por una parte permite al hombre que se haga cargo de su propio destino, por otro lado lo pone en tentación de sobrepasar los límites razonables del dominio sobre la naturaleza poniendo en peligro la misma supervivencia e integridad de la persona humana.

Consideremos, para no salirnos del ámbito de la biología y de la medicina, la implícita peligrosidad que respecto al derecho del hombre a la vida, deriva de los descubrimientos hechos en el campo de la inseminación artificial, del control de la natalidad y fertilidad, de la hibernación y de la “muerte lenta”, de la ingeniería genética, de los fármacos de la psique, de los transplantes de órganos, etc. Es cierto que la investigación científica tiene sus propias leyes a las que atenerse. Pero esta investigación debe reconocer, sobre todo en medicina, un límite insalvable: el respeto a la persona y su derecho a vivir de un modo digno, propio del ser humano.

Por ejemplo, si un nuevo método de investigación perjudica, o corre peligro de perjudicar, este derecho, no se puede considerar lícito sólo porque aumente nuestro conocimiento. Efectivamente, la ciencia no es el valor más alto al cual deban subordinarse todos los demás. Más alto, en la escala de valores, está precisamente el derecho personal del individuo a la vida física y espiritual, a su integridad psíquica y funcional. De hecho, la persona es medida y criterio de bondad o culpa en toda manifestación humana. El progreso científico, por lo tanto, no puede pretender situarse en una especie de terreno neutro. La norma ética fundada en el respeto de la dignidad de la persona debe iluminar y disciplinar tanto la fase de investigación como la de la aplicación de los resultados alcanzados antes.

[DP (1980), 281]