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[1218] • JUAN PABLO II (1978-2005) • VIVIR EL SACRAMENTO DEL MATRIMONIO

De la Homilía durante la Misa para los fieles congregados en Bangoi (República Centroafricana), 14 agosto 1985

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7. La célula base de la sociedad sigue siendo la familia. Los primeros misioneros tuvieron gran interés en preparar a los chicos y a las chicas para que fundaran hogares cristianos; pienso en Pierre Kwesse y en Marie Peke, que formaron una familia admirable desde su conversión, cuando aún no habían pasado cinco años desde el anuncio del Evangelio en este país. La libertad de los futuros esposos, la estabilidad de su unión, su influencia decisiva en los hijos, se ven amenazados con demasiada frecuencia, sea por ciertos aspectos negativos de costumbres que habrá que renovar, sea por ciertas seducciones modernas.

Felicito a los miembros de la Asociación de Hogares Cristianos, que intentan implicar a sus amigos en una concepción cristiana de la familia, según los principios que yo mismo he expuesto en la Exhortación Familiaris consortio, tras un Sínodo de los Obispos del mundo entero. Estas exigencias, aceptadas libremente, asumidas en el sacramento del matrimonio y vividas continuamente con Cristo en la oración, aseguran a los esposos cristianos la profundidad del amor conyugal, su fidelidad, su fecundidad, la educación en la fe, como en una Iglesia en miniatura. ¡Queridos amigos: Que Dios os ayude a promover hogares así! ¡No descuidéis el sacramento del matrimonio que Cristo instituyó para santificar la alianza y toda la vida de los esposos y permitirles acercarse continuamente a las otras fuentes de la gracia!

[DP (l (98)5), 210]