[1539] • JUAN PABLO II (1978-2005) • LA FAMILIA, ESPACIO NATURAL Y PRIMERO DE LA PASTORAL VOCACIONAL
Del Mensaje En mi Mensaje, a los participantes en el I Congreso Continental Latinoamericano sobre las Vocaciones, 2 febrero1994
1994 02 02b 0013
[13.–] Así pues, a partir de la infancia es preciso desarrollar la dimensión vocacional de la vida bautismal. Durante todo su proceso evolutivo, el cristiano ha de acostumbrar cada vez más su oído para escuchar la voz de Dios que lo llama; necesita abrir cada vez más su corazón para aceptar su invitación; debe disponer cada vez mejor su voluntad para caminar por la senda del Señor, que nos precede en el anuncio de su Reino. Así, ya desde el regazo de las madres cristianas y del calor y de la oración asidua de los hogares creyentes, el niño y el joven aprenderán a valorar su existencia como una llamada a dar y a entregarse. “La pastoral vocacional encuentra su ámbito primero y natural en la familia”, dije en mi mensaje de este año para la Jornada mundial de oración por las vocaciones (cf. L’Osservatore Romano, edición en lengua española, 7 de enero de 1994, p. 5). Sí, la familia está invitada a brindar a los hijos la gozosa experiencia de la vocación cristiana, preparándose a sí misma para recibir como un don muy estimado la llamada de alguno de sus hijos al ministerio sacerdotal o a la vida consagrada.
[O.R. (e.c.), 27.V.1994, 5 y 8]
1994 02 02b 0013
[13.–] A partir da infância, pois, é necessário desenvolver a dimensão vocacional da vida baptismal. Ao longo de todo o seu processo evolutivo, o cristão precisa de habituar cada vez mais o seu ouvido a escutar a voz de Deus que o chama; precisa de abrir cada vez mais o seu coração para acolher o seu convite; deve dispor cada vez melhor a sua vontade para caminhar pela senda do Senhor, que nos precede no anúncio do seu Reino. Assim, já desde o regaço de mães cristãs e do calor e da oração assídua de lares crentes, a criança e o jovem aprenderão a estimar a sua existência como un chamamento a dar e a dar-se. “A pastoral vocacional encontra o seu primeiro e natural ambiente na família”, dizia eu na minha mensagem para o Dia Mundial de Oração pelas Vocações, deste ano. Sim, a família é chamada a dar aos filhos a gozosa experiência da vocação cristã, preparando-se ela própria para receber como um dom muito estimado a chamada de algum dos seus filhos ao ministério sacerdotal ou à vida consagrada.
[Insegnamenti GP II, 17/1, 389]