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[1557] • JUAN PABLO II (1978-2005) • EL APOSTOLADO DE LOS PADRES CRISTIANOS EN EL SENO DE LA FAMILIA

De la Alocución La partecipazione, en la Audiencia General, 2 marzo 1994

1994 03 02 0005

5. Existe una diferencia esencial entre ministerios ordenados y ministerios no ordenados como he explicado en las catequesis sobre el sacerdocio. El Concilio enseña que el sacerdocio común de los fieles y el sacerdocio ministerial o jerárquico difieren esencialmente y no sólo en grado (cf. Lumen gentium, 10). La exhortación apostólica Christifideles laici recuerda que los ministerios ordenados son ejercidos en virtud del sacramento del orden mientras que los ministerios no ordenados, los oficios y las funciones de los fieles laicos, “tienen su fundamento sacramental en el bautismo en la confirmación, y para muchos de ellos, además en el matrimonio” (n. 23). Esta última afirmación es muy valiosa, especialmente para los esposos y padres que están llamados a desempeñar un apostolado cristiano también y de manera especial en el interior de su familia (cf. Catecismo de la Iglesia católica, n. 902).

La misma exhortación apostólica advierte que “los pastores han de reconocer y promover los ministerios, oficios y funciones de los fieles laicos” (n. 23). Un pastor de almas no puede pretender hacerlo todo en la comunidad que se le ha confiado. Debe valorizar al máximo la acción de los laicos, con sincera estima hacia su competencia y su disponibilidad. Si es verdad que un laico no puede sustituir al pastor en los ministerios que requieren los poderes conferidos por el sacramento del orden, también es verdad que el pastor no puede sustituir a los laicos en los campos donde éstos son más competentes que ellos. Por tanto, debe promover su papel y estimular su participación en la misión de la Iglesia.

[DP-23 (1994), 60]