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Magisterio sobre amor, matrimonio y familia <br /> <b>Warning</b>: Undefined variable $titulo in <b>/var/www/vhosts/enchiridionfamiliae.com/httpdocs/cabecera.php</b> on line <b>29</b><br />
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[1582] • JUAN PABLO II (1978-2005) • EL AMOR PERMANENTEMENTE FIEL, GENEROSO Y ABIERTO AL DON DE LA VIDA, FUNDAMENTO DEL PROYECTO CONYUGAL

Del Discurso Carissimi componenti, a los miembros del Instituto “Pro Familia”de Brescia (Italia), 23 abril 1994

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2. Damos gracias con vosotros al Señor por todo cuanto habéis podido realizar en los setenta y cinco años transcurridos. Vuestra actividad evangelizadora ha tenido lugar en una época particularmente significativa: una época de cambios legislativos y culturales que ha alcanzado a la familia, con resultados muchas veces no coincidentes con el proyecto cristiano. En ese contexto, os habéis dado cuenta de la urgencia que se debe dar a la catequesis y a la formación cultural a fin de lograr la adecuada preparación de las familias. El hombre de hoy, fuertemente tentado por concepciones desviadas, está llamado a descubrir y valorar de nuevo, a la luz del Evangelio, los grandes bienes y dones del matrimonio, de la familia y de la vida; descubrirlos después de haber experimentado, a veces con dolor, los peligros y las tristezas que anidan en la falta de respeto y cosideración por esos bienes.

Por ello, es más necesario que nunca volver a proponer con la fuerza de la verdad los principios cristianos sobre la familia, a fin de que nuestros contemporáneos sean capaces de comprender y valorar el proyecto originario del Creador.

El ideal de la familia se descubre en Dios mismo, en el misterio de su vida trinitaria. Como el ser humano, también la familia tiene en sí misma una semejanza con Dios, ya que es una comunidad de personas unidas en el amor.

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3. ¡Queridos hermanos y hermanas! Continuad en vuestro servicio, contribuyendo a sacar a la luz la potencialidad presente ya en la conciencia de toda persona, sobre todo si tiene la luz y la fuerza de la fe. Dios hace sentir en el corazón del ser humano los valores morales fundamentales. Por eso, en el interior de cada esposo y esposa, resuena la voz divina que invita a vivir con plenitud la vocación conyugal y un amor fiel, estable, generoso y abierto al don de la vida. Sobre este amor, se funda el proyecto conyugal, se construye día a día la armonía de la comunidad familiar. Dios ha querido proteger la vida mediante el amor que late en el corazón de todo progenitor. Lo ha hecho de manera que cada ser humano sienta con fuerza en su conciencia el deber de poner la propia vida a disposición de la vida de los hijos, desde el primer momento de la concepción hasta el nacimiento; y, desde entonces, hasta el crecimiento y la madurez.

Son dones que se encuentran inscritos en la conciencia de todos, y que, con la ayuda de la gracia de Dios, pueden alcanzar dimensiones heroicas, como en el caso de las dos esposas y madres que mañana tendré el gozo de inscribir en el número de los Beatos. Mi deseo es que, gracias también a vuestra esforzada y competente actividad pedagógica y pastoral, se extienda más, sobre todo entre los jóvenes, el respeto por los valores humanos y espirituales que hacen de la familia cuna de la vida y pequeña iglesia doméstica.