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[1695] • JUAN PABLO II (1978-2005) • LEYES ADECUADAS QUE GARANTICEN EL DERECHO DE LOS PADRES A LA EDUCACIÓN DE LOS HIJOS

Discurso Porgo il mio cordiale benvenuto, a los participantes en el VII Congreso Nacional de la Federación Italiana de Escuelas Maternas, 6  mayo 1995

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1. Os doy una cordial bienvenida a todos vosotros, que participáis en el VII congreso nacional de la Federación italiana de escuelas maternas. Me alegro de recibiros y de proseguir el diálogo iniciado con vosotros en ocasiones anteriores, diálogo que el reciente camino de la Iglesia y de la sociedad ha hecho aún más vivo y actual. Saludo al presidente, doctor Luigi Morgano, a quien agradezco sus palabras, y con él, a los responsables nacionales, regionales y provinciales; saludo a los sacerdotes consiliarios, a los representantes de las escuelas, del personal religioso y seglar y de los padres.

Sé que durante el Año internacional de la familia, celebrado en 1994, habéis trabajado a fondo, con la sensibilidad pedagógica y social que os caracterizan, para poner de manifiesto el papel de los padres y de la escuela materna en la educación de los niños. He querido dirigirme precisamente a ellos en vísperas de la última Navidad. Con una Carta, la primera de esta clase, he pretendido subrayar la primacía que a los pequeños debe reconocerse en la atención de las familias y de la comunidad eclesial, primacía que prolonga la que les otorgó Jesús, según el testimonio de los evangelios. La revista de vuestra Asociación se llama Prima i bambini (Primero los niños). Ojalá que respondáis siempre a esta delicada misión, sirviendo, con entusiasmo y talento, a los más pequeños.

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2. En el mensaje para la Jornada mundial de la paz de este año, me he dirigido de manera especial a las mujeres, invitándolas a tomar conciencia de su misión de educadoras para la paz. Muchas mujeres están implicadas en las innumerables escuelas maternas esparcidas por el territorio nacional, “laboratorios” en los cuales ese mensaje se transforma en experiencia cotidiana de pedagogía “materna”, en el sentido más rico del término. Pienso en las madres de familia y, a su lado, las religiosas y las maestras: ellas dedican a los niños lo mejor de su tiempo, de sus energías, de su competencia educativa y –lo sabemos muy bien– también de sus plegarias. ¡Que el Señor las bendiga a todas y les ayude a ser auténticas educadoras para la paz!

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3. Deseo ahora unir mi voz a la vuestra para renovar un compromiso y una petición. Se trata sobre todo de reafirmar un compromiso: que las escuelas maternas de inspiración cristiana prosigan con inalterable pasión y metodologías siempre actualizadas el servicio que desde hace décadas ofrecen a los niños y a las familias de la sociedad italiana; y, además, el compromiso, que es específico de la Federación italiana de escuelas maternas, de proseguir su función de coordinación y de promoción, que viene realizando desde hace más de veinte años.

Tampoco puedo silenciar la correspondiente petición, que está en el centro de vuestro congreso y que hago mía: la demanda de una solución legislativa que, situándose en la dirección de las mejores experiencias europeas, permita que no se penalice a quien elige enviar a sus hijos a las escuelas maternas autónomas o trabajar en ellas profesionalmente. Esto no significa exigir privilegios, sino solamente pedir mayor equidad para muchísimas familias italianas. Si reivindicáis un privilegio, es el de poder seguir trabajando al servicio de los niños, y no sólo de algunos, sino de todos aquellos que tratan de confiar a vuestro cuidado sus familias, con sosiego para vosotros y sin gravarlas excesivamente.

Deseo vivamente que los responsables políticos, realmente preocupados por una democracia verdadera, acojan esta llamada. Por vuestra parte, no os desalentéis y continuad vuestro trabajo, con el distintivo de la aptitud pedagógica y de la confianza en el Señor e inspirándoos siempre en los valores evangélicos.

El Papa os anima, os asegura un recuerdo diario en la oración y os imparte de corazón la bendición apostólica, extendiéndola a toda la familia de las escuelas maternales católicas.

[O.R. (e. c.) 19.V.1995, 14]