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[1742] • JUAN PABLO II (1978-2005) • PROMOVER LA DIGNIDAD DEL MATRIMONIO Y LA FAMILIA

Del Discurso Con grande gioia, con ocasión del XXX Aniversario de la promulgación de la Constitución Gaudium et spes del Concilio Vaticano II, 8 noviembre 1995

1995 11 08 0006

6. No puedo aquí alargarme, al pasar revista a los temas verdaderamente fundamentales que la Constitución trata especialmente en su primera parte: la dignidad de la persona humana, la comunidad de los hombres y la actividad humana en el universo. Baste subrayar que sobre todo esto el Concilio ilumina con la luz de la revelación, señalando a Cristo como sentido y plenitud de toda criatura, alfa y omega del mundo. Y en el marco de esta visión global, el Concilio ilustra estupendamente la misión de la Iglesia, poniendo en evidencia la ayuda que ella aporta, sin dejar de reconocer lo que ella recibe del mundo actual (cf. GS, 44).

Pero la Gaudium et spes no se limita a los interrogantes de fondo. Con el deseo de prestar un servicio más concreto al hombre de nuestro tiempo, desciende también al terreno de los problemas inmediatos que lo acucian. Entre ellos tiene ciertamente particular relevancia la necesidad de promover la dignidad y la santidad del matrimonio y de la vida familiar.

En los años sucesivos al Concilio, la ulterior evolución de las costumbres ha demostrado que la Iglesia había visto en la justa dirección, presentando con claridad esta urgencia a la atención de la comunidad cristiana y de toda la Humanidad. La familia está hoy en peligro no sólo por factores externos, tales como la movilidad social y las nuevas características de la organización del trabajo, sino también y sobre todo por una cultura individualista, desprovista de un sólido soporte ético, que entiende mal el sentido mismo del amor entre los cónyuges y que, atacando a su connatural exigencia de estabilidad, insidia el mantenimiento de los núcleos familiares en la comunión y en la paz. En muchas ocasiones el magisterio de la Iglesia de los años transcurridos intervino confirmando e ilustrando el plan de Dios sobre el matrimonio y sobre la familia. ¿Cómo no recordar la Exhortación postsinodal Familiaris consortio y las iniciativas que han distinguido el reciente “Año de la Familia”? Es un camino de reflexión y de testimonio que precisamente en la Gaudium et spes ha encontrado una constante e inagotable fuente de inspiración.

[E 55 (1995), 1829]