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[1787] • JUAN PABLO II (1978-2005) • EL MATRIMONIO EXIGE UN AMOR INDISOLUBLE

Del Discurso C’est avec grande joie, a los Obispos de Benín, en la visita ad limina, 22 agosto 1996

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4. Las amenazas que se ciernen hoy sobre la familia son fuente de preocupación para el futuro de las comunidades cristianas e incluso para el de la sociedad. Quisiera recordar aquí la dignidad y el papel esencial del matrimonio cristiano para los discípulos de Cristo. Es verdad que a veces resulta difícil respetar sus exigencias. Sin embargo, son la expresión de la verdad de la unión del hombre y la mujer ante los ojos de Dios. “El Matrimonio exige un amor indisoluble; gracias a esta estabilidad, puede contribuir eficazmente a realizar totalmente la vocación bautismal de los esposos” (Ecclesia in Africa, 83). Hoy es más necesaria que nunca la acción pastoral de la Iglesia a fin de preparar a los jóvenes para el sacramento del matrimonio y para los compromisos que implica en la vida familiar. Acompañar a los esposos y a las familias por el camino de la vida, en particular en los momentos más difíciles de su existencia, es una exigencia primordial de la pastoral de la Iglesia. Cada matrimonio debería contar con el apoyo de las demás familias cristianas, para descubrir y vivir de modo fecundo una verdadera comunidad de amor.

También os aliento vivamente a invitar a las familias cristianas a ser la primera escuela de la fe mediante la palabra y el ejemplo. Que cada familia se convierta verdaderamente en un lugar privilegiado de testimonio evangélico. Aprecio los esfuerzos que realiza la comunidad cristiana para ayudar a las familias que afrontan graves problemas de salud o situaciones de precariedad.

[O.R. (e. c.) 30.VIII.1996, 4]