INICIO CRONOLOGICO DOCUMENTOS ESCRITURA CONCILIOS PAPAS AUTORES LUGARES MATERIAS EDICIONES
EDITORES

[1804] • JUAN PABLO II (1978-2005) • LIBERAR A LA MUJER Y A LOS PUEBLOS DE LOS PROGRAMAS INJUSTOS DE PLANIFICACIÓN FAMILIAR

Discurso Anche quest’anno, a los participantes en el Curso del Centro de Estudios e Investigación sobre la Regulación Natural de la Fertilidad, de la Universidad Católica del Sacro Cuore, 7 diciembre 1996

1996 12 07b 0001

1. También este año el Centro de estudios e investigaciones para la regulación natural de la fertilidad de la Universidad católica organiza un curso de preparación para personas que enseñan los métodos naturales. Este encuentro es particularmente significativo, porque se celebra durante el vigésimo año de actividad de este centro, acontecimiento conmemorado recientemente con un congreso internacional que abordó un tema significativo: “En las fuentes de la vida”.

Me complace renovar en esta circunstancia mis sentimientos de aprecio y estima por la actividad desarrollada, que la comunidad eclesial y el ambiente médico y científico han comprendido cada vez mejor.

1996 12 07b 0002

2. La validez científica de los métodos y su eficacia educativa hacen que sean cada vez más apreciados por los valores humanos que implican y confirman, cuando se los enseña y propone en un ambiente antropológico y ético adecuado, según la sabia directriz ya enunciada en la encíclica Humanae vitae de Pablo VI e ilustrada muchas veces en los sucesivos documentos del Magisterio.

Su carácter humanizador es más evidente aún por el hecho de que la observancia de los métodos naturales exige y refuerza la armonía de los cónyuges, ayuda y corrobora el redescubrimiento del don maravilloso de la maternidad y la paternidad, implica el respeto a la naturaleza y requiere la respon-

sabilidad de las personas. Según muchas opiniones autorizadas, también favorecen más plenamente la ecología humana, que es armonía entre las exigencias de la naturaleza y la conducta de las personas.

En el ámbito mundial esta elección sostiene el proceso de libertad y emancipación de las mujeres y de las poblaciones con respecto a los injustos programas de planificación familiar, que conllevan el triste cortejo de las diferentes formas de anticoncepción, aborto y esterilización.

1996 12 07b 0003

3. Pero de forma más inmediata, vuestra obra es valiosa cada día, y la solicitan las comunidades parroquiales y los centros diocesanos de pastoral familiar y de pastoral de la vida. En este sentido, en la encíclica Evangelium vitae he escrito que “una consideración honrada de los resultados alcanzados debería eliminar prejuicios todavía muy difundidos y convencer a los esposos, y también a los agentes sanitarios y sociales, de la importancia de una adecuada formación al respecto. La Iglesia expresa su gratitud a quienes con sacrificio personal y dedicación, a menudo poco apreciada, trabajan en la investigación y difusión de estos métodos, promoviendo al mismo tiempo una educación en los valores morales que su uso supone” (n. 97).

Ya ha llegado la hora en que cada parroquia y cada estructura de consulta y asistencia a la familia y a la defensa de la vida puedan disponer de personas capaces de educar a los cónyuges en el uso de los métodos naturales. Y, por esta razón, recomiendo particularmente a los obispos, a los párrocos y a los responsables de la pastoral que acojan y favorezcan este valioso servicio.

Con esta esperanza, mientras pido al Señor que acompañe continuamente vuestro infatigable trabajo, os bendigo de corazón a vosotros y a la Universidad católica del Sagrado Corazón, que en la Facultad de Medicina y Cirugía promueve y sostiene vuestra obra digna de la más alta estima, en sintonía con las tareas y el papel de una Universidad católica.

[DP-165 (1996), 249]