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[1845] • JUAN PABLO II (1978-2005) • REFORZAR EL INTERÉS POR LA GRAN CAUSA DE LA FAMILIA

Del Saludo en el rezo del Ángelus, 14 septiembre 1997

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1. [...] Durante estos meses, en diversas partes del mundo se han celebrando asambleas familiares, que han brindado la oportunidad de reflexionar y rezar con vistas a esta nueva cita. La están preparando con esmero y entusiasmo la archidiócesis de Río de Janeiro y la Conferencia episcopal de Brasil, con la ayuda del Consejo pontificio para la familia. Es preciso reforzar el interés activo por la gran causa de la familia, de la que depende el futuro de la humanidad y de la nueva evangelización (cf. Familiaris consortio, 86)[1].

Se trata de un punto firme de la enseñanza del concilio Vaticano II. En la constitución pastoral Gaudium et spes leemos: “La salvación de la persona y de la sociedad humana y cristiana está estrechamente ligada a la prosperidad de la comunidad conyugal y familiar” (n. 47)[2]. Esta es la certeza de la Iglesia y de los pueblos que reconocen en la familia, fundada en el matrimonio, un patrimonio inalienable de la humanidad. En efecto, la identidad espiritual y cultural de las familias constituye la base de la identidad de la nación a la que pertenecen.

[1]. [1981 11 22/ 86]

[2]. [1965 12 07c/ 47]

1997 09 14b 0002

2. Precisamente esta verdad fundamental es lo que quiere subrayar el tema del Encuentro: La familia: don y compromiso, esperanza de la humanidad. Este tema pone de relieve el carácter central de la familia, célula primordial de la sociedad y santuario de la vida. Para renovarse y afrontar las exigencias de los tiempos, la familia pide que la sociedad la reconozca, la respete y la sostenga en sus derechos.

Nos viene a la memoria otra afirmación del Concilio: “La suerte futura de la humanidad está en manos de aquellos que sean capaces de transmitir a las generaciones venideras razones para vivir y para esperar” (ib., 31). Son muchos los hombres y mujeres en el mundo que, con su testimonio, difunden estas razones. Exhorto a los gobernantes y a los legisladores a hacer que las instituciones favorezcan lo más posible este papel fundamental de la familia. Deseo, además, que los medios de comunicación social realicen una labor positiva para promover, con respeto y sentido de responsabilidad, la reflexión y el diálogo sobre la familia y sus problemas.

[OR (e.c.) 19.IX.1997, 1]