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[1973] • JUAN PABLO II (1978-2005) • LA IMPORTANCIA DE LA FAMILIA PARA LA SOCIEDAD

Del Discurso Grazia a voi, a los participantes en la Asamblea General de la Conferencia Episcopal Italiana, 17 mayo 2001

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3. El Papa comparte con vosotros una afectuosa solicitud por el bien común de esta amada nación, que, después de un decenio de fuertes contrastes y cambios, necesita estabilidad y concordia para poder expresar del mejor modo posible sus grandes potencialidades.

Un factor decisivo para el presente y el futuro de Italia es, sin duda alguna, la familia. Por eso, con razón se centra en ella vuestra atención, como lo demuestra, entre otras, la iniciativa del gran Encuentro nacional de las familias, que habéis programado para los días 20 y 21 del próximo mes de octubre. Si Dios quiere, tendré la dicha de participar en él. Es preciso incrementar la pastoral de las familias, sin limitarla al tiempo de preparación para el matrimonio o a la promoción de algún grupo específico. Es indispensable que las familias mismas tengan mayor protagonismo, tanto en la evangelización como en la vida social, para que se tutele su auténtica fisonomía y se reconozca adecuadamente su función. Así pues, renuevo mi petición de que se salvaguarden los derechos de la familia fundada en el matrimonio, sin confundirla con otras formas de convivencia. Espero de corazón que se realice una política orgánica en favor de la familia, para sostenerla en sus tareas esenciales, comenzado por la procreación y la educación de los hijos.

El compromiso en favor de la familia es inseparable del compromiso en favor de la vida humana, desde la concepción hasta su término natural. Además, hoy, con el desarrollo de las biotecnologías, se ensanchan las fronteras en las que se requiere nuestra presencia vigilante y la propuesta valiente de la verdad sobre el hombre. Queridos hermanos en el episcopado, las acusaciones que actualmente nos dirigen de defender posiciones ya superadas están destinadas, antes o después, a dar paso al reconocimiento de que la Iglesia ha tenido clarividencia, discerniendo, a la luz del evangelio de Cristo, lo que es indispensable para el auténtico progreso humano.

[E 61 (2001/2), 1417]