[2000] • JUAN PABLO II (1978-2005) • NECESIDAD DE UNA PROTECCIÓN ESPECIAL A LOS NIÑOS, VÍCTIMAS INOCENTES DE UN TRÁFICO INADMISIBLE
Del Discurso C’est avec joie, al nuevo Embajador de Benin en la presentación de las Cartas Credenciales, 17 mayo 2002
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4. Las diferentes tradiciones religiosas presentes en su país están llamadas a trabajar conjuntamente, con todos los benineses, para la promoción del bien común y para la instauración de un clima de paz, hecho a base de confianza y de estima recíprocas. En la Jornada de oración por la paz en el mundo, celebrada en Asís el pasado 24 de enero, tuve ocasión de recordar que es indispensable que las personas y las comunidades religiosas se comprometan a construir la paz y que «manifiesten el rechazo más rotundo y más radical de la violencia, de toda violencia, empezando por ese tipo de violencia que se engalana de religiosidad, apelando incluso al santo nombre de Dios para ofender al hombre» [Juan Pablo II, Discurso en la Jornada de Oración por la paz en el mundo, en Asís, 24 enero 2002, 4.]. Por su parte, la Iglesia católica está dispuesta a no dejar de contribuir leal y generosamente para la realización de este noble propósito. Por su compromiso en las actividades relacionadas con la salud, la educación o la promoción social, por su fidelidad en su misión de servicio, desea apoyar a los hombres en su desarrollo integral, así como difundir la Buena Nueva del Evangelio, que anuncia la paz, el amor y la libertad para todo el mundo. La Iglesia dedica una atención especial a los más pobres y a los niños, que son, a veces, víctimas de tráficos inaceptables. De igual manera, ella se preocupa por buscar e intensificar el diálogo con las otras comunidades religiosas presentes en el territorio nacional, con el fin de unificar las fuerzas de todos los hombres de buena voluntad para el crecimiento del país y la consecución de una mayor paz social. Las comunidades católicas quieren participar cada día en el esfuerzo común para contribuir al desarrollo material y espiritual de todos, para hacer desaparecer las causas de la división, y para construir una sociedad cada vez más unida y más solidaria, cuyo esfuerzo vaya encaminado a despertar las consciencias y los corazones hacia el respeto mutuo y la responsabilidad de todos en la búsqueda del bien común.
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4. Les différentes traditions religieuses présentes dans votre pays sont appelées à travailler ensemble, avec tous les Béninois, à la promotion du bien commun et à linstauration dun climat de paix, fait de confiance et destime réciproques. Lors de la Journée de prière pour la paix dans le monde qui sest déroulée à Assise le 24 janvier dernier, jai eu loccasion de rappeler quil est indispensable que les personnes et les communautés religieuses sengagent à bâtir la paix et quelles «manifestent le rejet le plus net et le plus radical de la violence, de toute violence, à commencer par celle qui prétend se parer de religiosité, allant jusquà faire appel au nom très saint de Dieu pour offenser lhomme»[117]. Pour sa part, lÉglise catholique est disposée à apporter sans cesse une contribution loyale et généreuse à la réalisation de ce noble dessein. Par son engagement dans les uvres de santé, déducation ou de promotion sociale, dans la fidélité à sa mission de service, elle désire soutenir les hommes dans leur développement intégral et répandre la Bonne Nouvelle de lÉvangile qui annonce la paix, lamour et la liberté pour tous. Elle porte une attention toute spéciale aux plus pauvres et aux enfants qui sont parfois les victimes innocentes de trafics inacceptables. De même, elle a le souci de poursuivre et dintensifier le dialogue avec les autres communautés religieuses présentes sur le territoire national, pour unir les forces de tous les hommes de bonne volonté en vue de la croissance du pays et dune plus grande paix sociale. Les communautés catholiques veulent participer quotidiennement aux efforts communs pour contribuer à lépanouissement matériel et spirituel de tous, pour faire disparaître les causes de division et pour bâtir une société toujours plus unie et plus solidaire, sattachant à éveiller les consciences et les curs au respect mutuel et à la responsabilité de tous dans la recherche du bien commun.
[Insegnamenti GP II, 25/1 (2002), 766-767]
[117]Ioannis Pauli PP. II Oratio ob praecationis diem ad pacem in universo orbe obtinendam, 4, die 24 ian. 2002.