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[2015] • JUAN PABLO II (1978-2005) • LA PRIORIDAD DE LA PASTORAL FAMILIAR

Del Discurso Дарагія і шаноныя Браты, a los Obispos de Bielorrusia, en la visita ad limina, 10 febrero 2003

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3. Se trata ahora de proyectar el trabajo con vistas al futuro. En primer lugar se halla la familia, que también en Bielorrusia atraviesa, por desgracia, una seria y profunda crisis. Las primeras víctimas de esta situación son los niños, que corren el riesgo de sufrir sus consecuencias durante toda la vida. Para confortaros y animaros, quisiera repetir lo que dije a las numerosísimas familias reunidas en Manila el pasado 25 de enero, con ocasión del IV Encuentro mundial de las familias. Es preciso testimoniar con convicción y coherencia la verdad sobre la familia, fundada en el matrimonio. Es un bien grande, necesario para la vida, para el desarrollo y para el futuro de la humanidad. Transmitid a las familias de Bielorrusia la consigna que dejé a las del mundo entero: hacer del Evangelio la regla fundamental de la familia y hacer de cada familia una página del Evangelio escrita para nuestro tiempo.

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4. Vuestro país cuenta aproximadamente con diez millones de habitantes, gran parte de los cuales vive en las ciudades. Aunque Bielorrusia es la nación que ha sufrido menos los cambios del período post-soviético, su proceso de inserción en el vasto contexto del continente europeo ha sido más bien lento. Las consecuencias de este retraso influyen en la reestructuración económica y aumenta la pobreza, sobre todo en las zonas rurales. La concentración de la población en los centros urbanos implica un esfuerzo notable para la presencia de la Iglesia. Esto vale especialmente para la capital, Minsk, donde ya vive más del 20% de la población.Una de vuestras prioridades son los jóvenes, cada vez más numerosos en las ciudades y en búsqueda de un posible empleo. La crisis demográfica sin precedentes, que afecta a vuestro país, constituye asimismo un fuerte desafío para el anuncio del “evangelio de la vida”, y los fenómenos de la marginación, entre los cuales destaca el alcoholismo, que recientemente se ha agravado, esperan respuestas urgentes y eficaces. A todos estos problemas la Iglesia católica, aunque es minoritaria en el país, se esfuerza por responder con los medios y las estructuras disponibles. Queridos hermanos, os animo a proseguir por este camino, y quisiera aprovechar esta ocasión para dar las gracias a las organizaciones católicas de otras naciones, especialmente italianas y alemanas, que os prestan su apoyo y su colaboración.

[OR (ed. esp.) 21-II-2003, 5]