[2081] • BENEDICTO XVI (2005- • COMPETENCIA PROFESIONAL, SENTIDO DE LA FAMILIA, SENTIDO CÍVICO Y VIRTUDES SOCIALES: VOCACIÓN Y MISIÓN DE LOS FIELES LAICOS SEGÚN EL CONCILIO VATICANO II
Del Discurso Questa mattina, en el rezo del Ángelus, 13 noviembre 2005
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[2.] [...] el Concilio prestó gran atención al papel de los fieles laicos, dedicándoles todo un capítulo el cuarto de la constitución Lumen gentium sobre la Iglesia, para definir su vocación y su misión, enraizadas en el bautismo y en la confirmación, y orientadas a buscar el reino de Dios ocupándose de las realidades temporales y ordenándolas según Dios (n. 31). El 18 de noviembre de 1965, los padres aprobaron un decreto específico sobre el apostolado de los laicos, Apostolicam actuositatem. En él se subraya, ante todo, que la fecundidad del apostolado de los laicos depende de su unión vital con Cristo (n. 4), es decir, de una sólida espiritualidad, alimentada por la participación activa en la liturgia y expresada en el estilo de las bienaventuranzas evangélicas. Además, para los laicos son de gran importancia la competencia profesional, el sentido de la familia, el sentido cívico y las virtudes sociales. Aunque es verdad que están llamados individualmente a dar su testimonio personal, particularmente valioso allí donde la libertad de la Iglesia encuentra obstáculos, sin embargo, el Concilio insiste en la importancia del apostolado organizado, necesario para influir en la mentalidad general, en las condiciones sociales y en las instituciones (cf. ib., 18). A este respecto, los padres impulsaron las múltiples asociaciones de laicos, insistiendo también en su formación para el apostolado. Al tema de la vocación y la misión de los laicos el amado Papa Juan Pablo II quiso dedicar la Asamblea sinodal de 1987, tras la cual se publicó la exhortación apostólica Christifideles laici.
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[3.] Antes de concluir, quisiera recordar que el pasado domingo, en la catedral de Vicenza, fue beatificada una madre de familia, Eurosia Fabris, llamada mamá Rosa, modelo de vida cristiana en su estado laical. A todos los que ya están en la patria celestial, a todos nuestros santos y, en primer lugar, a María santísima y a su esposo san José, les encomendamos todo el pueblo de Dios, para que crezca en cada bautizado la conciencia de estar llamado a trabajar con tesón y con fruto en la viña del Señor.
[Insegnamenti BXVI, I (2005), 798-799]
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[...] grande attenzione il Concilio ha posto al ruolo dei fedeli laici, ad essi dedicando un intero capitolo il quarto della Costituzione Lumen gentium sulla Chiesa, per definirne la vocazione e la missione, radicate nel Battesimo e nella Cresima e orientate a cercare il Regno di Dio trattando le cose temporali e ordinandole secondo Dio (n. 31). Il 18 novembre 1965 i Padri approvarono uno specifico Decreto sullapostolato dei laici, Apostolicam actuositatem. Esso sottolinea innanzitutto che la fecondità dellapostolato dei laici dipende dalla loro unione vitale con Cristo (ivi, 4), cioè da una robusta spiritualità, alimentata dalla partecipazione attiva alla Liturgia ed espressa nello stile delle beatitudini evangeliche. Per i laici, inoltre, sono di grande importanza la competenza professionale, il senso della famiglia, il senso civico e le virtù sociali. Se è vero che essi sono chiamati individualmente a rendere la loro testimonianza personale, particolarmente preziosa là dove la libertà della Chiesa incontra impedimenti, tuttavia il Concilio insiste sullimportanza dellapostolato organizzato, necessario per incidere sulla mentalità generale, sulle condizioni sociali e sulle istituzioni (cfr ivi, 18). A questo proposito, i Padri hanno incoraggiato le molteplici associazioni dei laici, insistendo pure sulla loro formazione allapostolato. Al tema della vocazione e missione dei laici lamato Papa Giovanni Paolo II ha voluto dedicare lAssemblea sinodale del 1987, dopo la quale è stata pubblicata lEsortazione apostolica Christifideles laici.
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Concludendo, vorrei ricordare che domenica scorsa, nella Cattedrale di Vicenza, è stata beatificata una madre di famiglia, Eurosia Fabris, detta Mamma Rosa, modello di vita cristiana nello stato laicale. A tutti Coloro che già sono nella patria celeste, a tutti i nostri Santi e in primo luogo a Maria Santissima ed al suo Sposo Giuseppe, affidiamo lintero Popolo di Dio, perché cresca in ogni battezzato la consapevolezza di essere chiamato a lavorare con impegno e con frutto nella vigna del Signore.