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[2271] • BENEDICTO XVI (2005- • LA FAMILIA EN EL CENTRO DE LA ATENCIÓN PASTORAL

Del Discurso Nella magnifica cornice, a los Delegados de la Segunda Asamblea Eclesial del Trivéneto, Basílica de Aquilea (Italia), 7 de mayo de 2011

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[4.] La misión prioritaria que el Señor os confía hoy, renovados por el encuentro personal con él, consiste en dar testimonio del amor de Dios al hombre. Estáis llamados a hacerlo ante todo con las obras de amor y con las opciones de vida a favor de las personas concretas, comenzando por las más débiles, frágiles, indefensas, no autosuficientes, como los pobres, los ancianos, los enfermos, los discapacitados, aquellos a quienes san Pablo llama las partes más débiles del cuerpo eclesial (cf. 1 Co 12, 15-27). Las ideas y las realizaciones con respecto a la longevidad, recurso valioso para las relaciones humanas, son un bello e innovador testimonio de la caridad evangélica proyectada en dimensión social. Procurad poner en el centro de vuestra atención a la familia, cuna del amor y de la vida, célula fundamental de la sociedad y de la comunidad eclesial; este compromiso pastoral resulta más urgente por la crisis cada vez más extendida de la vida conyugal y por el descenso de la natalidad. En toda vuestra acción pastoral prestad atención especial a los jóvenes: estos, que hoy albergan gran incertidumbre respecto a su futuro, a menudo viven en una condición de malestar, de inseguridad y de fragilidad, pero llevan en el corazón una gran hambre y sed de Dios, que pide constante atención y respuesta.

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[5.] También en este contexto vuestro la fe cristiana debe afrontar hoy nuevos retos: la búsqueda a menudo exasperada del bienestar económico, en una fase de grave crisis económica y financiera, el materialismo práctico y el subjetivismo dominante. En la complejidad de esas situaciones estáis llamados a promover el sentido cristiano de la vida, mediante el anuncio explícito del Evangelio, llevado con sano orgullo y con profunda alegría a los diversos ámbitos de la existencia cotidiana. De la fe vivida con valentía brota, hoy como en el pasado, una fecunda cultura hecha de amor a la vida, desde la concepción hasta su término natural, de promoción de la dignidad de la persona, de exaltación de la importancia de la familia, fundada en el matrimonio fiel y abierto a la vida, de compromiso por la justicia y la solidaridad. Los actuales cambios culturales exigen que seáis cristianos convencidos, “dispuestos siempre para dar explicación a todo el que os pida una razón de vuestra esperanza” (1 P 3, 15), capaces de afrontar los nuevos desafíos culturales, en contraste respetuoso, constructivo y consciente, con todos los sujetos que viven en esta sociedad.

 

© Javier Escrivá-Ivars y Augusto Sarmiento. Universidad de Navarra