[0034] • SAN FÉLIX III (IV), 526-530 • IMPEDIMENTO DE CONSANGUINIDAD
De los Cánones del Concilio II de Toledo (España), año 527
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Can. 5.–También establecemos saludablemente que ningún fiel pretenda casarse con ninguna parienta suya dentro de los grados de parentesco que son conocidos dentro de la familia; porque está escrito que “ningún hombre debe acercarse a la que le sea cercana por la sangre para descubrir sus vergüenzas” [5]; y sin volver a repetir este principio, continúa poco después y dice: “el alma que hiciere alguna cosa de estas abominaciones perecerá en medio de su pueblo” [6]. De modo que si hubiere alguno que violare este nuestro decreto, entienda que será castigado con tanta mayor severidad, cuanto mayor se conozca ser el parentesco que tiene con la persona que se casó, y durará tanto más el tiempo de la citada excomunión y separación del cuerpo de Cristo y de la compañía de sus hermanos, cuanto más cercano sea el parentesco con el que se ha contaminado. Nosotros prometemos guardar inviolablemente la norma que suscribimos. Y si alguno, tanto de nosotros como de aquellos que han estado ausentes de esta provincia, a este santo concilio, se atreviere a violar esta norma tan saludable, o descuidare el cumplirla con exactitud, una vez convicto será considerado durante algún tiempo como extraño a todos los hermanos.
[CV, 44-45]
[5]. Lev. 18, 6.
[6]. Lev. 18, 29.
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Can. V.–Nam et haec salubriter praecauenda sancimus, ne quis fidelium propinquam sanguinis sui, usquequo affinitatis lineamenta generis successione cognoscit, in matrimonio sibi desideret copulari, quoniam scriptum est: “Omnis homo ad proximam sanguinis sui non accedat ut reuelet turpitudinem eius”[5], nec sine denuntiatione sententiae, nam paulo post infert et dicit: “Anima quae fecerit de abominationibus istis quippiam, peribit de medio populi sui”[6]. Si quis ergo huius decreti nostri temerator exstiterit ac uetitum uiolare praesumpserit, tanto grauiori se multandum sententia recognoscat quanto eam propinquiorem, cui copulari se maluit, suae originis esse non ambigit, tantoque annosioris excommunicationis tempore a Christi corpore et fraternitatis consortio sequestretur quanto fuerit propinquioris sanguinis contagione pollutus.
Huius institutionis regulam qui subscribimus, irrefragabili auctoritate nos spondemus seruaturos. Si quis autem, tam nostrum uel eorum qui nunc sanctae synodo ex hac prouincia defuerunt, huic tam salubri ordinationi obuiare praesumpserit uel sollerter adimplere neglexerit, convictus totius fratemae caritatis aliquandiu, habeatur extraneus.
[CoCaHisp 4, 352-354]
[5]. Lev. 18, 6.
[6]. Lev. 18, 29.