[0067] • GREGORIO IV, 827-844 • INSTITUCIÓN, FIN E INDISOLUBILIDAD DEL MATRIMONIO
De los Capítulos del Concilio de París (Francia), 6 junio 829
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Cap. 2.–[...] Reunimos también en el trabajo de nuestra asamblea algunos otros capítulos para ser observados por vuestros fieles y que están relacionados con la salvación, de los que –para no ser prolijos– hacemos solamente mención: a saber, que es necesario que sepan que el matrimonio ha sido instituido por Dios y no por causa de la lujuria, sino para desear los hijos; y que la virginidad –tal como enseñan los doctores– ha de conservarse hasta el matrimonio; y que los que están casados no deben tener ni compañera ni concubina; también cómo deben amar castamente a sus esposas, a las que, como más frágiles, deben tratar con el debido honor; y que la unión carnal con sus esposas debe hacerse con miras a la generación y no por placer; y cómo los maridos deben absternerse de cópula conyugal con sus mujeres si están encinta; y que a no ser por causa de fornicación, como dice el Señor, no hay que abandonar a la mujer [1] sino continuar con ella; y que los que abandonan a sus mujeres por causa de fornicación y se casan con otras, sean tenidos como adúlteros [2] según la sentencia del Señor; tam bién cómo las uniones incestuosas han de evitarse por los cristianos [...]
[1]. Cf. Matth. 5, 32.
[2]. Cf. Ib.
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Cap. II.–[...] Congessimus etiam in opere conventus nostri nonnulla alia capitula ad vestram fideliumque vestrorum observationem et salutem pertinentia, quorum hic omissa prolixitate mentionem tantum facimus, scilicet quod nosse eos oporteat coniugium a Deo esse constitutum et quod non sit causa luxoriae, sed causa potius filiorum appetendum, et ut virginitas, sicut doctores nostri tradunt, usque ad nuptias sit custodienda, et uxores habentes neque pelicem neque concubinam habere debeant, quomodo etiam in castitate uxores suas diligere eisque utpote vasi infirmiori honorem debitum debeant inpendere, et quod commixtio carnalis cum uxoribus gratia fieri debeat prolis, non voluptatis, et qualiter a coitu pregnantium uxorum viris abstinendum sit, et quod nisi causa fornicationis, ut Dominus ait, non sit uxor dimittenda [1], sed potius sustinenda, el quod hi, qui causa fornicationis dimissis uxoribus suis alias ducunt, Domini sententia adulteri esse notentur [2], sive etiam qualiter incesta a Christianis cavenda sint [...]
[MGH Conc 2, 670-671]
[1]. Cf. Matth. 5, 32.
[2]. Cf. Ib.