1959 10 25 0007

[7.–] [...] Vuestro homenaje es particularmente grato al Señor, queridos hijos e hijas; vuestra presencia nos dice que en vuestras casas, donde los hijos se esperan y se reciben como don precioso de Dios, el reino de Cristo no tiene nada que temer, porque allí se respetan sus leyes fundamentales. En vuestras familias se cumple el deseo del himno litúrgico de la fiesta de hoy: “Pudica florent limina domesticis virtutibus”: los umbrales de vuestras casas florecen púdicamente en virtudes domésticas (del Brev. Rom.). Nos os llevamos en el corazón y vemos representadas en vosotros a todas las familias numerosas que son testimonio vivo de un amor incondicionado a Dios y a sus deseos. Nos estamos con vosotros para sosteneros y consolaros; y si el mundo quizá os estima menos, sabed que vuestras dificultades son conocidas de Dios y de Él obtendrán todos los dones de su predilección.

[E 19 (1959-II), 511]