[0864] • JUAN PABLO II (1978-2005) • EL VALOR DE LA FAMILIA EN LA CIVILIZACIÓN AFRICANA
Del Discurso Vous êtes, a la Comunidad Africana residente en Roma (Italia), 2 febrero 1980
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6. Estas esperanzas tienen su mejor fundamento en el hecho de que el alma africana posee recursos que se deben salvaguardar, desarrollar y, me atrevería a decir, liberar. Mi predecesor Pablo VI se hizo eco de ello en el mensaje al Episcopado y a todos los pueblos de África del 29 de octubre de 1967, y en distintas ocasiones posteriormente a lo largo de su pontificado, especialmente durante su viaje a Uganda. Casi espontáneamente los africanos vinculan la vida al mundo de lo invisible, admiten la presencia universal de Dios, fuente de la vida, y le rezan muy gustosamente. Tienen sentido de la dignidad del hombre y del respeto a la vida humana. Para ellos, los hijos son una bendición. Bajo la autoridad de los padres, la familia desempeña un gran rol no sólo de protección sino también de iniciación en las cosas de la vida, en la solidaridad práctica. Y tomar parte en la vida de la comunidad concebida como ampliación de la familia, es tendencia natural. No necesito seguir hablando de estos valores tradicionales que os son familiares. El florecimiento de estos valores religiosos y morales será de gran ayuda en el desarrollo logrado de vuestras civilizaciones para que se entremezclen con éxito lo antiguo y lo nuevo.
[Enseñanzas 6, 515-516]
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6. These hopes are all the more well-founded in that the African soul has resources that must be safeguarded, developed, and I dare to say, liberated. My predecessor Paul VI echoed this in his message to the episcopate and all the peoples of Africa, on 29 October 1967, and on several later occasions in the course of his pontificate, notably during his journey to Uganda. In an almost spontaneous way, Africans link their lives with the world of the unseen, they recognize the universal presence of God, the source of life, and they pray to him willingly. They have a sense of human dignity and respect for human life.
For them, children are a blessing. Under the authority of the parents, the family plays a great role, not only of protection but also of initiation into the things of life, into practical solidarity. And sharing in community life, thought of as an extension of the family, is a natural tendency. I do not need to speak further about these traditional values which are familiar to you. The development of these values, religious and moral, will greatly assist in the successful development of your civilizations, in a happy blending of the old with the new.
[Insegnamenti GP II, 3/1, 290-291]