[1296] • JUAN PABLO II (1978-2005) • VALORACIÓN SOCIAL DEL TRABAJO DE LA MADRE
Del Discurso My visit, a los Jóvenes desocupados, en Hobart, Isla de Tasmania (Australia), 27 noviembre 1986
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4. El trabajo tiene otras implicaciones. Es un elemento importante de la vida familiar, puesto que la familia necesita medios de subsistencia, y el dinero normalmente se gana con el trabajo de uno o alguno más de sus miembros. En efecto, la familia es una comunidad hecha posible por el trabajo y, al mismo tiempo, es la primera escuela de trabajo dentro de la casa para cada persona (cfr. Laborem exercens, 10).
Hoy, la presencia de mujeres y madres en casi todos los sectores del mundo del trabajo es un hecho que debe de ser con siderado. Ellas podrían ejercer sus cualidades y habilidades en varios tipos de empleo, pero dando al mismo tiempo a sus obligaciones y aspiraciones la consideración que merecen. El trabajo debería estar estructurado de tal forma que las mujeres no necesitasen negociar adelantos a expensas de su propia dignidad o a expensas de su papel vital dentro de la familia.
El papel de la madre necesita ser revaluado socialmente. Su quehacer doméstico requiere una gran dedicación que demanda mucho tiempo y mucho amor. Los hijos necesitan cuidado, amor y afecto. Esta atención es imprescindible para que los hijos se puedan desarrollar seguros, como personas responsables, con una madurez moral, religiosa y psicológica. Si bien la responsabilidad del desarrollo familiar corresponde por igual al padre y a la madre, sin embargo, mucho depende de la específica relación madre-hijo (cfr. Laborem exercens, 19; Familiaris consortio, 23).
La sociedad puede sentirse satisfecha si permite que las madres dediquen el tiempo a sus hijos y los críen de acuerdo con sus necesidades progresivas. La libertad de las mujeres como madres tiene que ser protegida con claridad, para que estén libres de toda discriminación psicológica o de cualquier otro tipo, especialmente en comparación con las mujeres sin obligaciones familiares. Las madres no pueden quedar penalizadas económicamente por la sociedad a la que sirven en el puesto más alto y necesario.
[DP (1986), 223]
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4. Work has other implications. It is an important condition of family life, since the family needs the means of subsistence, the money which is usually earned through the work of one or more of its members. In fact the family is a community made possible by work, and at the same time, it is the first school of work within the home, for every person (4).
Today, the presence of women and mothers in almost every sector of the working world is a fact that has to be considered. They should be able to exercise their gifts and abilities in various forms of employment, but at the same time due respect must be given to their obligations and aspirations. Work should be so structured that women do not have to bargain for their advancement at the expense of their own dignity or at the expense of their role inside the family.
The mother’s role needs to be socially re-evaluated. Her tasks in the home require a great commitment, they demand much time and love. Children need care, love and affection. This attention must be given if children are to develop into secure, responsible persons, with moral, religious and psychological maturity. While the responsibility for family development rests on both mother and father, still very much depends on the specific mother/child relationship (5).
Society can take credit when it enables mothers to devote time to their children and bring them up in accordance with their progressive needs. The freedom of women as mothers must be clearly protected, so that they are free from psychological or any other form of discrimination, especially by comparison with women without family obligations. Mothers must not be financially penalized by the very society which they serve in a most exalted and necessary way.
[Insegnamenti GP II, 9/2, 1687-1688]
4. IOANNIS PAULI PP. II, Laborem exercens, 10.
5. Cfr. IOANNIS PAULI PP. II, Laborem exercens, 19 [1981 09 14/19]; ib. Familiaris consortio, 23 [1981 11 22/23].