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3. Es un bien el hecho de que Vuestra Diócesis inicie su propio programa pastoral de la familia. La familia está al servicio de la edificación del Reino de Dios mediante la participación en la vida y en la misión de la Iglesia. Se dan vínculos estrechos y recíprocos que relacionan entre sí a la Iglesia y a la familia cristiana que constituyen a esta última como “una iglesia en miniatura” (Ecclesia domestica), haciendo así que ésta sea, a su manera, imagen viva y representación histórica del misterio de la Iglesia (2).

Todos somos conscientes de que el bien de la sociedad, la prosperidad futura de nuestra Patria depende de una familia moralmente sana.

La familia es uno de los bienes más preciosos de la humanidad.

Hoy, la familia está sometida a cambios sociales y culturales profundos y rápidos. Existen presiones que intentan minar la dignidad y sacralidad de la familia, el peso innegable y el papel que está llamada a desempeñar. Demos gracias a Dios, porque existen en Polonia familias fieles a los sagrados valores cristianos: familias que representan una auténtica comunidad de vida y amor, que se nutren de la oración y de los sacramentos, para los que la vida humana significa siempre un don maravilloso de la Bondad divina.

Pero existen también familias que se han perdido en el proceso de los nuevos cambios, algunas se sienten débiles y tentadas por las ideas contemporáneas que traicionan la verdad y dignidad del ser humano. Es necesario ayudarlas, a fin de que puedan acercarse al modelo de familia diseñado por el Creador “desde el principio”.

2. Ioannis Pauli PP. II Familiaris consortio, 49 [1981 11 22/ 49].