[1776] • JUAN PABLO II (1978-2005) • FAVORECER UNA ECONOMÍA FAMILIAR
Del Discurso Sono lieto, en el Ecuentro con los Trabajadores, en la Catedral de Como (Italia), 5 mayo 1996
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6. Amadísimos hermanos y hermanas, ojalá que vuestra dedicación a la empresa y vuestra responsabilidad de empresarios os lleven a una actualización constante de las metodologías y de las técnicas, y a una profesionalidad rica en cualidades operativas, pero también a la práctica de valores humanos, sociales, culturales y éticos, que hagan que el trabajo sea productivo y, al mismo tiempo, gratificante. No tengáis miedo de promover formas de corresponsabilidad que, previendo algún tipo de participación en los beneficios de la empresa, favorezcan un clima más positivo, capaz de motivar a los empleados a cumplir seriamente su deber y a vivir el trabajo como momento de crecimiento personal y comunitario.
Una orientación de este tipo no es en absoluto difícil; más aún, ya encuentra significativas realizaciones en vuestra tierra, donde existen muchas empresas que ven a los hijos continuar y perfeccionar el trabajo de sus padres y de sus abuelos. La relación frecuente entre empresa y familia ha promovido una forma de economía familiar, fundada en los vínculos de parentesco más que en la dependencia del empresario. En efecto, con frecuencia el mismo artesano o empresario administra directamente la empresa con sus familiares.
Os felicito vivamente por esta característica particular de vuestras empresas, que lleva a considerar la calidad del producto antes que la cantidad. Son muy conocidos los admirables resultados que este planteamiento ha permitido alcanzar en la elaboración de la seda y de la madera, donde con frecuencia el cuidado de la terminación de los productos se conjuga con significativos resultados artísticos.
[O.R. (e. c.) 17.V.1996, 12 y 15]
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6. Carissimi Fratelli e Sorelle! Il vostro attaccamento all’azienda e la vostra responsabilità di datori di lavoro vi conducano ad un aggiornamento costante delle metodologie e delle tecniche, ad una professionalità ricca di qualità operative, ma anche alla pratica di valori umani, sociali, culturali ed etici tali da rendere il lavoro produttivo e, insieme, gratificante. Non abbiate paura di promuovere forme di corresponsabilità che, prevedendo una qualche partecipazione agli utili dell’azienda, favoriscano un clima più positivo, capace di motivare i dipendenti a compiere seriamente il proprio dovere e a vivere il lavoro come momento di crescita personale e comunitaria.
Un tale orientamento è tutt’altro che difficile, anzi trova già significative realizzazioni nella vostra terra, dove esistono molte ditte che vedono i figli continuare e perfezionare il lavoro dei padri e dei nonni. Il frequente legame tra azienda e famiglia ha promosso una forma di “economia familiare”, fondata sui vincoli di parentela più che sulla dipendenza dal datore di lavoro: spesso, infatti, lo stesso artigiano o imprenditore gestisce direttamente l’azienda con i propri familiari.
Mi congratulo vivamente per questa particolare caratteristica delle vostre aziende, che porta a mirare alla qualità del prodotto prima che alla quantità. Sono ben noti i ragguardevoli risultati che questa impostazione ha permesso di raggiungere nella lavorazione della seta e del legno, ove spesso l’accuratezza della fattura dei prodotti si coniuga con significativi esiti artistici.
[Insegnamenti GP II, 19/1, 1153]