[1877] • JUAN PABLO II (1978-2005) • LA EVANGELIZACIÓN DE LAS FAMILIAS, PRIORIDAD DE LA PASTORAL
Del Discurso The echo, a los Obispos de Nigeria, en Abuja (Nigeria), 23 marzo 1998
1998 03 23 0005
5. La Asamblea especial para África del Sínodo de los obispos consideró que la evangelización de la familia es una prioridad esencial, dado que la familia africana se evangeliza por medio de las familias (cf. Ecclesia in Africa, 80)[1]. Además, el matrimonio y la vida familiar son el camino normal de santidad para la mayoría de los fieles encomendados a vuestra solicitud. Por este motivo, vuestros incesantes esfuerzos para que los matrimonios descubran la verdad, la belleza y la riqueza de la gracia que se hallan en su nueva vida común en Cristo, siguen siendo parte esencial de vuestra responsabilidad pastoral y el modo más seguro de realizar una auténtica inculturación del Evangelio.
De modo semejante, a los jóvenes, que representan el futuro de la Iglesia y de la nación, se les ha de ofrecer ayuda y asistencia, para que superen los obstáculos que podrían impedir su desarrollo: analfabetismo, desempleo, ociosidad y droga. Un modo excelente de afrontar ese desafío es exhortar a los mismos jóvenes a convertirse en evangelizadores de sus coetáneos, porque nadie puede hacerlo mejor que ellos. A los jóvenes hay que ayudarles a descubrir muy pronto el valor de la entrega propia, factor esencial para alcanzar la madurez personal. Deseo añadir que debéis ser especialmente solícitos en hacer todo lo posible para evitar que los jóvenes nigerianos, y sobre todo las muchachas y las jóvenes, sean víctimas de una explotación sin escrúpulos, que a menudo los somete a formas de esclavitud particularmente degradantes, con consecuencias trágicas y devastadoras.
Los padres sinodales también pidieron a la Iglesia en África que se comprometa activamente en el proceso de inculturación, respetando dos importantes criterios: la compatibilidad con el mensaje cristiano y la comunión con la Iglesia universal (cf. Ecclesia in Africa, 62). Así pues, os exhorto a hacer todo lo posible, en los ámbitos litúrgico, teológico y administrativo, para que vuestro pueblo se sienta cada vez más a gusto en la Iglesia y para que la Iglesia se sienta cada vez más a gusto entre vuestro pueblo. Será necesario estudiar la religión tradicional africana y la cultura africana, y practicar un discernimiento prudente y vigilante. Que el Espíritu Santo os guíe en estos esfuerzos.
[OR (e.c.) 3.IV.1998, 10]
[1]. [1995 09 14a/ 80]
1998 03 23 0005
5. The Special Assembly for Africa of the Synod of Bishops considered the evangelization of the family to be a major priority, since it is through families that the African family will be evangelized (cf. Ecclesia in Africa, 80)[1]. Moreover, marriage and family life are the normal path of holiness for the majority of the faithful entrusted to your care. Therefore, your unremitting efforts to lead couples to discover the truth, the beauty and the richness of grace to be found in their new life together in Christ remain an essential part of your pastoral responsibilities and the surest way to ensure a genuine inculturation of the Gospel.
In a similar manner, young people, who are the future of the Church and of the nation, must be given every help and assistance in overcoming the obstacles which might thwart their development: illiteracy, unemployment, idleness, drugs. An excellent way of meeting this challenge is to call upon young people themselves to be the evangelizers of their peers –for no one can do this better than they. Young people should be helped to discover very early on the value of the gift of self, an essential factor in reaching personal maturity. And I would add that you must make it a particular concern of yours to do all that you can to ensure that Nigerian youth –especially girls and young women– are protected from becoming victims of unscrupulous exploitation, which often forces them into particularly degrading forms of slavery with tragic and devastating consequences.
The Synod Fathers also called the Church in Africa to be actively involved in the process of inculturation, respecting the two important criteria of compatibility with the Christian message and communion with the Universal Church (cf. Ecclesia in Africa, 62). I encourage you therefore to do all that you can –liturgically, theologically, administratively– so that your people will feel more and more at home in the Church, and the Church more and more at home among your people. Necessary here will be research into African Traditional Religion and culture, and the prudent exercise of discernment and vigilance. May the Holy Spirit guide you in these efforts.
[OR (Suppl.) 26.III.1998, VI-VII]
[1]. [1995 09 14a/ 80]