[2041] • JUAN PABLO II (1978-2005) • LAS UNIVERSIDADES DEBERÍAN PROMOVER UNA REFLEXIÓN RESPONSABLE SOBRE LA FAMILIA
Discurso Sono lieto, a los participantes en el Simposio Europeo de Profesores Universitarios, 25 junio 2004
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1. Me alegra encontrarme con vosotros, con ocasión del Simposio europeo de profesores universitarios, en el que reflexionáis y debatÃs sobre fundamentos, experiencias y perspectivas de la familia en Europa, en el marco del Año internacional de la familia. A cada uno de vosotros dirijo mi cordial saludo. En particular, saludo al cardenal Camillo Ruini, y le agradezco las amables palabras que ha querido dirigirme en vuestro nombre.
Expreso profundo aprecio por la elección del tema: en efecto, con la familia está en juego el futuro de Europa. Se puede decir que la familia es el espejo de la sociedad y, por tanto, también de la Europa que se está construyendo. La evolución de la familia es y será el signo más importante del desarrollo cultural e institucional del continente. Por consiguiente, es muy oportuno que las universidades, y especialmente los profesores cristianos, sigan con atención las dinámicas familiares, promoviendo en las nuevas generaciones una reflexión responsable y consciente.
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2. En el primer milenio, el encuentro entre el derecho romano y el mensaje cristiano dio origen a lo que podrÃamos llamar el modelo europeo de familia, difundido después a gran escala en América y en OceanÃa. Las vicisitudes de este modelo coinciden con las de la civilización llamada occidental. En efecto, a mitad del siglo pasado, en las comunidades social y económicamente más desarrolladas surgieron con fuerza fenómenos que constituÃan sÃntomas de una profunda crisis, con las consecuencias que hoy están ante los ojos de todos (cf. Ecclesia in Europa, 90). Ante esa crisis, la familia ha sido siempre un elemento de cohesión y de fuerza e, incluso cuando ha sido aguerridamente combatida, ha seguido siendo objeto de aspiraciones, deseos, proyectos y nostalgias. En realidad, el origen de la crisis es de tipo cultural, hasta tal punto que hoy las nuevas generaciones parecen sentirse fuertemente atraÃdas por el ideal de la familia tradicional, pero son prácticamente incapaces de asumir su responsabilidad de modo adecuado.
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3. Se comprende, entonces, la importancia de un simposio como el vuestro, que analiza la institución familiar precisamente en el nivel de los fundamentos âfilosóficos, jurÃdicos y teológicosâ, para interpretar a fondo las experiencias actuales, a menudo problemáticas y a veces dramáticas, y captar las múltiples perspectivas que se abren en torno a un renovado modelo familiar.
Pero la cuestión central es precisamente esta: ¿se puede hablar también hoy de un modelo de familia? La Iglesia está convencida de que, en el contexto actual, es más necesario que nunca reafirmar las instituciones del matrimonio y la familia como realidades que derivan de la sabia voluntad de Dios y revelan plenamente su significado y valor dentro de su designio creativo y salvÃfico (cf. ib.; Gaudium et spes, 48; Familiaris consortio, 11-16). Con este fin, además de las iniciativas propiamente pastorales, resulta muy significativo el papel de los que actúan en el ámbito de la cultura y de la investigación cientÃfica, donde se usa el método del diálogo y la confrontación entre diversas disciplinas interesadas en las temáticas familiares.
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4. En este método os estáis inspirando durante el actual simposio con referencia al contexto europeo. Deseo que esta oportuna iniciativa contribuya a hacer que en la Europa de hoy y del futuro la familia desempeñe adecuadamente el papel que le corresponde por su altÃsima dignidad. Con este fin, os aseguro un especial recuerdo en la oración e invoco la intercesión de la Sagrada Familia de Nazaret, modelo de toda familia.
A cada uno de vosotros, queridos hermanos, os deseo un buen trabajo y una serena estancia en Roma. Acompaño este deseo con mi bendición, que extiendo a vuestros seres queridos.
[OR (ed. esp.) 2-VII-2004, 3]
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1. Sono lieto di incontrarvi, in occasione del Simposio europeo dei Docenti universitari che, nel contesto dellâAnno Internazionale della Famiglia, vi vede impegnati a riflettere e confrontarvi su fondamenti, esperienze e prospettive della famiglia in Europa. A ciascuno di voi rivolgo il mio saluto cordiale. Saluto, in particolare, il Cardinale Camillo Ruini, e gli sono grato per le cortesi parole che ha voluto indirizzarmi a vostro nome.
Esprimo vivo apprezzamento per la scelta del tema: sulla famiglia, infatti, si gioca il futuro dellâEuropa. Si può dire che la famiglia è lo specchio della società , e pertanto anche dellâEuropa che si va costruendo. Lâevoluzione della famiglia è e sarà il più importante rivelatore degli sviluppi culturali ed istituzionali del Continente. Eâ pertanto quanto mai opportuno che le Università , e specialmente i docenti cristiani, seguano con attenzione le dinamiche familiari, promuovendo nelle nuove generazioni una responsabile e consapevole riflessione.
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2. Nel primo millennio lâincontro tra il diritto romano e il messaggio cristiano ha dato vita a quello che potremmo chiamare il modello europeo di famiglia, diffuso poi su larga scala nelle Americhe e in Oceania. Le vicende di tale modello coincidono con quelle della stessa civiltà cosiddetta occidentale. Infatti, a metà del secolo scorso, nelle comunità socialmente ed economicamente più sviluppate sono emersi in modo dirompente fenomeni sintomatici di una crisi profonda, con le conseguenze che oggi sono sotto gli occhi di tutti[225]. Di fronte a tale crisi la famiglia è sempre stata un elemento di coesione e di forza e, anche quando aspramente contestata, è rimasta oggetto di aspirazioni, desideri, progetti, nostalgie. Lâorigine della crisi è, in realtà , di tipo culturale, al punto che oggi le nuove generazioni appaiono fortemente attratte dallâideale della famiglia tradizionale, ma quasi incapaci di assumerne la responsabilità in modo adeguato.
[225] Cfr. Ioannis Pauli PP. II Ecclesia in Europa, 90.
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3. Si comprende allora lâimportanza di un convegno come il vostro, che guarda allâistituto familiare proprio sul piano dei fondamenti âfilosofici, giuridici, teologiciâ per interpretare a fondo le attuali esperienze, spesso problematiche e talvolta drammatiche, e cogliere le molteplici prospettive che si aprono intorno ad un rinnovato modello familiare.
Ma questa è, appunto, la questione centrale: si può ancora parlare oggi di un modello di famiglia? La Chiesa è convinta che, nel contesto odierno, sia più che mai necessario riaffermare le istituzioni del matrimonio e della famiglia come realtà che derivano dalla sapiente volontà di Dio e che rivelano in pienezza il loro significato e valore allâinterno del suo disegno creativo e salvifico[226]. A tal fine, accanto ad iniziative propriamente pastorali, diventa altamente significativo il ruolo di quanti operano nellâambito della cultura e della ricerca scientifica, dove il metodo è quello del dialogo e del confronto tra diverse discipline interessate alle tematiche familiari.
[226] Cfr. ibid., Gaudium et Spes, 48 [1965 12 07/48]; Ioannis Pauli PP II Familiaris Consortio, 11-16 [1981 11 22/11-16]
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4. A questo metodo voi vi state ispirando nel corso del presente Simposio con riferimento al contesto europeo. Auspico che questa opportuna iniziativa contribuisca a far sì che nellâEuropa di oggi e di domani la famiglia possa adeguatamente svolgere il ruolo che compete alla sua altissima dignità . Assicuro a tal fine uno speciale ricordo nella preghiera e invoco lâintercessione della santa Famiglia di Nazaret, modello di ogni famiglia.
A ciascuno di voi, carissimi, lâaugurio di buon lavoro e di una serena permanenza a Roma. Eâ un augurio che accompagno con la mia Benedizione, estensibile a quanti vi sono cari.
[Insegnamenti GP II, 27/1 (2004), 842-844]